El camino recorrido por Laureano Brizuela es uno lleno de desafíos, transformaciones y éxitos. A sus 74 años, el icónico “Ángel del Rock” se encuentra en un momento de absoluta madurez profesional, un estado que él mismo describe con emoción y orgullo.
Su voz, cargada de la misma energía que lo ha acompañado por décadas, nos transporta a un viaje lleno de música, recuerdos y un profundo amor por su público.
“Es un tiempo de absoluta madurez en cuanto a música. Hemos aterrizado esa energía que traíamos en décadas atrás y mucho mejor administrada, creo”, comparte Laureano.
El cantante se encuentra en una etapa de su carrera donde la experiencia y la pasión convergen de manera armónica. Con una banda que lo acompaña desde hace 15 años ha logrado una cohesión musical que se refleja en la perfección de sus ejecuciones en vivo.
“Tengo una banda que me acompaña ya hace 15 años, inamovible, gente muy talentosa y muy ajustada en sus ejecuciones”, afirma con orgullo.
Esta colaboración constante ha permitido una consolidación y perfección de su música, reflejada en una recopilación de más de una treintena de canciones que siguen resonando en el público.
Una mirada al pasado
La historia de Laureano en el mundo del rock en español no es solo un relato de su carrera, sino también un testimonio del desarrollo de un género musical en México.
Brizuela rememora los inicios de su carrera en un país que ha jugado un rol fundamental en su desarrollo como artista. “México representa precisamente mi renacimiento como intérprete“, señala, recordando los tiempos en los que el rock en español luchaba por encontrar su lugar en los medios de comunicación dominados por géneros más tradicionales.
Su llegada a nuestro país marcó un antes y un después en la escena musical. Con shows cargados de energía y una propuesta que rompía con los esquemas establecidos, Laureano abrió puertas para muchos otros artistas.
Su próximo álbum, que está en proceso de producción entre Buenos Aires y Los Ángeles, es una promesa de nuevas propuestas sin dejar de lado los éxitos que lo consagraron.
“Al público le gusta escuchar lo que ya conoce y ha amado, pero siempre es emocionante introducir nuevas canciones que reflejan nuestra evolución”, comenta Laureano, quien hace hincapié en la importancia de mantener un equilibrio entre lo clásico y lo nuevo.
México, reitera, ha jugado un papel crucial en su carrera, por lo que lo describe como su “patria musical“, ya que además de abrazar su música, también fue el escenario donde Laureano consolidó su carrera y ganó una legión de seguidores fieles que han crecido y evolucionado con él.
Laureano Brizuela es más que un músico; es un pionero, un artista que ha sabido adaptarse y mantenerse vigente a lo largo de las décadas. Su historia es un reflejo de perseverancia, innovación y amor por la música.
“Estoy en el momento más rico para mostrarles a la gente que seguimos con la misma energía que conocieron, pero con mucha más conciencia de lo que es la delicadeza y la estética del trabajo de escena“, comparte.
A lo largo de cuatro décadas, Laureano ha sido testigo y protagonista de una evolución musical que ha dejado una huella imborrable en la historia del rock en español. “Creo que es un momento súper interesante en cuanto a madurez, en lo que significa subirse a un escenario, responderle a tu público”, reflexiona.
Su música ha trascendido generaciones, y sus canciones siguen siendo parte del catálogo de muchas emisoras radiales y plataformas digitales.
Finalmente, Laureano no puede evitar expresar su gratitud hacia su público, ese que lo ha acompañado fielmente a lo largo de los años y por el cual hoy es una figura emblemática del rock en español. Su legado continúa vivo, alimentado por la pasión y el amor de sus seguidores.
Una noche mágica
El cantante se presentó en La Maraka el pasado 6 de julio, en donde se vivió una noche para recordar, un encuentro entre Laureano Brizuela y su público, una celebración de la música, la historia y la conexión que trasciende generaciones.
Con una mezcla de éxitos inolvidables y nuevas composiciones, el “Ángel del Rock” compartió con su público mexicano una experiencia única y emotiva, reafirmando su lugar en el corazón de la música en español.