La mitología ubica a Los Beatles en algún momento de su carrera en la sierra de Oaxaca. O para ser más precisos: en Huautla, visitando a la chamán María Sabina para alucinar con sus hongos curativos.
La leyenda cuenta que en el viaje está Paul y John. Es probable, pero no sabemos con certeza si George y Ringo están en la excursión junto a ellos.
También ignoramos si Yoko Ono acompaña a John, pero es muy posible porque la señora como ustedes saben nunca dejaba solo a su marido.
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En algún momento del viaje de regreso a la Ciudad de México, entre Puebla y Estado de México, los integrantes del grupo más importante del mundo quedan maravillados por la belleza de los volcanes Popocatépetl y Iztaccíhuatl. Seguramente uno de los guías les propone detenerse en un punto para descansar, estirar las piernas y comer algo.
Es probable que John haya aceptado de inmediato, pero que Paul haya dudado. Pero en fin: no lo sabemos. Pero lo que importa es que en ese preciso momento aparece en esta leyenda beatleaniana Tepetlixpa, un pequeño pueblo del Estado de México conocido más por ser el municipio que alberga el lugar donde nació la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz.
Los pobladores son personas amigables, cálidas, que disfrutan la música y tienen una banda musical que lleva el nombre de Banda Plástica de Tepetlixpa. La gente está contenta de tener a los músicos ingleses en su pueblo. La crónica que escribió el director de la Banda, un tal José M. Silva, dice que a los Beatles se les ofreció mole, pulque, nopales, como parte del festín.
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Ojo: No hay un documento o una prueba gráfica de la presencia de John Lennon, Paul McCartney, Ringo Star y George Harrison en Tepetlixpa.
Lo que sí hay es un maravilloso y raro disco titulado “Adiós a los Beatles”, grabado en 1978 por la Banda Plástica de Tepetlixpa compuesto de covers del cuarteto inglés. No es el homenaje más virtuoso hecho a Los Beatles, pero sí es un tributo sincero, honesto y conmovedor de parte de unos músicos mexicanos para el grupo más importante que ha existido en la música.
Escuchar las versiones coloridas y pintorescas de clásicos como “Yellow Submarine”, “Yesterday”, “Hey Jude” y “Eleonor Rigby”, con arreglos de trompetas y percusiones, les provocará un viaje alucinante como los que provocaban los hongos de María Sabina en Huautla o las canciones de Rockdrigo González.
