[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_qpa7vrv8″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Enfundado en pantalón de mezclilla Wrangler, camisa blanca y bota lustrada, es como demuestra su origen del norte, que además le causa orgullo, Abel García Garza, quien es director del Museo de Linares y reside en el municipio de Nuevo León, del cual es nativo.
A sus 11 años le tocó presenciar el duelo que marcó a millares de personas en Linares, el funeral de Homero Guerrero de la Cerda, quien murió a causa de un accidente automovilístico cuando su carrera musical se encontraba en pleno apogeo en el norte del país.
Es así como Los Cadetes de Linares estuvieron presentes desde su niñez, ya que afirma que era la música que se escuchaba en toda la localidad, además el conjunto melódico se convirtió en un símbolo de representación del estado y de la cultura norestense de México.
“El grupo como tal inició en 1974 con Homero Guerrero y Lupe Tijerina y a partir de ahí en cualquier festejo existió la música de Los Cadetes, en Linares la escuchas en las calles, en cualquier parte y es con lo que uno crece”, comenta García Garza en entrevista con Reporte Índigo.
En 2007, el linarense se dio a la tarea de investigar a profundidad al cuarteto neoleonés y de esa búsqueda se destiló el libro Los Cadetes de Linares: Su historia, el cual presentó dos años después.
Ahora con su tercera edición, el autor visitó la Ciudad de México para publicitar la obra y compartir anécdotas de esta banda de acordeón y bajosexto famosa por sus temas “Los dos amigos”, “No hay novedad”, “La venganza de María” y más, que siguen vigentes.
También indica que hay varias agrupaciones que replican los corridos y el estilo. Incluso los familiares buscan propagar la música de los ahora difuntos fundadores de la banda creando nuevas agrupaciones.
“Ahorita está el nieto de Homero Guerrero, que es Homero Guerrero III, está Homero Guerrero Jr., están Los Cadetes de Lupe Tijerina, Los Cadetes de Rosendo Cantú y todos pertenecieron ahí. Creo que está más viva que nunca la música norteña”, refiere García Garza.
Lo inédito por venir
Para hacer el libro, García Garza contó con el apoyo del entonces compañero musical de Guerrero de la Cerda que todavía seguía activo, Lupe Tijerina, con quien conversó y apoyó la iniciativa de esta biografía a detalle del conjunto regional.
“Lupe Tijerina asistió junto con el grupo a la publicación y a la presentación del libro y lo teníamos muy seguido, cada año en Linares se hace una conmemoración de aniversario luctuoso de Homero Guerrero, entonces ahí estaba siempre, ahora se hace homenaje a los dos, uno en febrero y el otro acaba de pasar ahora en julio”, precisa el autor.
De estos encuentros con Tijerina, previos a su deceso, hay dos que permanecen al día de hoy inéditos y fueron realizados en video, los cuales se tienen contemplados agregar en una próxima reimpresión del libro y también añadirlos a un documental en desarrollo.
“Tenemos dos entrevistas inéditas que no están en el libro, esas se hicieron en las visitas que hacía Lupe Tijerina a Linares, entonces esas ahí están guardadas y de ahí vamos a poder sacar un poco más de información (…) hay un personaje que no está dentro del documento que es Miguel Torres Lapini, que era el baterista y que iba en el Jeep el día del accidente (de Homero Guerrero) esa se va a agregar en el próximo arreglo que le hagamos al documento”, revela el director del Museo de Linares.
La música de nicho
Guerrero de la Cerca y Tijerina fueron parte de un movimiento musical que instauró una cultura norestense, ya que incluso llegaron a estar en el extinto programa de Siempre en Domingo, que conducía Raúl Velasco. Además, más agrupaciones fueron marcadas con su influencia en la polca, la redova y el chotis.
“Estuvieron con los hermanos Almada en varias películas —de hecho estaban filmando una película antes de que falleciera Homero Guerrero— y recorrieron centro, Sudamérica y Estados Unidos”, recuerda el escritor.
García Garza ejemplifica con el Grupo Pesado y cómo es que el corte musical neoleonés sigue a la vanguardia y se sigue haciendo tributo a esta y otras bandas de la región que marcaron una época en Nuevo León.
“El Grupo Pesado acaba de sacar una producción que se llama Desde la cantina, donde hace homenaje a los grupos Los Invasores, Carlos y José, Los rancheritos de Topo Chico y lo hace de tal manera que no es para rescatarla, es mantener la música en la presencia de la gente (…) además, Los Cadetes de Linares son uno de los grupos más copiados, más imitados y el nombre lo utilizan mucho”.