En último año los niños y las niñas han tenido que adaptarse a situaciones para las que ni siquiera los adultos estábamos preparados debido a la pandemia por el COVID-19.
Si bien los síntomas entre los menores infectados siguen siendo leves, las infecciones están aumentando pues son el sector de la población que fue considerado al último para ser vacunado contra la enfermedad.
El impacto a largo plazo en la educación, la nutrición y el bienestar de toda una generación de niños y jóvenes puede alterar su formación.
“Al inicio de la pandemia, se pensaba que los niños y niñas se verían menos afectados que los adultos; no obstante, más allá de los efectos en su salud, la COVID-19 ha afectado, sigue afectando y afectará sus vidas muy seriamente”, señaló Christian Skoog, representante de UNICEF en México.
Todas las dimensiones de la vida de un niño se vieron afectadas por la pandemia del COVID-19
Desde el inicio de esta crisis sociosanitaria, los organismos internacionales han señalado que los niños van a sufrir secuelas por la pandemia y la post pandemia.
1. Carencia de alimentos
Una de las afectaciones más graves fue en los ingresos familiares y llevó a que 1 de cada 3 hogares con niños experimente inseguridad alimentaria moderada o severa; es decir, carencia de alimentos. Esta situación se complica todavía más en los hogares con bajos o escasos recursos.
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2.- Rezago educativo
Hay niños que quedaran regazados debido a que no pueden acceder a la educación a distancia o que no tienen condiciones en sus casas para poder sostener ese tipo de espacio educativo.
La #COVID19 provocó que en muchas familias algún niño, niña o adolescente tuviera que dejar de estudiar para afrontar los problemas económicos de cada hogar.
Junto con el EQUIDE, seguimos recabando información que muestre las secuelas que ha dejado la pandemia en México. pic.twitter.com/IjxSlGKM51
— UNICEF México (@UNICEFMexico) June 15, 2021
Además, el estudio en casa se siente con mayor agobio y sobrecarga, pues los niños perciben que tienen muchas más tareas escolares ya que pasan mas tiempo frente a una computadora.
3.- Maltrato infantil
Otro ejemplo son los niños que enfrentan situaciones de vulneración a sus derechos o situaciones de posible maltrato, negligencias que se puedan dar en el espacio privado familiar dado que se pierde la conexión con otras redes de apoyo.
Los menores incluso están propensos a sufrir violencia sexual. Investigaciones demuestran que, cuando la tensión en las familias se incrementa, también aumenta el riesgo de violencia familiar.
4.- Afectaciones en su salud mental
Los vínculos afectivos y sociales también se verán afectados por el confinamiento, este aspecto tiene que ver con la salud mental de los menores.
Debido al cambio de hábitos por el confinamiento los menores han experimentado la saturación de pantallas y horas excesivas conectados a internet, que a su vez incluyen otros riesgos: como el sexting o el grooming, la adicción a juegos online.
Asimismo, el tema de las pérdidas y los duelos se convirtió en algo cotidiano por la pandemia, y eso genera una serie de ansiedades y temores no solamente en los niños.
5.- Afectaciones en su salud física
El cierre o la falta de acceso a servicios básicos puede suponer que dejen de recibir algunos recursos o tratamientos necesarios para su bienestar físico; por ejemplo, las revisiones médicas que se hacían periódicamente.
Organizaciones en pro de los derechos de la niñez han denunciado que las infancias quedaron invisibilizados durante la pandemia porque se realizó una “gestión adultocéntrica” ante la crisis sanitaria, económica y social provocada por el COVID-19.
La vacuna contra COVID-19 en infancias
A principios de mayo Canadá aprobó el uso de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 a partir de los 12 años, convirtiéndose en el primer país en autorizarla para personas tan jóvenes.
Estados Unidos también fue de los primeros. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aprobó a inicios de mayo que los mayores de 12 años podrían empezar a vacunarse de Pfizer/BioNTech, el país ya ha vacunado a alrededor de 600.000 menores de entre 12 y 15 años de edad.
Pese a que las vacunas contra la COVID-19 se han demostrado muy efectivas para cortar la propagación del coronavirus, persisten las dudas en aplicarlas a menores de 12 años.
Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la inmunización de niños contra el COVID-19 “no es de alta prioridad” dada la escasez de dosis.
Los CDC recomiendan que todas las personas de 12 años de edad o más se vacunen contra el COVID-19 para protegerse y ayudar a proteger contra el COVID-19.
Los niños de 12 años de edad o más pueden recibir la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech.