La forma y el tiempo en el que aprendemos nuestra lengua materna es algo que había intrigado por años a los científicos, quienes creían que era muy improbable que un bebé aprendiera un idioma en tan poco tiempo y solo podían atribuirlo al aprendizaje prenatal.
Un feto desarrolla la habilidad de escuchar a las 30 semanas de gestación, lo que quiere decir que puede reconocer la voz de su madre y otros sonidos externos durante los últimos dos meses del embarazo.
Con base en esto, un nuevo estudio afirma que los niños aprenden fragmentos de su idioma nativo desde antes de nacer. La investigación, que será publicada en la revista especializada “Acta Pediátrica”, puso a prueba a 40 recién nacidos estadounidenses y 40 suecos para ver si podían distinguir entre sonidos vocales en inglés y en sueco.
Los científicos dieron a los bebés –cuya edad variaba entre siete y 75 horas de nacidos– chupones que contaban el número de succiones que hacían. Después los pusieron a escuchar sonidos en los dos idiomas, entre más chupaban, más sonidos se reproducían. Los investigadores dedujeron el interés de los niños en cada sonido de acuerdo a la cantidad de succiones.
Los bebés estadounidenses chupaban más a menudo al escuchar el sueco, lo que sugiere que no habían escuchado esos sonidos antes, y los bebés suecos lo hacían cuando escuchaban el inglés.
Este descubrimiento también sirve para apoyar las teorías que afirman que poner música a los niños desde que se encuentran en el vientre estimula la comunicación y forma un vínculo entre madre e hijo.
Experiencia intrauterina
La investigación completa