Según la mitología hebrea, antes de Eva, Lilith fue la primera esposa de Adán, quien decide abandonarlo por iniciativa propia, antes de someterse a una vida sin libertad para ser ella misma.
Esta misma referencia fue retomada por las artistas Tatiana González (guitarra y composición) y Marcela Carmona (teclado, voz líder y composición) para crear LILITH.
La banda hace esta referencia para destacar su intención de ser la primera banda de rock conformada por mujeres en Medellín, Colombia, y por la rebeldía intrínseca en su decisión de hacer rock, así como abrirse un lugar en una escena liderada mayoritariamente por hombres.
'A través de nuestras canciones buscamos cuestionar nuestra realidad, enfrentar el miedo que nos inmoviliza, los juicios que nos desdibujan y ser un impulso para que quienes se han quedado en silencio vuelvan a alzar sus voces'
Marcela Carmona menciona sobre su agrupación que tiene influencias del hard rock, el rock alternativo y el rock clásico.
Con riffs potentes, voces con carácter propio, beats que aceleran el corazón y letras que invitan a la reflexión, LILITH quiere que su propuesta resuene en los oídos y el corazón de quienes las escuchen en Colombia y Latinoamérica, que su proyecto genere identidad y perdure en el tiempo, y que su música, más allá de entretener, transmita un mensaje que invite a construir paz y aporte para que el mundo sea un mejor lugar.
La banda nace cuando Tatiana y varias amigas del colegio deciden tomar clases de guitarra eléctrica, bajo y batería en la Academia Hard Rock Taller para formar una banda de rock femenina. Allí se encuentran con Sara Delgado, primera vocalista, para apostarle a la idea de hacer música y demostrar que las mujeres poseen el talento necesario para mover al público rockero.
Este año LILITH lanza su nuevo disco Sin miedo, trabajo que explora situaciones y problemáticas en las que los seres humanos experimentan miedo: el conflicto armado, la violencia contra las mujeres, el acoso y el abuso.
Además, la forma en que la música se convierte en una herramienta poderosa para buscar vencer los miedos y buscar la luz, para lograr que, a través de la unión y de la colaboración, se puedan crear escenarios de paz, liberar las expresiones e inspirar a otras personas a alzar su voz.
“El álbum contiene mensajes de esperanza, ánimo, solidaridad, sororidad y acompañamiento, porque no están solos y solas; también perseverancia, amor por la música y por la vida”, agrega Carmona.
Además, la banda rinde homenaje a las raíces fusionando el rock con los sonidos autóctonos como fusiones con cumbia, hip hop y música electrónica; logrando una propuesta de colaboraciones únicas donde pesa más el resultado musical y el proceso colaborativo, que el género.
A través de su música, la banda originaria de Medellín desea seguir creciendo, derribando fronteras físicas y sonoras.
“Buscamos que nuestra música resuene en más oídos llevando un mensaje positivo que impulse a vencer los miedos que tanto nos limitan. Vivir con miedo es una de las peores sensaciones que podemos experimentar.
“Queremos que las personas sientan que esos miedos pueden transformarse y que la música puede ser una herramienta para liberarse, despertar, tomar fuerzas, hablar y expresar lo que sentimos para alivianar los pesos y prejuicios que no nos permiten ser”, concluye.
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