Probablemente los niños de esta generación no lo entenderán, pero el lanzamiento del primer tráiler de la cinta ‘Christopher Robin’, basada en las aventuras del personaje de Winnie Pooh, generó gran emoción en Internet.
En la cinta de Disney, compañía que durante años ha explotado la figura del oso adicto a la miel, podemos ver al actor Ewan McGregor dando vida a un Christopher Robin adulto, quien parece haber dejado de lado a sus amigos de El Bosque de los Cien Acres, debido a las responsabilidades de adultos.
Quizás creciste con las aventuras de Winnie Pooh y las consecuencias de ser un osito glotón, pero no tenías idea de que hace algunos años existió una pequeña criatura que dio inicio al fenómeno.
Durante la primera guerra mundial, un tren que salió desde Manitoba, Canadá, se detuvo en un pequeño pueblo de Ontario; en el vehículo se transportaba armamento cuyo destino final sería Inglaterra.
En ese sitio, un teniente veterinario identificado como H. Coleburn encontró a un cazador que había matado a una osa negra, y que conservaba a su cría, una pequeña cachorra.
Por 20 dólares, el militar adquirió al animal, lo convirtió en mascota de su batallón, y le dio el nombre de Winnie.
En Inglaterra, debido a los peligros que suponía el conflicto armado, H. Coleburn decidió dejar a su mascota en el zoológico de Londres para que se le cuidara; en el recinto, Winnie se convirtió en uno de los ejemplares más populares.
En 1918, Coleburn acudió al zoológico para llevarse a su osa, pero al notar el cariño de los visitantes, decidió dejarla vivir ahí.
La osa Winnie murió en el año de 1934, pero una década antes recibió una visita que cambiaría la historia de la literatura infantil para siempre: la de un pequeño llamado Christopher Robin Milne.
Christopher, de cuatro años, comenzó a visitar el zoológico de Londres en 1924; años antes, había recibido de su madre un oso de peluche de nombre Edward Bear, versión inglesa de los famosos Teddy.
El pequeño quedó cautivado con el ejemplar de oso negro y decidió rebautizar a su juguete favorito con el nombre de Winnie.
El papá del niño, Alan Alexander Milne, era un escritor de novelas que no habían gozado de mucho éxito, y que quedó cautivado con los juegos de Christopher, en los que Winnie solía ser protagonista.
Fue entonces que el autor comenzó a escribir cuentos para su hijo, dando vida al personaje de Winnie Pooh, cuyas historias comenzaron a publicarse en 1926, alcanzado gran éxito.
En 1996, Walt Disney decidió adquirir los derechos de Winnie Pooh y animar sus aventuras, debido a que años antes, su única hija, Diane, quedó prendada del personaje.