Los caballeros las prefieren presas, la obra de cabaret que narra historias reales de mujeres presas

La actriz Minerva Valenzuela hace el espectáculo Los caballeros las prefieren presas, en el que Marilynares, una Marilyn a la mexicana, cuenta las historias que ocurren en el penal de Santa Martha Lamitas
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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El encierro tomó un nuevo significado para la actriz y cabaretera Minerva Valenzuela, quien, desde el año 2018 con Los caballeros las prefieren presas, ha recorrido junto con su personaje Marilynares una travesía cabaretera de denuncia, utilizándolo como su bandera y una forma de hacer activismo en contra de la violencia ejercida hacia las mujeres, de luchar en favor por todas las que han sido calladas.

Al ser México uno de los 20 países del mundo clasificados por la ONU como los más altos en violencia contra las mujeres, Valenzuela reafirma su postura y decisión de llevar una vez más su espectáculo Los caballeros las prefieren presas, en el que Marilynares, una Marilyn a la mexicana, cuenta algunas de las historias que ocurren en el penal de Santa Martha Lamitas. La premisa es clara: la justicia les falla a las mujeres.

“Las denuncias de violencia hacia las mujeres aumentaron muchísimo, el presidente las negaba, decía ‘todo está bien’, pero en realidad han sido brutales. Cuando hablamos de que Los caballeros las prefieren presas, caballeros como todo este sistema que nos quiere no sólo presas, sino calladas o muertas”, expresa.

El verdadero encierro

Ahora que la palabra “encierro” está tan de moda, la actriz cree que es una manera muy oportuna de volver a los escenarios con este show que estrenó en 2018, a fin de cuestionar lo que significa realmente, a la vez que busca visibilizar las historias que han sido silenciadas, todo ello aderezado por el sabor del cabaret, el cual, opina, nunca se detuvo a pesar de la pandemia.

“El cabaret nunca paró, siempre encuentra por dónde, a escondidas y demás; pero en el caso particular de este espectáculo, toma un significado totalmente distinto. Yo oía en muchas ocasiones frases como ‘me siento presa’, ‘cuánto encierro, parece que estamos en la cárcel’, y la verdad es que al conocer algunas cosas de la cárcel pensaba, ‘no digas que te sientes presa’.

“Estar presa es una cosa mucho muy distinta, entonces está bueno volver a poner el dedo en el renglón de que decimos las cosas muy a la ligera, no hemos estado presas, de ninguna manera, por más pandemia y encierro que hayamos tenido”, externa.

Valenzuela ya se encuentra preparada para presentar este tercer espectáculo de la residencia en el Foro Shakespeare y afirma que ahora se encuentra más enojada debido a todas las situaciones de injusticia que han ocurrido en el país.

“En el cabaret no podemos ver qué tanto ha cambiado un personaje hasta que no está al frente del público, no es como el teatro, tiene que haber público, pero yo estoy más enojada, ya veremos cómo le va a Marilynares, que es como mucho más linda y buena que yo, pero yo creo que también estará más enojada, no sólo por ser una mujer presa, sino por justo de cómo la gente dice ‘¡ay, estoy encerrada!’.

Tras casi 20 años de trayectoria, la actriz reafirma su compromiso y pasión para hablar sobre las mujeres, pero en particular por todas las que ha estado en prisión, las que han sido calladas y violentadas; asimismo, de poner en claro que las mujeres que están dentro de una cárcel no son distintas a las de afuera.

“En el caso de las mujeres de prisión, a mí me toca hablar con las de afuera, con las que creen que son distintas, justo para decirles, ‘no, mana, somos iguales’. Si bien, en mis espectáculos suelo hablar de mujeres que la gente suele olvidar y no voltear a ver, en el caso de las mujeres presas, a mí me entusiasma mucho poder presumir, que en el arte hay que hablar de cosas que conocemos por experiencia”, explica.

Los Caballeros las prefieren presas se presentará los lunes 5, 12, 19 y 26 de julio, a las 20:00 horas, en el Foro Shakespeare

Por un cabaret no institucional

Minerva Valenzuela espera que todo el cabaret que actualmente ha surgido de manera tan institucional retome el buen camino y se vaya de allí, pues considera que pierde mucho sentido y su razón de ser.

“Creo que si el cabaret cambia tiene que ser más profundo, crítico y más lejos de la institución, no al revés. El cabaret nace en tiempos de crisis, de guerra y para hacerle contraparte a lo que la gente siente; si durante el día existe muerte, angustia y sangre, en la noche tiene que haber lo contrario, risa, piel, alcohol, brindis, sudor, saliva, risas y denuncia, tenemos que hablar durante toda la noche de todo lo que nos dolió durante el día”, externa.

Así, considera, el cabaret debe retomar su papel como una forma de denuncia, pero, a su vez, de calma.

“Calma, en el mejor sentido de la palabra, no de mantenernos quietas, sino darnos sosiego, una suerte de transmutación muy bella y que no es evadiéndonos, sino riéndonos de lo que tanto nos duele y eso urge en todo momento. Por eso, a pesar de la pandemia y del encierro, el cabaret siguió vivo, sin cabaret no se puede vivir, teníamos que hacer las cosas clandestinamente para seguir riéndonos de todo esto, porque si no nos reímos nos morimos”, opina.

Y así, considera, permitir que la risa abunda sin que sea interpretada como un mensaje banalizado, si no, en el sentido de que se está cambiando, de seguir adelante, a pesar del dolor y la angustia.

Estos aprendizajes los obtuvo gracias al cabaret, género del cual, desde el inicio, aprendió de joven, la cautivó y no volvió a soltar. Confiesa que se trata del lenguaje que mejor conoce y con el que, por lo menos, la pasa mucho mejor.

“Justo después de Los Caballeros las prefieren presas, el último espectáculo de esta residencia, por primera vez en muchísimo tiempo, es un texto que no es mío, es de Noe Morales Muñoz, el hecho de no haberlo escrito es algo que me está costando muchísimo trabajo; incluso, la verdad es que ya lo estoy cambiando, le estoy metiendo mano, a ver cómo me va con el señor dramaturgo multibecado.

“Me enoja mucho, particularmente en el teatro, que dicen ‘voy a hacer una obra, así que me meto a estudiar a esas personas por un mes’, se toman a la gente como objeto de estudio para hacer su obra, ganar dinero, y adiós”
Minerva Valenzuelaactriz

“No me siento cómoda haciendo otra cosa, es lo que yo sé hacer, para qué estoy neceando con hacer otras cosas si es el lenguaje que más he trabajado. Si alguna vez hago otra cosa que no sea cabaret es por mera experiencia y mera travesura, pero lo mío es el cabaret, ahí es donde siento bonito, para qué le estamos jugando a otra cosa”, concluye Minerva Valenzuela.

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