Llaman a reflexionar sobre la libertad
Dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se realizará el coloquio público internacional De muro a muro
José Pablo EspíndolaEl día que simpatizantes del ahora expresidente Donald Trump tomaron el Capitolio en Washington, Estados Unidos, para interrumpir la sesión en la que se certificaría la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020, los organizadores del coloquio internacional De muro a muro supieron que era necesario debatir sobre la libertad.
Así lo recuerda Nicolás Alvarado, vocero de este encuentro que ocurrirá este 29 y 30 de noviembre dentro de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, quien cuenta que, a diferencia de otras ediciones donde tuvieron conversaciones muy largas sobre cuál sería el tema, en este caso fue muy rápido.
“Lo que estaba ocurriendo planteaba un gran debate sobre la libertad, porque, por un lado, se estaban viendo afectadas instituciones torales para la democracia estadounidense, pero, por otro, esas personas tenían el derecho a manifestarse”, comenta Alvarado.
Además, si bien Donald Trump abusaba de las redes sociales y de su investidura llamando al desorden, las plataformas digitales estaban censurando no solo a un ciudadano, sino a un mandatario, lo que llevaba a plantear una regulación, pero, ¿quién debía regularlas? ¿Las propias plataformas, los gobiernos estatales, los gobiernos nacionales, el derecho internacional o un órgano autónomo?
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A esto, que ocurrió a principio de año, se le sumaron el confinamiento por la pandemia de COVID-19, las reivindicaciones indentitarias, la cultura de la cancelación, los fenómenos migratorios y desplazados y las tensiones a la luz de esto, por lo que hablar sobre libertad era inminente.
“Es muy curioso, porque si tú juntas a una feminista, a un liberal y a un populista y les dices ‘ustedes están de acuerdo en que la libertad es un valor supremo’, te van a decir ‘sí, por supuesto’, pero al hablar de sus límites, van a estar de acuerdo en que tiene, pero no en cuáles son”, considera el escritor.
Así, para esta quinta edición de De muro a muro, que lleva por título “Libertad relativa”, sus organizadores consideraron importante llevar este debate en un contexto en donde la libertad es una idea que todo mundo enarbola, pero de la que existen definiciones muy distintas.
Las publicaciones que dieron pie
De muro a muro tendrá dos mesas presenciales y dos virtuales que, de alguna forma, tienen que ver mucho con la libertad, ya que varios de los exponentes que participarán en este coloquio no pudieron venir a Guadalajara, porque sus países los obligaban a tomar una cuarentena de 15 días al regresar y no podían darse el lujo de abstraerse de su vida, tanto profesional, personal y académica, durante esos días.
Al ser un coloquio público internacional que se realizará en una feria del libro, las publicaciones marcaron quiénes tendrían que ser los invitados para participar en él. Abogados internacionales, filósofos, políticos, activistas y ensayistas de diversas partes del mundo formarán parte.
“Por ejemplo, Lo viral, un ensayo del año pasado del escritor catalán Jorge Carrión, en donde justamente habla de la viralidad de la pandemia pero también de la viralidad del entorno digital y de los movimientos sociales, fue toral para él; también estará Alan Dershowitz, abogado estadounidense, muy polémico, porque es la conciencia moral del movimiento liberal, pero también defensor de personajes como Donald Trump, Harvey Weinstein y hasta Julian Assange”, comparte Nicolás Alvarado.
Dershowitz reivindica, de manera muy importante, en varios de sus escritos la primacía del estado de derecho sobre las opiniones políticas y personales, además de que también tiene un libro muy reciente sobre la cultura de la cancelación, Cancel Culture, uno de los ingredientes importantes de este coloquio.
También participará Annelien De Dijn, historiadora de los Países Bajos, quien acaba de publicar un ensayo provocador sobre la libertad, Freedom: An Unruly History, en donde sostiene que en términos contemporáneos, la libertad ha sido secuestrada como valor por la élites y se opone a la democracia entendida como un gobierno del pueblo.
Alejo Schapire será otro de los participantes. Él publicó La traición progresista, en donde habla de cómo se ejerce una suerte de macartismo de izquierda, donde la cultura de la cancelación y las redes sociales son atentatorias contra los valores de libertad que habitualmente abrazaba la izquierda.
Ilya Somin, abogado estadounidense de origen soviético, acaba de publicar Free to Move, libro sobre las migraciones, no solo internacionales, sino intranacionales, como una manera de protestar contra el entorno político o empresarial, a partir de condenar malas prácticas al cambiar de espacio, como dejar de comprar en una tienda o dejar de ir a una demarcación. El historiador australiano de origen malayo Chandran Kukathas también cuenta con un libro que habla sobre la migración.
Catalina Botero, Jorge Carrión, Ana María Olabuenaga, Antonio Villaraigosa, Maruan Soto Antaki, Naief Yehya, Alejo Schapire, Mónica Tapia, Alejandro Madrazo, Emilio Lezama, Ana Paula Ordorica y Salvador Camarena, serán otros de los participantes.
Preguntas más que respuestas
De muro a muro nunca ha sido un coloquio que pretenda dar respuestas, sino identificar nuevos paradigmas. Este espacio nació cuando se aproximaban los 30 años de la caída del Muro de Berlín y ante la amenaza de completar el muro que separa la frontera de México y Estados Unidos.
“Entre esos dos muros el mundo cambió, los paradigmas sociales, culturales, políticos y económicos se trastocaron todos, la pandemia fue un acelerador fundamental de esos cambios, habían muchos procesos sociales que se venían dando, pero a los que la pandemia les dio un impulso”, dice Nicolás Alvarado.
A partir de eso, explica el comunicador, lo que busca De muro a muro es decir “a ver, las coordenadas de la discusión sobre, en este caso, la libertad, están por aquí; las distintas posturas ideológicas vienen de por acá, vamos a juntarlos, a ponerlos a debatir”. La intención no es llegar a una conclusión, pero sí darle herramientas al público para que se hagan preguntas.
“El objetivo es que la gente llegue a sus casas y con un birote con crema y un chocolate caliente tenga la posibilidad de discutir en familia, entre amigos, incluso, al interior de sí mismo, sobre el mundo que estamos viviendo y, finalmente, a partir de eso logren problematizar su actuación ciudadana”, afirma.