De la vista gorda

Para los escépticos como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las campañas para frenar las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global son exageraciones y “la barra” que tienen los activistas para seguir insistiendo a favor de las causas por las que luchan.

Sin embargo, es real y no se trata de un juego. El planeta se está calentando –y no sólo por un proceso cíclico y natural– sino a niveles récord y a una velocidad que puede cambiar si se cumplen con los compromisos de iniciativas como el Acuerdo de París, los cuales fueron establecidos y firmados voluntariamente por 195 países (o 194, ya que a partir de 2020 Estados Unidos quedará fuera oficialmente).

La Conférence de Bonn de 2017 sur les Changements Climatiques (COP 23, por sus siglas en francés), que se realiza actualmente –y hasta el 17 de noviembre–, reunió a los miembros del Acuerdo de París en la ciudad de Bonn, Alemania, para aterrizar los compromisos y metas. Y para que de una vez por todas los incrédulos dimensionen el problema y la urgencia de acción, para que dejen de hacerse de la vista gorda.

Y es que el cambio climático ya está incrementando de manera considerable la probabilidad de que se presenten condiciones climáticas extremas, las cuales pueden ser desde olas de intenso calor hasta inundaciones.

Damian Carrington, de The Guardian, señala que si no se detienen de forma drástica las emisiones de carbono a nivel internacional, este planeta será víctima de “impactos graves, generalizados e irreversibles para miles de millones de personas y para el mundo natural”.

Aunque se firmó el Acuerdo de París, durante la COP 21 hace dos años, lo cierto es que el tiempo corre y las emisiones de gases de efecto invernadero no ceden. “La acción nacional debe ser endurecida significativamente para cumplir con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2ºC, y 1.5ºCm si es posible”, como indica Carrington.

En la COP 23 también se busca que se aceleren los planes y objetivos, además de que se pongan en práctica las acciones que se firmaron hace dos años.

Miguel Arias Cañete, Comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, dice que “ahora es el momento de actual para traducir la ambición en acción y acelerar la implementación”.

No tengas oídos sordos, este problema nos concierne a todos. De acuerdo al Banco Mundial, las pérdidas relacionadas con los desastres naturales podrían ascender a 520 mil millones de dólares anuales y llevarán a 26 millones de personas a la pobreza, cada año.

A ponerse de acuerdo

A pesar de que se trata de un “acuerdo”, aún falta mucho por hacer para que se cumplan los compromisos y el planeta respire.

De todas las naciones que forman parte del Acuerdo de París, aquellas de América Latina y el Caribe están poniendo el ejemplo frente al mundo, ya que tienen ejes centrales para empezar a trabajar.

Entre ellos está la REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación). Este plan consta de un mecanismo para mitigar el cambio climático en América Latina y el Caribe, de donde proviene el 50 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Brasil y Ecuador ya adoptaron este mecanismo y redujeron sus emisiones a causa de la deforestación. En esta COP 23 se espera que países como México, Honduras, Costa Rica y Chile se unan a este programa y proporcionen incentivos financieros para la protección de bosques.

También está la iniciativa de eliminar progresivamente los hidrofluorocarburos (HFC), con la quinta enmienda del Protocolo de Montreal. ¿De dónde vienen los HFC? Del aire acondicionado que no apagas al dejar una habitación y del uso excesivo de los sistemas de refrigeración, por ejemplo.

Al reducir la emisión de los HFC se preserva la capa de ozono y se pone “un granito de arena” para evitar un calentamiento de 0.5 grados del planeta, durante este siglo.

Europa no se queda atrás, pues Alemania –el país sede– anunció que destinará 100 millones de euros más de la cantidad que se había comprometido para ayudar a los países en vías de desarrollo a mitigar los efectos y consecuencias del cambio climático.

Bienvenida a Siria

Estados Unidos quedará fuera, pero Siria es un nuevo integrante de este acuerdo internacional, al igual que Nicaragua.

Nunca faltan

En encuentros mundiales como la COP 23 –la cual alberga a 20 mil participantes este año– nunca pueden faltar las manifestaciones, ya que durante en esta edición se presentaron protestas en la antigua capital federal de Alemania. Pero el movimiento fue a favor de la acción medioambiental, pues se bloqueó una mina para exigir que se elimine el uso de carbón.