Cuando gran parte de los intelectuales en México se mostraron a favor de Morena en las elecciones federales de 2018, la autora Liliana Blum se mantuvo firme ante su postura política, ella no veía un futuro claro en las promesas de Andrés Manuel López Obrador y ahora, a tres años de su gobierno, ve que el Presidente le ha quedado mal a las mujeres del país.
La duranguense no tiene reparos en decir que esta administración se ha encargado de disminuir el apoyo hacia ellas, no sólo por lo que mediáticamente se ha logrado observar, sino también por lo recursos que se han ido mermando para proteger a las mujeres en caso de violencia de género.
“No sólo él no estar haciendo nada en pro de ellas, sino el haber quitado las cosas que sí había y que funcionaban, entre ellas los refugios para mujeres golpeadas, también quitó toda una partida enorme para las mujeres indígenas”, describe Blum, en llamada telefónica.
Este daño constante hacia grupos de riesgo, como lo son mujeres y niños, pareciera que son una consigna directa para la 4T, o por lo menos así lo observa la escritora, quien se encuentra totalmente molesta con el actual gobierno federal.
“Dentro de los pobres, los más vulnerables son los niños y las mujeres, y parece que hasta sistemáticamente han sido el objetivo negativo de las políticas de la 4T, así es que yo creo que nos quedan debiendo en todos los sentidos, por no aportar, no solamente, sino por quitar lo que ya había y funcionaba”, indica la autora.
“Necesitamos un camino que no nos lleve a la dictadura tropical, como Venezuela o Cuba, porque yo siento que la alternancia que había habido, un poco entre el PAN y el PRI, los obligaba a mejorar y yo digo que si bien todos robaban, al menos hacían muchas cosas por el país”, piensa la autora.
Blum estuvo recientemente de manera presencial en el HAY Festival de Querétaro, donde conversó junto a Santiago Roncagliolo y Daniel Krauze; durante 2020 publicó con Seix Barral, Cara de liebre, ficción en la que retrata a dos mujeres que se sienten atrapadas en sus cuerpos y por los estigmas de la crítica social moderna.
‘El feminismo la tiene difícil’, afirma Liliana Blum
Actualmente el movimiento feminista se encuentra en una pausa presencial, Liliana Blum quisiera que nuevamente se saliera a las calles para manifestarse como ocurría en 2019, pero desde una mirada pesimista, cree que hay pocas opciones para seguir impulsando este cambio que se necesita en el país.
Claramente este movimiento social ha podido hacer de la trinchera digital su punto de lucha, pero esto no es suficiente, admite Blum, porque el trabajo que hay que hacer para cambiar el problema de raíz es mucho mayor que sólo tener presencia en redes sociales.
“Creo que si de por sí, digamos, el feminismo la tiene difícil, cómo ir en contra de esta cultura, ahora sí que milenaria, y que los cambios se van dando a cuentagotas y con todo en contra, creo que justamente el momento que vivimos hoy en México es totalmente adverso, ya vimos que las mujeres en el gabinete son poco más que floreros, son mujeres a quietas, que tienen que decirle al señor presidente, ‘sí, mi señor’, entones, estamos ante un retroceso en el terreno del feminismo”, platica.
Lenguaje inclusivo, tema espinoso
Las batallas por abrirse camino en igualdad de género también abarca el darle voz a minorías y grupos sociales que se sienten denostados, al no tener una descripción que les haga sentir parte de una comunidad, esto pasa con personas no binarias y con la conversación que tanto ha dado que hablar con el lenguaje inclusivo.
La escritora admite que meterse en esa polémica en un terreno minado, y al menos por ahora ella no cree que sea necesario utilizarlo en los textos que publica, porque no ve el propósito en acciones concretas hacia la discriminación.
“Es un tema espinoso, yo como escritora y que me encanta el idioma español, no estoy, digamos, por ese tipo de lenguaje, y además se me hace un poco superficial, en el sentido de que podemos hablar como sea, pero sigue siendo un hecho que los gays continúan siendo rechazados en muchos lugares por su sexualidad, las mujeres siguen siendo violadas y asesinadas todos los días”, reitera.
Primero, el tener castigo y real reprimenda a las agresiones en contra de quienes son vulnerados, después, ver por el lenguaje inclusivo, esta es la postura de Liliana Blum, quien observa que no sólo en México se ha intentado hacer uso de esta modificación al idioma, sino en otros países de primer mundo, donde todavía no se logra mejorar las condiciones de vida para mujeres y comunidades LGBT+.