La pérdida de hielo en el Ártico, el aumento del nivel del en los océanos, los cambios en los ecosistemas y fenómenos climáticos extremos son problemáticas que devastarán al mundo, sino se toman medidas urgentes y coordinadas para detener el cambio climático y salvaguardar los océanos.
El Informe especial sobre el océano y la criosfera en un clima cambiante, elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) muestra la necesidad de actuar urgentemente para generar cambios a largo plazo.
Para la elaboración del documento, más de 100 autores de 36 países evaluaron la bibliografía científica más reciente sobre los océanos y la criosfera en un clima cambiante, e hicieron referencia a 7 mil publicaciones científicas, aproximadamente.
La reducción de las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero (GyCEI) limita la magnitud de los cambios en los océanos y la criosfera y permite preservar los ecosistemas y los medios de subsistencia que dependen de esas regiones, ya que son zonas congeladas del planeta que desempeñan una función vital para la vida en la Tierra.
Los océanos han absorbido entre 20 y 30 por ciento de las emisiones antropogénicas de CO2, lo que ha provocado su acidificación y ha mermado su productividad.
Dentro de los riesgos, el documento asegura que en el caso de México, particularmente, se verían afectadas las zonas costeras, al aumentar el nivel del mar, sobre todo en regiones como el Caribe y la península de Baja California, lo que además pone en riesgo la seguridad de las personas que las habitan.
Los expertos estiman que con cada grado de calentamiento adicional, aquellos fenómenos que en el pasado se producían una vez cada 100 años tendrán periodicidad anual a mediados de siglo en muchas regiones, agravando los riesgos a los que están expuestas las islas, por ejemplo, México cuenta con tres mil islas e islotes dentro de sus aguas territoriales.
El IPCCD dice que se requiere destinar financiamiento para la adaptación, de lo contrario los riesgos de inundación acrecentarían, dejando inhabitables algunas zonas insulares. Además, la intensificación de los vientos y las precipitaciones asociados a los ciclones tropicales agudizan los impactos y riesgos costeros.
El calentamiento de los océanos y los cambios en su química ya ocasionan alteraciones en las especies, lo que repercute en los ecosistemas marinos y las comunidades que dependen de estos. A la fecha, los océanos han absorbido más de 90 por ciento del exceso de calor del sistema climático.