“Le daría una cachetada por haberse ido”. Lo que Minnie West le diría a su madre Amparín Serrano
Minnie West se abrió por primera vez sobre cómo ha sido enfrentar la muerte de su madre y lo difícil que ha sido lidiar con las burlas
José Pablo EspíndolaDespués de la muerte de su madre, Minnie West ya no disfruta la vida igual. Por el nivel de conexión que tenían, asegura que nunca lo va a superar y entiende que su vida cambió por completo.
“Te hace sombra y te jala para atrás, es como si tuvieras gastritis y te encontrarás a Leonardo DiCaprio, no lo disfrutas igual por el dolor constante que sientes”, así es como explica lo que vive.
Amparín Serrano, madre de la actriz y creadora de la marca de juguetes Distroller, murió el año pasado a causa de un accidente en su casa. Por mucho tiempo se especuló que se había caído de un sillón-elevador que tenía; sin embargo, no fue así.
“La muerte de mi mamá se volvió mediática y fue algo que me pegó, con lo que no pude. En todas las revistas estaba la cara de mi mamá y me ponían mal. Luego se empezaron a inventar teorías de cómo se había muerto, que fue lo más doloroso. Nunca me había pasado algo así”, comparte la actriz de cintas como Me gusta, pero me asusta.
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Además recuerda cómo la gente era tan cruel que hacía chistes sobre el accidente de Amparín. Por ejemplo, recuerda cómo cuando lanzaron una muñeca inspirada en su mamá a manera de homenaje, las personas comentaban: ¿por qué no incluye su sillón?
Toda esta presión mediática, aunada al dolor que sentía por la ausencia de su madre y el deseo de lanzarse por unas escaleras, la llevaron a tomar la decisión de ingresar a un psiquiátrico.
En aquel lugar tuvo que enfrentarse a sus miedos y entendió que el tiempo no siempre cura el dolor, a veces lo hace más intenso.
“Me detectaron algo que se llama simbiosis, que es como cuando nacen unas siamesas y les hacen una operación para salvarlas, sientes que perdiste la mitad del cuerpo, eso es lo que me estaba pasando a mí por el grado de relación que tenía con mi mamá. ¿Imagínate despertarte cada día y sentir que te falta la mitad de tu cuerpo? Era como muy raro, sin mis pastillas y mi psiquiatra no seguiría yo aquí”, afirma.
Todas estas declaraciones las hizo la actriz y productora a Aislinn Derbez en su podcast La magia del caos.
“No digas lo siento”
Cada que le preguntan a Minnie West, “¿cómo estás?”, a ella le gustaría responder, “de la chingada”; sin embargo, se detiene, porque sabe que no está bien darle ese peso a quien la saluda. Así que solo dice, “bien, gracias”.
Por ello, cuando conoce a alguien que ha sufrido una pérdida igual o parecida a la suya, hay dos cosas que nunca les dice: ¿cómo estás? y lo siento mucho.
“De las cosas que más me duelen es que me digan: lo siento mucho, porque no lo siento real, lo siento vacío. Se nota que nunca has tenido una pérdida así o tú lo vives diferente porque no funciona, explica.
Durante esa difícil situación, Minnie tenía novio y fue la persona que más la ayudó, porque estaba ahí para ella, sin la necesidad de estarle diciendo cosas, como ánimo, échale ganas o venga, es un nuevo día.
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Esa persona fue la que la ayudó a entender que estar ahí sin decir nada es lo que más ayuda en esos momentos.
“La pérdida de mi mamá vino con muchas más pérdidas muy cercanas, por ese tipo de cosas, porque cuando alguien se mete con mi luto, con algo de mi mamá, ahí sí no tengo tolerancia, aprendí a tener tolerancia en mil otras cosas, pero en esa no tengo”, enfatiza.
Una de las cosas que más le trauma es saber que va a tener que acordarse de su mamá más de lo que la conoció. También le molesta cuando le comentan: es que a tu mamá le encantaría verte feliz.
“Pues no sabes, no está aquí, es lo que les digo, porque si hubiera sido al revés, estoy segura de que mi mamá estaría deshecha al igual que yo”, considera.
Si tuviera la oportunidad de volver a ver a Amparín, de primera instancia no sabría lo que haría.
“Puta, no sé, chance le daría una cachetada por haberse ido. Le diría no creo que me dejaste aquí, me hubieras llevado”, opina.
Lo que realmente pasó
Minnie West cuenta que su mamá se cayó de su balcón que no tenía un barandal, ya que lo estaban arreglando, y las únicas que vieron fueron ella y su sobrina de cinco años.
“De ahí, bajé corriendo, llegó mi hermana, tuve que hacer básicamente todo, entre agarrarle la cabeza con sangre con un trapo, llamar al 911 y a las personas que me ayudaron a encontrar una ambulancia; sin embargo, cuando llegó ya se había ido”, platica.
Por mucho tiempo, West pensó que había sido su culpa, por no haber hecho lo necesario, pero con el tiempo y los comentarios del personal de salud, entendió que hizo todo lo que pudo.
Sobre su sobrina también se reprocha el no haberla cuidado y dejar que viera a su abuela ensangrentada en el suelo.
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“Ahorita la veo y sé que tiene muchísimo trauma y cada vez que ve un arcoíris se acuerda de Ampa y dice: qué triste que no estás aquí, y eso me parte el alma, porque le remonta a la escena de las dos”, asegura.
Para agregar más drama a la situación, al ser un accidente y solo estar su sobrina de cinco años y ella, para que les dieran el acta de defunción, la pusieron a actuar la escena en el balcón y a su sobrina le pidieron que la dibujara.
“Su dibujo es mi mamá cayéndose del balcón, que no tenía barandal porque lo estaban arreglando, hasta el piso y ya tiene alas”, comparte.
Este dolor lo enfrenta en familia, que se unió más a partir de la tragedia.
“Entre todos nos tenemos que apoyar porque es un pico, ahora te toca a ti estar llorando y ahora voy yo. A todos nos afecta de diferentes formas en diferentes momentos, pero estamos unidos”, finaliza.