Pero a pesar de su influencia, las novias o esposas de músicos no son responsables de las decisiones de los hombres en sus vidas
La reciente salida de Zayn Malik de la boy band One Direction hizo que las fanáticas culparan del suceso a la novia del joven, Perrie Edwards, llamándola “la Yoko Ono de su generación”.
El paralelo ha sido desacreditado por más de uno, al resaltar las diferencias de ambos casos –relevancia musical, por ejemplo– y sobre todo el hecho de que las mujeres no son responsables de las decisiones de los hombres en sus vidas.
Pero algunas directioners no escuchan razones. Ni siquiera cuando el mismo Malik declaró que no se trataba solamente de su estatus romántico, mismo que supuestamente estaba en peligro luego de que lo vieran en público con otra mujer.
El cantante dejó al grupo, ahora convertido en cuarteto, alegando que necesitaba sentirse como un joven de 22 años de nuevo, y desde entonces han surgido fotos demostrando lo bien que le ha caído el tiempo libre.
En cuanto a The Beatles, el mismo Paul McCartney afirmó en el 2013 que Yoko Ono “ciertamente no rompió al grupo” y que si John Lennon la amaba era por algo, ya que el famoso músico “no era estúpido”.
Si bien sus palabras llegaron más de 40 años después de que el grupo inglés se separara, fueron bien recibidas por la artista japonesa, viuda de Lennon.
“Creo que él fue muy dulce al decir eso”, comentó Ono en entrevista para The Telegraph, “probablemente necesitó coraje decir eso y no pudo hacerlo hasta ahora. Paul y yo nos hemos conocido por más de 30 años – a la gente le gustaba la idea de que estábamos peleando como locos en un ring de box pero ese no era el caso”.
Sin embargo, la historia no siempre hace justicia o necesita aún más tiempo para enmendar reputaciones.
Otro famoso caso fue el del líder de Nirvana, Kurt Cobain y su esposa, Courtney Love. La pareja estuvo casada por dos años, antes del suicidio del cantante grunge en 1994.
La banda no continuó sin Cobain, quien dejó una larga nota explicando los motivos que lo llevaron a quitarse la vida, entre otros, lo mucho que no soportaba la fama y lo culpable que esto lo hacía sentirse.
“Frances y Courtney”, se dirigió en la carta a su hija y esposa, “estaré en su altar. Por favor continúa Courtney, por Frances. Su vida será mucho más feliz sin mí. Te amo. Te amo”.
A pesar de los deseos finales del cantante, muchos fans culparon a Love del deceso de Cobain y la caída de Nirvana en la industria musical.
La misma Courtney relató que su esposo le había regalado un box set de Yoko Ono cuando acababa de dar a luz a la hija de ambos.
La también cantante se lo aventó de vuelta, considerándolo como un insulto por lo que Ono significaba en la historia musical.
“Por qué me ofendí”, se preguntaba Love, “porque ella (Yoko Ono) soportó tanta mierda. Escribí en una canción ‘No te metes con los fabulous four (The Beatles), o pasas el resto de tu vida recogiendo las cosas del suelo’”.
Ambas mujeres continúan produciendo su arte, aunque tal vez siempre serán relacionadas con el momento de la historia en que se encontraron, tiempos decisivos para bandas iconográficas que al desaparecer no fueron responsabilizadas de sus propias decisiones.
Aún está por ver qué pasará con One Direction, Zayn Malik y su prometida Perrie Edwards, pero queda esperar que el cuento no se repita y que cada quien cargue con sus respectivas consecuencias.
