Los cuestionamientos de Alexander Apóstol llegan al MUAC
La exposición itinerante que el artista venezolano presenta en México plantea potentes preguntas sobre las identidades políticas latinoamericanas
Pablo AbundizLas obras de Alexander Apóstol son contestatarias, poseen una constante crítica a la construcción de identidades que reivindican los nacionalismos latinoamericanos, usualmente construidos ignorando disidencias o relatos que no se apeguen a la narrativa desarrollista que funcionó como bandera durante el siglo XX.
Su obra oscila en torno a la dicotomía de tradiciones visuales de Venezuela: la visión historicista y nativista, y la utopía petrolera de mediados del siglo pasado. Apóstol se presenta en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) con Postura geométrica en la era de la autocracia digital.
Fotógrafo de formación, Apóstol ha incursionado en múltiples medios y formatos para llevar las interrogantes que atraviesan las identidades latinas a públicos de todo el mundo. Como muchos de sus contemporáneos, el artista venezolano incursionó en el video durante la década de los 90, a partir de ahí, ha combinado la fotografía, el video y otros soportes, como la gráfica.
En 2016, el venezolano tuvo una presentación individual en la que no había fotografía, “En esa ocasión presenté dibujo, arquitectura, música y matemáticas, para hacerlo me reuní con creadores de estas disciplinas para crear la obra”, comenta Apóstol, quien menciona que el soporte de su obra está en función de los requerimientos de la misma.
La muestra que Alexander presenta en el MUAC es una exposición itinerante, coordinada tanto por el museo universitario como por el Centro de Arte 2 de Mayo de Madrid, donde se presentó por primera ocasión. Postura geométrica presenta más de 100 fotografías, la plataforma en la que se inició Apóstol, y 10 videos en los que el artista demuestra la fuerza con la que la que opera la creación de las identidades en su natal Venezuela y el resto de la región.
A parte de lo presentado en Madrid, que al terminar su estancia en México se mudará a Argentina y Colombia, Alexander ofrece una pieza única en la que se enmarca el carácter político y contestatario de su obra.
Un debut mexicano
“Hay un proyecto que me tiene muy emocionado con esta parada, porque no se realizó en Madrid, que es la exhibición de un libro de artista que yo hice, La Salvaje Revolucionaria en Horario Estelar.
“Yo vinculé tres eventos que sucedieron en los 70, el primero fue la publicación de un ensayo político llamado ‘Del buen salvaje al buen revolucionario’, escrito por Carlos Rangel. La tesis del libro dice que el subdesarrollo latinoamericano es por razones históricas y culturales, debido al pasado colonial la concepción de nuestro espacio es extractivista, sacar en vez de aportar.
“Ese mismo año, en 1976, se nacionaliza el petróleo en Venezuela, y por esa misma época, el gobierno venezolano decide hacer una especie de reeducación de masas a través de las telenovelas. Yo invito a escritores de telenovelas que adapten los 11 capítulos de Rangel a guiones de telenovelas, donde la historia, el subdesarrollo, sea contado a través del formato telenovelesco, para el diseño del libro fue invitado el diseñador gráfico que hizo la campaña de la nacionalización del petróleo”, menciona complacido Apóstol.
El libro habla de las conexiones que unen el nacionalismo, el extractivismo, el subdesarrollo y cómo todos estos fenómenos se unen en una base cultural compartida por toda la región. El artista considera que este libro, que es presentado en forma de instalación, tiene una fuerte resonancia con el contexto mexicano al ser también un país petrolero, con una historia de programas de educación masiva y en donde la televisión, en particular la telenovela, ha tenido un fuerte impacto en la vida cultural de sus ciudadanos.
La Salvaje Revolucionaria en Horario Estelar se presenta en un performance grabado en el que uno de los capítulos del libro, donde dos reinas de belleza intercambian insultos, es representado por parejas del sector cultural en México. Apóstol insiste que esta pieza es una de las que más lo emociona de la muestra.
El proceso de erosión
Todos los procesos políticos encuentran anclaje en las artes, puntos de referencia a los cuales mirar y con los cuales legitimar su acción, el muralismo mexicano y la revolución es un claro ejemplo; sin embargo, Alexander insiste que esto no ha sucedido en Venezuela. El trabajo del artista no busca desmontar las bases artísticas sobre las cuales se sostienen las ideologías bolivarianas, porque, según sus propias palabras, “no hay nada montado”.
“Habrá gente que ha abrazado la revolución venezolana y otros que la han cuestionado, y cada quien tiene sus razones, pero lo que es indiscutible, y para mí ha sido un gran fallo en la revolución, es que se ha olvidado, o ha negado, la posibilidad de creación en todas las áreas, salvo la música.
“La danza, el teatro, las artes plásticas y la literatura han sido olvidados, antes de la llegada del chavismo había todo un circuito cultural muy potente en todas esas áreas, y al haberlas abandonado no hay una corriente creadora que soporte a la ideología del gobierno o al gobierno mismo, simplemente porque no lo han trabajado. Eso ha producido una diáspora muy grande en los creadores del país, no es gratuito que yo esté fuera”, señala Alexander, quien en el MUAC también presenta un mural donde interviene los logotipos de los partidos políticos desaparecidos desde la transición democrática.
Alexander se dice muy emocionado por presentar en México, seguido de Argentina y Colombia, pues menciona que estos países son muy parecidos a su tierra natal. Aclara que no espera mostrar la situación venezolana, sino que busca que el espectador mexicano sienta el reflejo que hay en las paredes de la exposición.