En este mundo hay dos tipos de personas: los que entienden la ingeniería de las cosas y los que no. Bueno, quizá estoy exagerando, aunque tal vez mi punto va más por el lado de la curiosidad.
De niños, se nos activa la inquietud y la curiosidad en automático. Queremos saber el por qué de todo, por más obvio que parezca. Pero con la edad, algunos –quizá la mayoría– vamos perdiendo ese sentido de curiosidad, de saber cómo es que funcionan las cosas y nos conformamos solo con consumirlas y usarlas.
Quienes siguen por el camino de la ingeniería o la electrónica –o simplemente los curiosos entusiastas– nunca pierden ese sentido; es a ellos a los que les debemos el desarrollo y la innovación de nuevas tecnologías.
La ingeniería inversa más que un pasatiempo curioso, puede desencadenar la creatividad y el conocimiento necesario no solo para saber cómo funcionan las cosas, sino para crear nuevas cosas.
Bajo esta lógica, Ayah Bdeir, ingeniera y artista digital, desarrolló el proyecto littleBits, “una biblioteca de código abierto de módulos electrónicos que se unen con pequeños imanes para jugar y crear prototipos”.
La descripción no le hace justicia a lo divertido y colorido de este proyecto que acaba de recaudar 3.5 millones de dólares de capital para financiar su expansión. En resumen, es una empresa que desarrolla lo que podría ser el juguete LEGO del futuro. La diferencia está en que littleBits permite crear estructuras más complejas gracias a sus bloques intuitivos prediseñados.
La creación de sofisticados sistemas electrónicos nunca fue tan sencilla y divertida.
El primer bloque
En entrevista para Reporte Indigo vía Skype desde Nueva York, Ayah Bdeir nos explica que inicialmente littleBits era un proyecto dirigido a diseñadores, no a niños.
“(littleBits) Solía ser un proyecto (…) que empecé en el laboratorio de arte y tecnología de Eyebeam (…) era muy simple, la idea era hacer trabajar a los diseñadores con la electrónica, particularmente diseñadores industriales y de producto”, dice Bdeir.
Eyebeam es el centro de arte y tecnología sin fines de lucro líder en Estados Unidos “que proporciona un contexto fértil y herramientas digitales de punta para la investigación digital y la experimentación”.
Desde ahí, Bdeir desarrolló littleBits para que los diseños industriales cobren vida y no se queden en el tradicional render o maqueta de foamy sin vida. La idea principal era “que pudieran ser capaces (los diseñadores) de integrar la electrónica en sus proyectos”.
“Los diseñadores lo veían en mi mesa y decían ‘oh esto es muy cool, ¿lo podemos comprar? ¿Dónde se puede comprar? ¿Puedes hacer uno que haga esto? ¿Otro que sea batería?’”, recuerda Bdeir.
El regreso del hardware
Luego de un boom de nuevas empresas o startups de software y desarrollo de apps, parecía que la creación de cosas tangibles se había mantenido relegada en la era de la iTunes Store.
Pero el éxito de Kickstarter, el sitio de financiación colaborativo para proyectos creativos, ha ayudado a que no se pierda el énfasis en la innovación tangible, de hardware. Y littleBits es uno de los proyectos a la cabeza de este regreso de los bits vs. bytes.
El propósito principal de este proyecto es “crear la siguiente generación de personas que sean capaces de resolver problemas”, como dicen en su sitio oficial. Y es que si convivimos en promedio más de 7.5 horas diarias con nuestros dispositivos digitales, ¿por qué no interesarnos un poco en su funcionamiento? O mejor aún, en desarrollar el siguiente gran gadget o aparato con nuestras propias manos. Pues littleBits quiere inculcar este sentimiento desde pequeños y para ello se valen de un diseño colorido, fácil de usar, experimentar, crear y jugar.
Comprar alguna de las piezas de littleBits es por ahora relativamente caro porque no están produciendo a gran escala. La inyección de capital que recibieron hace unas semanas les permitirá comenzar a producir más y eso podría eventualmente bajar el precio de sus productos: el kit inicial cuesta 89 dólares (unos 1,160 pesos). El 60–70 por ciento de sus clientes son padres de familia y niños; 20 por ciento maestros y escuelas; el resto, aficionados de la electrónica.
Arte e innovación, de la mano
Ayah forma parte de una nueva generación de “fabricantes de la nueva era”, como la describió The New York Times en un artículo publicado en marzo de este año.
¿Qué implica esto? Desarrollar habilidades multidisciplinarias, tener una buena idea y saber tocar las puertas correctas.
Antes de descubrir su verdadera pasión, Ayah trabajaba como consultora financiera de software para una empresa de tecnología. Aunque ganaba mucho dinero, el trabajo no la llenaba.
En un momento decisivo, renunció y consiguió una beca –y un salario considerablemente menor– en Eyebeam, un centro de arte y tecnología en Nueva York.
Aquí encontró la inspiración creativa que le hacía falta. Con sus conocimientos computacionales, Bdeir experimentó con el arte multimedia hasta que surgió la idea de littleBits.
No conforme, decidió fundar Karaj en Beirut, un “espacio abierto a artistas, diseñadores, entusiastas de la tecnología y arquitectos”. La idea es conjuntar talentos de diferentes disciplinas para “contribuir cambiar las cosas y desarrollar una comunidad creativa”. Arte experimental al servicio de la comunidad.
Con littleBits ha conseguido reconocimientos importantes a pesar de ser un proyecto joven: ha sido reconocido por la influyente revista MAKE, ganaron el premio a lo mejor de la Toyfair 2012 y el MoMa de Nueva York adquirió parte de su colección de bits para la exhibición multimedia “Talk To Me” en la categoría de objetos.
Entrevista con Ayah Bdeir
Ayah Bdeir creció entre Líbano, Canadá y Estados Unidos. Se graduó en Ingeniería Computacional y Sociología en la American University de Beirut y después obtuvo una maestría en el MIT Media Lab, el laboratorio dentro de la Escuela de Arquitectura y Planificación del MIT que se dedica a impulsar proyectos de investigación en la convergencia del diseño, multimedia y tecnología. Ayah vive y trabaja actualmente en Nueva York. Tiene 28 años.
¿littleBits es el juguete del futuro?
Sí, nos gustaría pensarlo de esa manera. De niños solíamos tener kits de ciencia, de química o diferentes sets de construcción con los que podías jugar y usar tu imaginación. Y por supuesto estaban los LEGO. Los juguetes solían ser más abiertos y lentamente empezamos a ver cómo se cerraban cada vez más.
¿Cómo influyó TED?
TED tiene una muy buena reputación y lo hermoso es que tiene un alcance muy internacional (…) Cuando di la plática en TED de repente teníamos gente de todas partes del mundo enviándonos correos electrónicos todo el día, desde Singapur, África, Chile, India… de países donde nunca habíamos tenido contacto antes.
¿Dónde te gustaría ver a littleBits? ¿En anaqueles de una juguetería o como parte de un programa gubernamental en las escuelas?
No es una cuestión de uno u otro. Uno de nuestros objetivos es ser capaces de bajar el costo de producción de manera significativa, lo que nos permitiría estar presentes en diferentes lugares, como en escuelas públicas, en programas de apoyo del gobierno o en países en vías de desarrollo. No queremos convertirnos en un juguete de lujo, no podemos hacer una diferencia en este mundo si tenemos un producto que solo los ricos van a poder comprar.
¿Influyó tu infancia para desarrollar la idea de littleBits? ¿Solías jugar mucho con la electrónica de niña?
Definitivamente, solía romper muchas cosas. Mi papá siempre estuvo de alguna manera provocándome el interés por la ingeniería y la electrónica cuando era más pequeña (…) Siempre estuve interesada en eso mientras crecía pero sentía –y no estaba de acuerdo– que el mundo de la ingeniería y del arte estaban muy separados. Y me interesé en juntarlos; ¿cómo se puede hacer ingeniería creativa? Así que con suerte eso estamos haciendo.
Productos y comunidad
Para más información sobre los kits y los precios
Plática en TED
Con casi 500 mil vistas, esta plática en TED ayudó a littleBits a tener mayor notoriedad.
Ayah habla en menos de 6 minutos sobre la evolución de los bloques de construcción: a los que siguieron los LEGO y los “nuevos bloques de construcción”, los transistores.
La fundadora de littleBits explica cómo no estaba de acuerdo en que estos nuevos bloques solo pueden ser entendidos y usados por “expertos”, así que se dio a la tarea de acercar esta tecnología a las personas que no entendemos del todo la electrónica.
Primero enfocado a diseñadores industriales y de producto, y ahora disponible en formato de juguete para niños, adultos y curiosos de la electrónica.
Más que bloques
No te pierdas a Ayah explicando su proyecto en video