Este jueves debió ser un día de fiesta para las librerías independientes de México. Sin embargo, el panorama fue desolador; clientes inexistentes, tiendas cerradas y finanzas a punto de la bancarrota.
Y es que, en pleno Día del Libro, estos pequeños empresarios no sólo han dejado de percibir ingresos por la epidemia de Covid-19; además deben asumir los gastos operativos y continuar con el compromiso de la renta, nómina y servicios básicos.
“El 23 de abril para nosotros es un día alegre: las librerías se llenan de actividades, rosas y regalos. Pero este año las librerías independientes no estamos de fiesta”, indicó en un comunicado la Red de Librerías Independientes.
Estas 39 librerías que conforman la red no han tirado la toalla y han intentado adaptarse al contexto de la cuarentena para sobrevivir con ventas a domicilio, lecturas, charlas virtuales y generación de contenido… pero varias se han visto obligadas a cerrar.
Ante esta situación, las y los dueños de estas librerías han hecho un llamado a clientes y autoridades para sumar esfuerzos que les permitan sobrevivir a la crisis generada por el coronavirus, pues perder estos lugares no sólo implica cerrar comercios, sino prescindir de auténticos centros culturales.
De esta manera, solicitaron a las autoridades reactivar la ley del precio único del libro, además de aprobar tasa cero para librerías y todo lo que se consume en ellas.
Otra de las peticiones es que los gobiernos realicen compras directas a las librerías para bibliotecas y escuelas públicas.
“A nuestros amigos, visitantes y clientes, les agradecemos toda su solidaridad, apoyo y cariño. Reiteramos nuestro compromiso por permanecer y continuar con nuestros espacios de libertad para ustedes, lugares fundamentales para la cultura en las ciudades. Ustedes son nuestra razón de ser”, concluye la red de uno de los sectores más afectados por la epidemia.