Juan Gabriel es uno de los artistas más queridos que ha tenido México. A ocho años de su muerte, continúa convocando multitudes capaces de desbordar la Cineteca Nacional y de, probablemente, llenar el Zócalo de la ciudad.
Sin embargo, uno de los temas que menos se abordan en torno al “Divo de Juárez” son sus relaciones con líderes del narcotráfico como Pablo Escobar o Arturo Beltrán Leyva.
Existen dos libros que recogen testimonios de narcotraficantes en los que se afirma que Juan Gabriel asistió a eventos privados de los cárteles para ofrecer su show en vivo.
En “Las señoras del narco: amar en el infierno”, libro publicado en 2023, Anabel Hernández afirma que el cantante se presentó a cantar en una fiesta de Pablo Escobar Gaviria, el temido líder del Cártel de Medellín, como obsequio para el capo de parte de Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”, líder del Cártel de Guadalajara.
De acuerdo con la narración, uno de los acompañantes de Escobar Gaviria retó al cantante mexicano a besar en los labios al líder del Cártel de Medellín a cambio de un millón de dólares. Juan Gabriel aceptó el reto más por miedo que por avaricia; sin embargo, al capo colombiano no le cayó nada en gracia, por lo que inmediatamente desenfundó su arma.
Como respuesta, “Don Neto” también sacó su pistola y echó una carcajada para aliviar la tensión. Pronto, todos los presentes comenzaron a reír, incluido Pablo Escobar, entendiendo que se trataba de un chiste. No obstante, el “Divo de Juárez” fue escoltado con rapidez hacia la salida para evitar una desgracia para la música mexicana.
En ese mismo libro se narra el encuentro de “Juanga” con Arturo Beltrán Leyva. Una de las “señoras del narco” a quien señala como Celeste, madre de una de las hijas de Arturo Beltrán Leyva. En una ocasión se le encomendó a Celeste que rentara una casa en Acapulco para una fiesta de los Beltrán Leyva.
Para sorpresa de muchos, incluyendo a Celeste, en dicho evento se presentó Juan Gabriel para ofrecer un concierto. “La sorpresa me la llevé cuando mi hermano me dijo que llegó Juan Gabriel. Lo contrataron para cantar en un concierto para Arturo y todos sus jefes”, aseguró la expareja del capo.
Sin embargo, Anabel Hernández no es la única que ha narrado encuentros del “Divo de Juárez” con poderosos narcotraficantes.
En el libro “El hijo del ajedrecista”, escrito por Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del narcotraficante Gilberto Rodríguez Orejuela, se cuenta que el líder del Cártel de Cali era un gran fanático del cantante mexicano, por lo que su presentación lo entusiasmaba. No obstante, “Juanga” se tomó un atrevimiento que casi le cuesta la vida.
“Juan Gabriel quedó junto a mi padre, le colocó una mano en el hombro, tomó aire y remató con todos sus pulmones la emotiva canción, y cuando la sala se cubría de sonoros aplausos, incluidos los de mi padre, Juan Gabriel se agachó y le dio un sentido beso”, asegura Rodríguez Mondragón.
La acción desencantó al colombiano, que rápidamente le reclamó enfurecido por qué lo había hecho. Pronto, los ánimos se enardecieron provocando riñas entre los asistentes, por lo que Juan Gabriel tuvo que huir para salvar su vida.
Las posibles conexiones del “Divo de Juárez” con importantes capos del narcotráfico es una de las tantas polémicas que rodean su trayectoria artística. Sin embargo, ninguna de ellas ha impedido que Juan Gabriel siga siendo considerado uno de los más brillantes exponentes de la música regional mexicana y uno de los artistas más queridos por el público.