La misión permitirá entender de mejor manera la corona solar. Foto: AP.

Lanzamiento histórico: satélites europeos simularán eclipses solares artificiales

Los satélites realizarán cientos de eclipses de seis horas, superando los pocos minutos de los eclipses naturales

La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó dos satélites que crearán eclipses solares artificiales mediante vuelos en formación de precisión. Esta misión pionera, denominada Proba-3, tiene como objetivo extender la duración de los eclipses a seis horas, muy por encima de los escasos minutos que suelen durar en la naturaleza, para estudiar la corona solar en profundidad.

El lanzamiento, realizado desde India, marca el inicio de una ambiciosa prueba tecnológica. Los satélites, con forma de cubo y menos de 1,5 metros de ancho, se separarán en un mes para alinearse a 150 metros de distancia. La precisión necesaria es extraordinaria, con márgenes de apenas un milímetro, equivalente al grosor de una uña. Este nivel de control será posible gracias a GPS, láseres, rastreadores estelares y enlaces de radio.

Uno de los satélites bloqueará la luz del sol con un disco especial, creando una sombra sobre el otro, que está equipado con un telescopio. Este método imita un eclipse total natural, proporcionando una vista ideal de la corona solar y del borde del sol.

Avances científicos clave

La misión busca resolver grandes interrogantes sobre el comportamiento del sol, como por qué la corona es más caliente que su superficie y cómo se generan las eyecciones de masa coronal. Estas explosiones de plasma, capaces de enviar miles de millones de toneladas al espacio, tienen efectos en la Tierra, como tormentas geomagnéticas que afectan comunicaciones, redes eléctricas y generan auroras espectaculares.

Con una órbita de entre 600 y 60,000 kilómetros de distancia, los satélites realizarán eclipses durante seis horas al día en el punto más alejado de su trayectoria. Los primeros resultados estarán disponibles en marzo de 2025, tras la revisión inicial de los sistemas.

El proyecto, con un costo de 210 millones de dólares, operará durante dos años, generando cientos de eclipses artificiales. Al finalizar su misión, los satélites reingresarán a la atmósfera, donde se desintegrarán.

Lanzamiento de la misión Proba-3 para simular eclipses. Foto: ESA.

Un paso hacia el futuro

Además de los beneficios científicos, Proba-3 prueba tecnologías avanzadas de vuelo en formación, que podrían usarse en futuras misiones espaciales. Según Dietmar Pilz, director de tecnología de la ESA, “Esto tiene una enorme relevancia científica y tecnológica”.

El lanzamiento, inicialmente previsto para el miércoles, se retrasó debido a un problema en el sistema de propulsión de respaldo, solucionado con una actualización de software.

Con información de AP.

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