La Verdad detrás de la Conquista: La perspectiva de Duverger sobre Hernán Cortés y el mestizaje

En la novela del historiador y arqueólogo el conquistador se confiesa ante su hijo y con ello abre la exploración a la intimidad de un personaje  complejo y fundamental en la historia mexicana, uno que no es muy conocido
Pablo Abundiz Pablo Abundiz Publicado el
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A lo largo de la Historia, hay figuras que dejan una huella, que gozan de prestigio en vida para luego ser inmortalizadas como héroes. Sin embargo, con el devenir del tiempo, las corrientes de la opinión pública fluctúan, convirtiendo ese prestigio en infamia y el heroísmo en villanía. Este es el viaje que Hernán Cortés, el conquistador de México-Tenochtitlan, ha experimentado.

¿Fue él el progenitor de una nueva nación o el verdugo de todo un pueblo? El tratamiento de su figura resulta complejo, pero el historiador Christian Duverger se sumerge en su historia personal, utilizando su relato como una ventana para narrar el nacimiento de México en su libro Memorias de Hernán, (Grijalbo, 2023).

El antropólogo e historiador francés no es ajeno a la historia de México, Doctor por la Universidad de la Sorbona y profesor de la cátedra de antropología de Mesoamérica en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, Duverger posee un profundo conocimiento de la historia de México.

Durante los últimos 50 años de su vida, ha dedicado su carrera académica al estudio de México. En este periodo, ha liderado excavaciones en el sitio arqueológico de Monte Albán, Oaxaca, y ha publicado varios libros que exploran la integración de las culturas mesoamericanas con la española.

Con Memorias de Hernán, el historiador Christian Duverger completa la desmitificación de Cortés a través de una investigación basada en los archivos y las crónicas del siglo XVI

Para él, la convergencia de sus dos disciplinas lo llevan a entender ese periodo de tiempo con particular claridad. La unión de un mundo sin escritura, donde la historia y la cultura tenían códigos diferentes, y una temporalidad registrada en papel puede resultar difícil de comprender si no se tienen claros ambos contextos y todas sus posibles lecturas.

“Hay dos partes en la historia de México, la parte prehispánica que es el mundo indigena y para ello soy antropólogo y arqueólogo; eso me dió una visión de lo prehispánico, de las culturas mesoamericanas. Por otra parte, tengo una formación de historiador que me permite acceder a la información del lado español de la historia. Si juntamos las dos tenemos otra visión de la historia mexicana.

“El problema de la historia mexicana es que los antropólogos no entran en la lógica de la historia hispánica, entonces no conocen la España del siglo XV, y los historiadores, acostumbrados a trabajar con papeles y datos escritos, no pueden entrar al mundo donde los testimonios son piedras, alineamientos y cerámica”, comenta el autor quien considera que hay un hueco en esa etapa de la historia de México.

El infame fundador

En sus dos obras previas, que abordan la vida del explorador y conquistador español, Christian explora facetas y detalles ausentes en la narrativa oficial de nuestra nación. En estos textos, Hernán Cortés no solo es retratado como el Capitán General, sino también como un escritor cuyo legado se convertiría en parte integral de México.

Ambos libros: Vida de Hernán Cortés, 2005 y Crónica de la eternidad, 2013, representan entidades historiográficas, mientras que Memorias de Hernán se presenta como una novela escrita en primera persona. En esta obra, Duverger adopta la voz del español para exhibir un aspecto humano de un personaje que el tiempo se ha encargado de difamar.

 “Tuve un interés en presentar la versión humana del personaje, vamos a decir que mi libro es un Cortés íntimo y por eso escogí la técnica de la novela, aunque todo lo que aparecen son hechos comprobados”, señala el historiador.

Christian está consciente que Cortés es un personaje controversial en México, un conquistador cuya reputación resulta infame; no obstante, desde su perspectiva, el conquistador fue un hombre del Renacimiento, con todas las contradicciones que eso implica.

“Cortés está satanizado y por eso es muy mal conocido. México, por la influencia de los Estados Unidos, se apoderó de la leyenda negra inventada por ellos en 1823 y con ello México heredó esa historia falsificada que convirtió a Cortés en tema tabú. Durante generaciones no hubo líneas de investigación sobre esa etapa de la historia del país ¿Por qué hacerlo? porque es el fundador del país y no podemos quedarnos en México sin conocer las condiciones que originaron a México”, argumenta Duverger.

Cortés en la intimidad

Para el arqueólogo e investigador esta novela es una manera de acceder a la vida interior de un personaje que los libros de Historia no pueden mostrar. Además, esta obra brinda al autor la oportunidad de explorar y ensayar sobre los temas que ha investigado durante décadas.

Por ejemplo, el autor reflexiona sobre el mestizaje, revelando que esta es una tradición originaria de los indígenas, concebida en Mesoamérica como una práctica arraigada en estas tierras.

“Me permitió insistir en la relación de Cortés con la escritura, ya que para él fue fundamental. Ya sabíamos que teníamos un padre fundador que tenía una espada, ahora sabemos que también tenía una pluma”, apunta.

La novela se presenta como una confesión dirigida a Martín Cortés, el primogénito del conquistador y el primero nacido del mestizaje en La Nueva España. Este enfoque brinda a Duverger la oportunidad de narrar no solo la historia de la Conquista, sino también la relación íntima entre Doña Marina, conocida como Malintzin, y el conquistador español.

“Al escoger al primer hijo que tuvo con Malinche me permite contar esa historia de amor, y considerar a Martín Cortés, hijo de Malinche, el primer mestizo emblemático de México y para mí es un símbolo. En México no tenemos idea de quién fue Cortés, y fue un hombre con una visión para el país, tenía una cultura humanista y una cultura de escritor que le otorga fuerza a las palabras; por eso al final de su vida buscó transformar su conquista, con todos sus elementos sangrientos, en una obra literaria”, concluye el autor.

Un libro que divide opiniones

Al lanzar un libro como este, Christian Duverger se expone a diversas opiniones, aunque confiesa que no espera reacciones negativas hacia su trabajo. Opina que su labor consiste en restituir la verdad y situar a Cortés en su contexto.

“Me enfoqué en lo que personalmente me interesa, que es el mestizaje, y lo presenté como algo normal, arraigado en la cultura mesoamericana y con connotaciones positivas. El problema que observo en México es la resistencia a aceptar el mestizaje; con el tabú en torno a Cortés, lo hemos configurado como el resultado de la violencia del hombre español sobre la mujer indígena, cuando en realidad era una práctica mesoamericana”, añade el historiador.

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