Lila Downs dedica concierto a las desaparecidas de México en el Cervantino

Con un repertorio que representó la cultura del norte del país hasta el sur, Lila Downs llevó a la Alhóndiga de Granaditas un mapa sonoro al más puro estilo mexicano
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Desde las tierras áridas del norte del país, hasta los paisajes selváticos de México, Lila Downs ofreció un homenaje a México a través de un mapa sonoro con sus paisajes, sabores y colores.

Al son de cumbias, rancheras y algunas cumbias, la cantante agradeció estar una vez más en el Festival Internacional Cervantino y dijo que este concierto “será un tributo a las personas que hacen tanto por los demás y que nos dan identidad”, refiriéndose a las mujeres de los mercados, de la gastronomía, de los textiles y de la grandeza que es México.

Asimismo, expresó que está dedicado a su familia mixta, migrante, y en especial a su madre, una indigena mixteca y comerciante, quien le inculcó la educación y le heredó el arte.

La cantante se presentó junto al Cuarteto Barro Negro, con quienes interpretó gran parte de su repertorio como “La Sandunga”, “Son del chile”, “La campanera” y “La Martiniana”.

El homenaje a México continuó cuando un grupo de bailarines de danza regional se subieron al escenario para acompañar a la cantante, quien también zapateó al ritmo de “Yo ya me voy” y “Tortolita”.

A unos días de celebrarse el Día de Muertos, la originaria de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca, recordó a “nuestros muertitos” con la canción “La flor de cempasúchil”.

Ya avanzada la noche, Lila Downs no perdió la oportunidad de dedicarle la canción “Dignificada” a Digna Ochoa y las miles de mujeres que se encuentran desaparecidas en México. Durante esta interpretación apareció una Catrina, personaje que caminó por todo el escenario.

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Después de interpretar “Urge”, subieron al escenario el Mariachi Femenil Tecalitlán para tocar “El último trago” de José Alfredo Jiménez.

Las raíces oaxaqueñas y angloamericanas se entrelazaron con la tradición a través de la música. La voz sirvió como recurso con el que toma para difundir mensajes de lucha, amor, melancolía y fiesta, siempre ligados a la mexicanidad.

Diversidad es una de las palabras que representan a la cantante mexicana al no existir un género que la defina, por lo que el concierto continuó con la interpretación de “Envidia”, “Cucurrucucú Paloma”, “Zapata” y “La cumbia del mole”, momento en que todos los asistentes a la Alhóndiga agarraron a su pareja para sacar sus mejores pasos de baile.

Después de casi hora y media de concierto y que la cantante se despidiera, la gente comenzó a gritar “¡Lila, Lila, otra, otra!”, Downs decidió cerrar esta noche llena de cultura y tradición con la interpretación de “Tu recuerdo y yo” y “Vámonos”, de José Alfredo Jiménez, así como y “Mezcalito”, acompañada, nuevamente, por el Mariachi Femenil Tecalitlán.

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