La vida también es divertida en Detectives y ladrones
Los actores Mario Sepúlveda y Jimena Cornejo hablan sobre su participación en la obra de teatro Detectives y ladrones, con la que buscan que el público olvide sus problemas y pase una noche llena de risas. El montaje recrea la esencia de las producciones televisivas de los años 70 y 80
José Pablo EspíndolaEl “heroico” capitán Justino Seguro lucha por salvar al padre de la “adorable y risueña” Rosita Robles, quien ha caído en manos del archivillano Otto Von Brunno, porque planea robarle una fórmula para hacer diamantes, de eso va la puesta en escena Detectives y ladrones.
El montaje, que recrea la esencia de las producciones televisivas de los años 70 y 80, cuenta con persecuciones en carro, explosiones, un avión, paracaídas, duelos de espadas, pistas y hasta un narrador que le da un poco de suspenso a esta obra de teatro protagonizada por Mario Sepúlveda y Jimena Cornejo, con las actuaciones de Rubén Branco, Majo Pérez y Rafa Maza.
Mario confiesa que durante la primera lectura del guión no entendía nada, al ser una comedia física, por lo que hizo uso de su imaginación para poder recrear las escenas; sin embargo, con más lecturas y ensayos se dio cuenta que el personaje del capitán Justino Seguro era “padrísimo”.
“Es el típico personaje que resuelve cosas en un segundo y no sabe por qué, pero él lo resuelve, según, porque en realidad todos los que están alrededor suyo son los que resuelven las cosas, menos él. Se me hace un personaje muy divertido al que le puedo sacar mucho jugo y que en cada función saldrán cosas nuevas y nos seguiremos divirtiendo”, explica Sepúlveda, en entrevista con Reporte Índigo.
El tono de Detectives y ladrones es la farsa, por lo que todos los diálogos y chistes deben ser muy precisos para no caer en lo pesado y que sí resulten divertidos para el público. Así que mantener esa línea ha sido un reto para los actores desde los ensayos.
“El reto primordial que le veo siempre a la comedia, sobre todo, es que el público es parte fundamental de esta creación, entonces, debemos estar súper atentos escuchándolo y sintiéndolo para irnos nutriendo. Debemos ser muy listos para no embarrarla, no ponerles mucha crema a los tacos”
Mario concuerda con Jimena y dice que si bien en la farsa se tiende a exagerar, llega un momento en donde ya no te puedes pasar de ahí, porque cae en lo pesado para la gente.
“Creo que estuvimos midiéndole y seguimos resolviendo cosas. En cada función será prueba y error”, considera.
Es momento de reír con Detectives y ladrones
Para los actores, Detectives y ladrones, definitivamente, es una obra para pasarla bien. No tiene algún mensaje en específico ni busca que el público salga cambiado, porque le hizo pensar o reflexionar.
“Esta obra es para divertirse, para que después de casi tres años que hemos vivido momentos muy feos en el mundo, creo que está bueno que la gente salga, se divierta, la pase bien y se olvide una hora y media de sus problemas, de lo que pasa en el mundo y ría con nosotros”
El humor que maneja la obra de teatro, consideran, es fácil y por eso puede ser del gusto de todos, porque es un “humor tonto”, y es posible, además, que el público se sienta identificado con alguno de los personajes.
“Obviamente, yo me quiero reír, si yo estuviera en el público me reiría mucho de escuchar todo lo que pasa, de la risa de Jimena, que de verdad es una risa muy peculiar, muy hermosa, que hace perfecto en el escenario”, indica el actor.
Por su parte, Jimena opina que hacen falta obras que se puedan ver en familia y, sobre todo, de comedia, que fomenten la convivencia.
“Creo que es momento muy importante para relajarnos y recordar que la vida también es divertida, sí pasan cosas, tiene de todo, y creo que Detectives y ladrones muestra esas dos partes, de que hay bondad y maldad en el mundo, pero con ellas te puedes reír, porque la vida es así, de muchos colores”, afirma Cornejo.
Los actores que participan en este montaje, normalmente, hacen musicales, por lo que Detectives y ladrones será de las pocas obras en donde se les vea fuera de su área de confort.
“Me gustaría invitar al público a que no quiera etiquetar esta obra de ‘espero esto, voy a ver esto’, creo que es justo todo lo contrario, que se animen a experimentar algo, que vayan con la mente abierta, que vayan a divertirse”, expresa Jimena.
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