Una breve conversación cara a cara entre un homosexual y una persona en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo puede hacer que esta última cambie de opinión.
Esta es la conclusión que obtuvo el Centro LGBT de Los Ángeles, California, después de haber realizado 12 mil encuentros de este tipo en distritos electorales que habían votado a favor de la Proposición 8, que prohibió estas uniones en el estado en 2008 hasta que fue anulada el año pasado.
El estudio, publicado en la revista Science la semana pasada, demostró que tanto los encuestadores heterosexuales como los homosexuales lograron cambiar el parecer del encuestado con 20 minutos de diálogo.
Sin embargo, los gays produjeron un cambio mucho mayor y más duradero; todavía nueve meses después del encuentro mostraban una percepción a favor de los matrimonios LGBT.
El impacto de los heterosexuales, que compartían testimonios de amigos o familiares, no logró cambios tan contundentes.
“El contacto con las minorías, junto con la discusión de las cuestiones pertinentes para estas, es capaz de producir una cascada de cambios de opinión”, consideraron los investigadores, quienes confían en que este método pueda ser útil para eliminar otro tipo de prejuicios. Un homosexual puede cambiar la opinión de alguien que se opone a los matrimonios del mismo sexo con una breve charla, según estudio.