La trágica reasignación de sexo de Bruce Reimer

Bruce Reimer era un niño como cualquiera, pero una mala cirugía le cambió la vida. Tras terrible episodio, sus padres lo criaron como si fuera una niña hasta que cumplió 15 años de edad.
Alejandra Montes de Oca Alejandra Montes de Oca Publicado el
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¿Has sentido alguna vez que no perteneces al género que te fue asignado? Algo similar le ocurrió a Bruce Reimer luego de que una mala cirugía le cambiara por completo la vida.

Hoy en día se habla de identidad de género, orientación sexual, transexualidad e intersexualidad, pero en la década de los sesenta apenas comenzaban a estudiarse dichos temas.

Fue en esa época cuando nacieron en Canadá Bruce y Brian Reimer, dos gemelos que a los siete meses de edad fueron sometidos a un nuevo método de circuncisión que, por desgracia, fracasó en uno de los niños.

Los gemelos Reimer con su mamá

El desafortunado fue Bruce Reimer, cuyo órgano sexual quedó completamente quemado luego de la cirugía.

Tras enterarse que el procedimiento había salido mal en uno de sus hijos, los padres de los gemelos quedaron devastados y más aún cuando los doctores rompieron toda esperanza de poder rescatar el miembro del pequeño.

Esta terrible noticia motivó a los Reimer a buscar otras alternativas para darle solución al problema que su hijo enfrentaría en un futuro.

Fue así como conocieron a John Money, un psicólogo y sexólogo neozelandés quien en ese entonces estudiaba el tema de la identidad de género.

EXPERIMENTO FALLIDO

John Money fue el primer científico en acuñar los términos identidad y rol de género.

El psicólogo era reconocido y respetado por sus estudios sobre el comportamiento sexual de las personas, pero fue justo el caso Reimer el que puso en duda los avances que el investigador había aportado a la sexología.

Con la teoría de que la biología no determina si somos mujeres u hombres, sino la forma en como somos criados, John Money se dispuso a ayudar a los padres de Bruce.

Su compromiso con el caso fue tal, que pronto lo convirtió en un experimento para poner a prueba su teoría.

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Aprovechando la vulnerabilidad y desesperación de los padres, John los persuadió para que hicieran algo insólito con su hijo Bruce: que lo criaran como si éste fuera una niña sin decirle jamás que había nacido siendo un varón.

Confiados en que lo recomendado por John solucionaría la vida del pequeño, los Reimer accedieron a llevar a cabo tal proeza sin pensar ni un solo momento en las consecuencias que esto podría traer.

Así fue como, después de algunos meses, los Reimer pusieron en marcha la primera etapa del “tratamiento” y siguiendo fielmente las instrucciones de John Money, sometieron a Bruce a una castración.

Los padres de los gemelos sabían que al dar este paso no habría marcha atrás y entonces decidieron convertir a Bruce en Brenda.

Brenda Reimer

Pero la transformación del pequeño Reimer no terminó ahí. La ahora Brenda tuvo que asistir frecuentemente a terapia con el psicólogo Money, quien seguía recabando más datos para lo que parecía una teoría comprobada.

Nadie más sabe que Brenda es la niña cuyo caso están leyendo en los medios. Su conducta es tan normal como la de cualquier niña y difiere claramente de la forma masculina como se comporta su hermano gemelo.
John Money en su estudio bautizado como el caso de John/Joan.

Hasta ese entonces, cuando ‘Brenda’ tenía nueve años, el experimento del psicólogo neozelandés había sido todo un éxito, pero cuando entró a la pubertad, las cosas para él y los Reimer comenzaron a cambiar.

Brenda había cumplido trece años cuando empezó a sentir que algo en ella no estaba bien. Se comportaba sumamente rebelde, actuaba mucho más masculina, tenía problemas para relacionarse e incluso, mostraba pensamientos suicidas.

John Money creía que los comportamientos de Brenda eran parte de su adolescencia, hasta que ocurrió lo que se temía. La joven niña dijo a sus padres que ella no se sentía una mujer.

Por temor a que Brenda atentara contra su vida, en el año 1980, el padre de los gemelos decidió romper el acuerdo al que llegaron con el psicólogo John Money y le dijeron toda la verdad sobre su nacimiento, la castración y su crianza como niña.

Como era de esperarse, el golpe para la joven fue muy duro y a los 15 años, decidió cambiar nuevamente su identidad con el nombre de David Reimer.

David Raimer

Después de esta decisión, la familia Reimer no volvió a tener contacto con John Money, pues se habían dado cuenta del gran error que cometieron al dejar que el psicólogo hiciera de la vida de su hijo un experimento.

Mientras tanto, David Reimer luchaba por llevar una vida normal. Años más tarde se casó y aunque no pudo tener hijos, se convirtió en padrastro de tres.

Boda de David Reimer

Aparentemente la vida de David parecía que había tomado su rumbo, pero lo cierto es que jamás logró recuperarse del trauma que le causó el enterarse que había sido parte de un experimento científico.

Esto a la larga le provocó una fuerte depresión, la cual se agravó cuando su esposa lo abandonó y su hermano gemelo muriera en el año 2002, producto de la por una sobredosis.

David Reimer no pudo recuperarse de estos embates y a los 38 años de edad, dos años después del suicidio de su hermano, él también decidió quitarse la vida.

El padre de Reimer sentía que las muertes de sus dos hijos habían sido culpa suya, primero por aceptar realizar el experimento de John Money y después por decirle la verdad a Bruce.

Esto lo llevó a caer en el alcoholismo y movido por el remordimiento, también se suicidó.

¿Biología o construcción social?

El caso Reimer terminó con la credibilidad del psicólogo John Money, pero el hecho de que haya sido cuestionado por su fallido experimento, no quiere decir que el género no sea social.

En principio, John era un científico adelantado a su tiempo. Además de acuñar por primera vez los términos identidad y rol de género, fue él quien puso sobre la mesa la reasignación de sexo.

A su vez, la teoría que él predicaba, fue la misma que adoptó el feminismo de los años setenta: Biología no es destino.

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Es decir, es cierto que la identidad de género no se debe a cuestiones biológicas, pero tampoco se puede tomar una decisión tan radical como la de John con los Reimer.

Para el psicólogo Juan Carlos Hernández Meijueiro, la reasignación de sexo es una decisión que no debe tomarse a la ligera y menos cuando se trata de un menor de edad.

Si existe una disforia de género, la persona debe esperarse hasta cumplir la mayoría de edad para decidir la reasignación de sexo. Es un error que los padres o algún médico tomen esa responsabilidad.
Psicólogo Juan Carlos Hernández Meijueiro

Sobre el caso Reimer, Hernández Meijueiro señala que los padres debieron hacer que su hijo creciera sabiendo la situación de sus genitales en lugar de haber pensado en hacerlo hombre o mujer y, peor aún, en someterlo a una castración.

Lo correcto sería trabajar en el concepto de un tercer género o un tercer sexo para las personas que nacen con hermafroditismo. Si se les obliga a alguno de los dos sexos y mentalmente no están preparados para ello, puede derivar en suicidio, tal como ocurrió con el gemelo Bruce Reimer, explicó el también educador en Sexualidad Humana.
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