La vista, cuestión de género
Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus, el cerebro femenino trabaja diferente que el masculino… son solo algunos ejemplos de diferenciación entre hombres y mujeres.
Ahora se añade un hallazgo en un estudio reciente que establece que la mujeres “discriminamos” mejor los colores que los hombres. Sin embargo, son ellos quienes siguen de manera más efectiva los objetos que van en rápido movimiento; además, pueden visualizar meticulosamente detalles de objetos a distancia (como en la cacería, por ejemplo).
María Alesandra PámanesLos hombres son de Marte, las mujeres de Venus, el cerebro femenino trabaja diferente que el masculino… son solo algunos ejemplos de diferenciación entre hombres y mujeres.
Ahora se añade un hallazgo en un estudio reciente que establece que la mujeres “discriminamos” mejor los colores que los hombres. Sin embargo, son ellos quienes siguen de manera más efectiva los objetos que van en rápido movimiento; además, pueden visualizar meticulosamente detalles de objetos a distancia (como en la cacería, por ejemplo).
“En la mayor parte del espectro visible, los hombres necesitan una longitud de onda ligeramente más larga que las mujeres, para poder ver el mismo tono (que ellas)”, según concluyó el equipo de investigadores a cargo de Israel Abramov, profesor de Psicología del Brooklyn College.
Luego de aplicar tests a jóvenes adultos con vista normal, el experimento encontró que los hombres perciben de diferente color un mismo objeto que las mujeres.
El color de un objeto con longitud de onda más larga está asociado con tonalidades más “cálidas”, como lo son el color rojo o el naranja. La diferencia en cómo lo percibe una mujer de un hombre es que ella lo vería más “rojo” o más “naranja”.
En el estudio también se establece que el color verde siempre es “más verde” para una mujer que para un hombre, quien lo percibiría con un tono un poco más “amarillezco”.
El profesor de óptica visual de la City University de Londres, John Barbur, dijo que las mujeres tienen “peores condiciones en términos de sensibilidad cromática que los hombres”, pero para discernir entre tonalidades –sobre todo detalles muy sutiles– “las mujeres tienen mayor destreza”.
El profesor Arbur también señaló que no es la sensibilidad en su totalidad la que se analizó, sino la manera y la capacidad en la que un hombre o una mujer pueden describir un color.
Y, para nuestra defensa, afirma que “las mujeres son mejores que los hombres”, cuando de color se habla.
A su vez, encontraron que los hombres tienen mayor dificultad para distinguir las sombras en el centro del espectro de colores, es decir, en las tonalidades verdes, amarillas y azules.
Expertos atribuyen esa ventaja en ellos al desarrollo de neuronas en la corteza visual. Esto debido a que los hombres nacen con 25 por ciento más neuronas que las mujeres en esta parte del cerebro, pues éstas son impulsadas por las hormonas masculinas (testosterona).
La ciencia señala que el pasado como cazadores de sus presas los hace tener una “una sensibilidad significativamente mayor para los detalles finos y los estímulos de movimiento rápido”.
Sin embargo, nosotras, tras haber tenido tareas menos “rudas”, como lo es recolectar frutos, reconocemos mejor los objetos que no están en movimiento y que tenemos más cerca, tal vez por eso tenemos gran destreza en manualidades tales como tejer o bordar.