Cuando llegue el holocausto nuclear al planeta, las únicas especies que sobrevivirán serán las cucarachas y Cher.
Una broma cruel pero cierta para la única cantante que logró tener un éxito número uno durante cuatro décadas consecutivas.
Quisiera agregar a otro grupo a esa broma. Si el mundo se llegara a acabar en 2012, lo único que sobrevivirá serán las cucarachas, Cher y Linkin Park.
La banda ha sobrevivido –contra todas las expectativas– por más de una década teniendo hits, pese a pertenecer a uno de los géneros con peor reputación en la historia de la música: el nu metal. Ese amorfo híbrido de rap y rock.
Nadie hubiera pensado que los creadores del himno de enojo juvenil “One Step Closer”, continuarían con un éxito estable hasta la década siguiente. Además, están a punto de ser los headliners del MTV World Stage que se hará en Monterrey el próximo mes.
¿Cómo se puede explicar el hecho de que Linkin Park ha trascendido? Dos motivos: La voz de Chester Bennington es una de las más originales de su generación, en el radio mainstream nadie grita como el; la segunda es que la banda se ha convertido en favorita de los superproductores. No en balde titanes como Jay-Z y Rick Rubin, el mítico productor de Johnny Cash y Beastie Boys, han decidido grabar con ellos.
La fuerza de su sencillo electropop “Burn It Down” convirtió a su más reciente disco, “Living Things”, en el quinto de la banda en llegar al número uno de Billboard.
Por momentos Linkin Park parece una banda que disfraza su facilidad para crear hits que en la radio pueden competir con éxitos pop.
Se han convertido en sobrevivientes al lograr hacer pop vestidos de negro.