La pérdida del contacto visual

¿Te ha molestado que al platicar de frente con una persona, ésta baje su mirada hacia su celular y con ello se pierda el contacto visual? Aunque te sientas identificado (con la persona del celular o la otra), son pocas las personas a las que no les incomoda esta acción.

Incluso, en algunas ocasiones, hasta se hace un chasquido con los dedos para retomar la atención de la otra persona o se le pregunta que si está al tanto de lo que platicaban.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Idealmente, el contacto visual debe durar entre 7 y 10 segundos durante una conversación

¿Te ha molestado que al platicar de frente con una persona, ésta baje su mirada hacia su celular y con ello se pierda el contacto visual? Aunque te sientas identificado (con la persona del celular o la otra), son pocas las personas a las que no les incomoda esta acción.

Incluso, en algunas ocasiones, hasta se hace un chasquido con los dedos para retomar la atención de la otra persona o se le pregunta que si está al tanto de lo que platicaban.

El contacto visual está disminuyendo cada vez más en ambientes personales, sociales y laborales. Eso ha provocado que poco a poco se haya ido perdiendo la capacidad de conectarse emocionalmente con una persona.

Según las estadísticas de la empresa Quantified Impressions, un adulto hace contacto visual entre el 30 y 60 por ciento de las veces en una conversación común. Sin embargo, un adulto debería de tener contacto visual durante el 60 y el 70 por ciento de las veces para conectarse emocionalmente con una persona. 

Y es que coincidir las miradas ya no es clave para tener influencia sobre una persona en particular. Y ya no funciona como antes para impresionar a otros, señala Sue Shellenbarger de The Wall Street Journal.

La gran distracción

Entre los factores que más contribuyen a que se pierda el contacto visual entre dos personas durante una conversación no solo están el ruido o los movimientos a su alrededor.

Como era de esperarse, el celular es la gran distracción de nuestra era.

“Ya casi se ha vuelto culturalmente aceptable que se conteste el teléfono durante la cena, o ver la pantalla para ver los resultados deportivos” mientras se está frente a alguien, dice Noé Zandan, presidente ejecutivo de Quantified Impressions.

Esa dependencia al celular y a realizar distintas tareas o acciones a la vez se puede entender por lo que los psicólogos llaman FOMO (Fear of Missing Out o el miedo a quedarse fuera). Sobre todo en ambientes sociales.

Un estudio publicado este año en la revista científica Computers in Human Behavior, indica que los jóvenes adultos se sienten insatisfechos con sus vidas y sus relaciones personales, de manera que al checar el celular múltiples veces, intentan verificar de lo que se están perdiendo.

“Incluso cuando ni siquiera lo están disfrutando”, agrega el reporte del estudio.

Frente a frente con tu jefe

Lo primero que una persona debe tener en mente cuando está frente a otra persona en el trabajo, con mayor razón si es tu jefe o estás en una junta laboral, es que el contacto visual es una herramienta clave para tener influencia en los demás.

No solo eso, también es una muestra de respeto, confianza e interés.

“Las personas que son de alto estatus tienden a mirar más a las personas con las que están hablando, en comparación con otras”, apunta una investigación publicada en Image and Vision Computing.

El tiempo ideal para conectarse con una persona es mantener el contacto visual entre 7 y 10 segundos. Si es una conversación en grupo, entre 3 y 5 segundos, explica Ben Decker, CEO de la firma de consultoría Decker Communications.

Decker añade que una persona que quita su mirada muy rápido o evita el contacto visual, es vista por los demás como “poco confiable, sin conocimiento o nerviosa”. 

Un análisis publicado en 2010 en el Journal of Nonverbal Behavior, dice que la persona que domina un grupo pequeño en un ambiente laboral es la que pasa más tiempo hablando y quien mantiene por más tiempo el contacto visual con los demás.

De hecho, según los resultados de ese estudio, para dominar la situación, las mujeres de alto rango mantienen más contacto visual que los hombres.

Sin embargo, ellas son más democráticas que los hombres, ya que “reparten” su contacto visual de manera más equitativa (entre directivos o empleados en general), señala el artículo en The Wall Street Journal. 

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