Lola Dueñas, inquieta ‘a lo bestia’
La primera actriz Lola Dueñas habla acerca de su trayectoria, sus películas favoritas, temas tabúes como la legalización de drogas y de sus sueños
Hidalgo NeiraDespués de forjar un cigarrillo con destreza, con su propio tabaco y “sábanas” traídas desde el extranjero, y tomarse un café con leche, Lola Dueñas, finalmente, se sienta para una última charla, ahora revitalizada por la cafeína y la nicotina en su cuerpo.
La “Chica Almodóvar”, quien ha participado en cuatro películas del director manchego, describe que su cinta favorita de él es ¡Átame!, de 1990, mientras que su participación que más le ha gustado en uno de sus filmes es en Volver, de 2006. Su actuación más destacable, hasta el momento, considera que es Zama, de 2017, de la cineasta Lucrecia Martel, en la que compartió créditos junto a Daniel Giménez Cacho.
Dueñas se siente feliz de visitar México dentro del marco del Bajío International Film Festival (BJX) en su primera edición, donde ha sido condecorada con el homenaje internacional, además de que tuvo una conversación especial para el público con su paisano Javier Tolentino, cineasta y periodista, en la que dialogaron ampliamente de la vida de la actriz.
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Sin dudarlo, la madrileña de 50 años de edad comenta que para ella es indispensable que un largometraje tenga la fortaleza en su dirección, independientemente del guión o el reparto, por ello es en lo que se fija para involucrarse en un rodaje.
“Pienso que es el director el que hace la película, si hay director hay película y si no hay director, puedes tener lo que tengas, que no va a haber película ni de coña. Hombre, la lectura es importante (de guión), pero es verdad que cuando hay un director dices ‘vamos a donde quieras’”, subraya segura la actriz, en entrevista con Reporte Índigo.
Su máximo deseo es lograr la presea a Mejor Actriz Europea, y anhelaba hacer cine en Francia, por ello dejó Madrid y se mudó a París, donde radicó cinco años, pero la vida era insostenible en la ciudad de la luz, ahora mismo tiene una finca en Portugal, fuera de la gran ciudad, donde cuida de su madre que tiene Alzheimer, pero nada de esto le acongoja, ya que se siente deseosa de venirse a vivir a Latinoamérica.
“Soy un culo inquieto, ¡pero a lo bestia! Ya he contado que ahora no me muevo porque hay gente a la que tengo que cuidar, pero en cuanto pueda cojo la maleta y me largo otra vez, a Guanajuato me vendría un año, os lo prometo; a Buenos Aires me iría un año, aunque ahora está un momento chungo, a hacer teatro, a aprender, me iría a Berlín un año también”, describe entre risas y con aparente emoción.
Actualmente, la actriz se encuentra en rodaje en Barcelona, donde están produciendo la versión española de Bird Box (2018), junto al actor mexicano Diego Calva. En 2022 colaborará en el largometraje de Víctor Iriarte, Reescritura, este papel le apasiona a Dueñas y lo describe como “una bomba” siendo el más potente que le han otorgado hasta este momento de su carrera.
El lado B de Lola Dueñas
Se considera positiva por naturaleza, fuerte y valiente; sin embargo, Lola Dueñas también admite que es frágil, y en esta ambivalencia surgen pasiones distintas a la actuación, como el cocinar, su amor por las plantas, el medio ambiente y los infantes, aunque no es madre, le gusta juguetear con ellos a ratos.
Ahora, se ha vuelto vegetariana, tiene un respeto inmenso por los animales, odia la crueldad a la que son sometidos, y en contadas ocasiones prueba alimentos preparados con carne. Aquí en México se volvió fanática de los chilaquiles en salsa roja y los degustó con pollo, por recomendación de uno de los organizadores del BJX; de sus dotes culinarios, comenta algunos platillos que antes realizaba y otros que continúan en su menú, para cuando tiene invitados en casa.
“Me salía muy bien el rabo de toro, ¡pobrecito!… Los canelones, y ahora hago tortilla de bacalao, me sale muy rica, las croquetas, el salmorejo y el gazpacho me salen muy buenos. Yo hago muy bien los huevos a la mexicana en mi casa, en mi casa se desayunan muchas veces”, dice entre sonrisas.
La madrileña confiesa que otro de sus talentos artísticos escondidos es la fotografía, que lleva practicando desde hace muchos años. Después de tanto tiempo, al fin expondrá la primera muestra de su trabajo en una taberna en Portugal; siete imágenes son las que estarán en las paredes de ese lugar y será sin pseudónimo, al cabo que ella piensa que la gente por estar borracha ni siquiera reparará en su nombre.
Los temas que importan
Algún día la actriz espera hacer una película con la cineasta japonesa Naomi Kawaze porque admira su trabajo y talento femenino.
Sobre el feminismo, Lola Dueñas asegura que se alzará de nuevo para que las mujeres ocupen puestos de trabajo en el cine que antes no, además de que en la escritura de guión también observa esta potencia.
“Esto se ve con Almodóvar, con Ramón Salazar, director español que escribe de maravilla para mujeres. También me gustaría trabajar con Michael Haneke, con Robert Guédiguian, es un director francés, de Marsella, él trabaja siempre con sus colegas y con su mujer, veo sus películas y digo ‘yo pego perfectamente en el universo de Guédiguian’, me encantaría rodar con él”, agrega.
La “Chica Almodóvar”, sin pensar, está de acuerdo con la legalización de las drogas, porque esto impondría un rigor de calidad que sería benéfico para los consumidores, en lugar de ver desgracias, ella encuentra un camino positivo a futuro de lograrse esta legislación en cualquier parte del mundo.
“Todas las drogas, eso ya no lo sé ¿tú qué piensas? ¿Qué sí? Y además habría calidad al comprarlo, sería controlado, no se moriría la peña de sobredosis, o bueno, a lo mejor sí…Quién quiera consumir que lo consuma, está claro”, afirma.
Para terminar la conversación, Dueñas expresa que su sueño es que su casa de campo en Portugal sea literalmente un paraíso terrenal, y no descansará hasta que lo vea realizado.
Al cuestionarla sobre si quisiera volver a hacer teatro, ella bromea con querer encarnar a la Sra. Robinson en El graduado, basada en el libro de Charles Webb.
“Con un jovenzuelo bien mono, ¡Qué horror, súper siniestro! No, lo he dicho de broma, porque le cogí miedo al teatro sin ningún motivo y no he vuelto a hacer, y sé que el día que me atreva a subirme no me voy a volver a bajar, pero no sé qué me pasa (…) Me va a hacer muy feliz y que encima me va a ayudar para el amor, con lo cual esto va a ser un escándalo”, puntualiza para estallar de nuevo en risas.