En la película Territorio, el cineasta regiomontano Andrés Clariond Rangel retrata un tema invisible en México.
Las prácticas misóginas, ya sean en solitario, en sociedad, en casa, en restaurantes o en el trabajo, son el día a día de miles de mexicanos. Comportarse como superiores ante las mujeres, querer imponerse por la fuerza o por un rango otorgado en lo laboral, son actos comunes del machismo en el país.
Con esta reflexión que viene alimentando desde su infancia en Monterrey, Nuevo León, ante una sociedad de doble moral y predominantemente machista, Andrés Clariond Rangel desarrolló un guión de personas ordinarias con un trabajo obrero, quienes aspiran a tener hijos, por el mero acto primitivo de subsistir, sin cuestionar su realidad.
El tema medular de los personajes es la masculinidad tóxica con la que viven en México, pero que permanece invisible, aunque esté a plena vista.
Territorio es una película que fue grabada en 2018. La intención era estrenarla en 2020, pero la pandemia creció y decidieron aguardar el momento indicado para presentarla al público. El director afirma que este tópico está más vigente que nunca por toda la violencia doméstica que se ha vivido durante el confinamiento en el país.
“Es una violencia fuera y al interior de las casas y además con un ambiente de estrés muy grande, por el miedo a la enfermedad, por la pérdida de los trabajos, esto va a quedar en la historia como una época muy tensa y complicada”, describe Clariond en videollamada.
Podría pensarse que Territorio prefirió “esconderse” para cuando pasara el momento feminista y el álgido reclamo social de la violencia de género, sin embargo, Clariond comparte que independientemente de esto, México es un país de machos, por lo que se necesita hablar de esto.
“Ve la cantidad de maltrato hacia la mujer, la homofobia. Creo que es una cultura eminentemente machista la mexicana y no se ve para cuándo vaya a cambiar, porque de boca para afuera, mucha gente podrá ser diferente, pero, como en la historia y los personajes de Territorio, eso está en el ADN de la sociedad mexicana, este machismo”, afirma el director.
Territorio se estrenará el 26 de agosto en salas del país, narrando la historia de Manuel y Lupe, quienes desean fervientemente un hijo, pero esto no se concreta por la esterilidad de Manuel, por ello le piden a su amigo Rubén que funja como donador de esperma, lo que desata una tensión entre los tres y libera su instinto más primigenio de dominación.
Desaprender lo aprendido
México vive bajo preceptos sociales moralmente aceptados, con el “deber ser” que dicta la presión familiar o de amistades, y miles se someten a este yugo de explotación emocional para mantener un camino que funciona según estas normas: estudiar, casarse, tener hijos, jubilarse y morir.
Despojarse de las etiquetas, de estas pseudoresponsabilidades que dicta la sociedad, es un objetivo que José Pecina, actor que encarna a Manuel, considera que deberíamos de reflexionar más como individuos; algo que estudió mientras hacía el largometraje junto con Clariond.
“Creo que ahora lo importante es cuestionarnos todas las posibilidades frente a lo masculino y lo femenino, que son las luchas que se están abriendo ahora, que de alguna forma van a dialogar. Hay roles en ambas partes, la idea para mí es que hay que aceptar que uno es mucho más complejo y más diverso”, explica el histrión.
Andrés Clariond, por su parte, también observa que en México se vive constantemente un doble discurso, en el que se contraponen las ideas de cambio ideológico y las que siguen perpetuando las masculinidades tóxicas, lo que frena el avance.
“Las cosas sí van cambiando, sin embargo, recibimos mensajes opuestos. Por lo menos en mi generación ya se habla de ser más sensible, más respetuosos con la mujer, de ser otro tipo de hombre, pero a la vez se nos sigue inculcando el no mostrar los sentimientos, el ‘no llores’, esta parte de macho sigue ahí, es confuso”, opina.
Animales universales en Territorio
La territorialidad o cuestionar la masculinidad en el cine es un ejercicio que ya se ha visto en otras ocasiones. Culturalmente es una costumbre arraigada en el instinto de los seres humanos, tanto Pecina como Clariond creen que esta constante lucha del pensamiento primitivo continúa hasta la modernidad y es algo que permanece y seguirá a futuro.
“No nos podemos despojar de esa parte animal, y que gana el instinto como sucede en la película, yo siempre remití el título de Territorio, y por eso desde el diseño de producción, la fotografía, para mí había mucha referencia como al mundo animal, porque creo que seguimos siendo animales en ciertas circunstancias, y acorralados sale una parte muy primitiva”, describe el cineasta.
Pecina agrega que la crisis sanitaria ha agudizado precisamente este detonante animal en las personas, la ansiedad y el estrés causan agobio en la gente y esto termina por encauzarse en actitudes instintivas, por ello invita e insiste en la introspección personal.
“Cuando uno reprime más esta animalidad o no aceptarla, genera este tipo de complejos o mucha ansiedad, creo que ahora mismo, al estar viviendo una situación tan particular como ha sido la pandemia, nos podemos dar cuenta de estos impulsos que animalmente existen y de alguna forma, conocernos a nosotros mismos, es un camino bastante amplio”, apunta.
