Desde 2013 la marca de fast fashion H&M lanzó la iniciativa Conscious Experience que consiste en invitar a las personas a donar ropa vieja o que ya no usen para que la empresa elabore cajas y prendas nuevas que forman parte de una colección que la firma sueca vende con el argumento de hacer moda sustentable, de poco impacto ambiental; sin embargo mientras tu sólo recibes un cupón de descuento la empresa obtiene ganancias monetarias y el título de ser una industria socialmente responsable.
Los textiles de todo tipo que son reciclados en la plantas ubicadas en Los Angeles y en Alemania, se separan en tres grupos: los que serán donados a asociaciones, los que sirven para rellenos de pared y los que serán triturados en hilos para elaborar nuevas prendas, durante esta última etapa de trituración se desprende un polvo que en grandes cantidades sirve para fabricar cajas.
La meta de H&M para 2030 es recolectar 25,000 toneladas de ropa a nivel mundial y lograr que en México aumente un 15% el monto de prendas recicladas, mientras que para 2020 planea que todo el algodón empleado para hacer ropa nueva sea 100% orgánico y provenga de fuentes autosustentables.
De acuerdo Kim Fragoso, coordinadora internacional de Conscious Experience los procesos de fabricación de ropa que va desde la plantación de algodón en lugares sustentables hasta la manufactura de prendas requiere una estricta investigación, de alrededor de cinco años en los que se cuida que los trabajadores no se encuentren en condiciones de explotación.
“También impulsamos que, si hacen un plantío de algodón, no lo dejen infértil y lo trabajen de tal manera que no queden pesticidas. Lo que hace la industria de la moda es dejar los plantíos infértiles. Todo (el negocio) es con proveedores, pero también nos preocupamos sobre dónde están, para contratarlos debemos hacer una investigación, para que no salgan con temas de esclavitud y lo que hace poco nos sacaron (en medios). Es complicado que salgan temas así porque nosotros hacemos una investigación exhaustiva, de cinco años”
A pesar de que H&M se subió al tren verde de la sustentabilidad hace cinco años no deja de ser una industria capitalista que al final del día busca aumentar sus ganancias, con la particularidad de que ahora no sólo recibe el dinero de sus clientes sino que también obtiene la materia prima de sus productos con la promesa de que compran en una empresa socialmente responsable.
Sin embargo el pasado mes de febrero The Financial Times publicó un artículo en el que detallaba como prisioneros que se encontraban en condiciones inhumanas dentro de una prisión en China fabricaban prendas de H&M y C&A, por lo que las iniciativas de responsabilidad social que la marca sueca implementó resultan incongruentes con su modelo de negocios.
Hasta el momento el portavoz de la marca sueca no ha confirmado o negado las acusaciones que se investigan, por lo pronto H&M continua con la recolección de ropa en nombre del cuidado del ambiente, a la par del lanzamiento de colecciones que venden prendas nuevas hechas de tu ropa vieja.