La película “Sombras de un crimen” le rinde homenaje al género noir

El viejo Hollywood de los años 30 se llevará a escena con la cinta Sombras de un crimen, cinta de Neil Jordan que llega esta semana a las salas de cine mexicano. En el reparto resaltan las actuaciones de Liam Neeson, Diane Kruger y Jessica Lange
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Hablar de Raymond Chandler (Chicago 1888, La Jolla 1959) es recordar a uno de los grandes de la literatura del siglo XX y escritor fundacional en la novela negra; no son palabras menores, pues con tan sólo siete libros, se volvió un referente cultural.

Pero, en pleno siglo XXI, ¿por qué regresar a su literatura y hacer una nueva versión de, quizá uno de sus personajes más conocidos, el detective Philip Marlowe? En los años 40 fue interpretado por Dick Powell. Posteriormente por Humphrey Bogart, Elliot Gould y James Garner, entre otros.

Pese a que no ha sido bien recibida en taquilla en Estados Unidos, varios críticos han aplaudido el regreso a los orígenes del cine noir hollywoodense

Ahora el actor de 70 años, Liam Neeson, quien ya es reconocido por encarnar a agentes retirados, asesinos a sueldo o el héroe que siempre sale vencedor, tiene el reto de interpretar a Marlowe, gracias al director Neil Jordan con la cinta Sombras de un crimen (2022), la cual llegará a partir de este jueves 30 de marzo a las salas de cine mexicano.

La cinta toma como inspiración la novela del autor John Banville, La rubia de los ojos negros (Alfaguara) y el personaje creado por Raymond Chandler para crear un misterio noir a la vieja usanza.

A finales de los años 30, en los bajos fondos de Los Ángeles, Clare Cavendish (Diane Kruger), una rica heredera que es hija de la estrella de cine Dorothy Cavendish (Jessica Lange), le encarga al detective privado Philip Marlowe (Liam Neeson) que busque a su antiguo amante, quien ha desaparecido.

Pronto descubre que tras la desaparición de ese hombre hay una red corrupta que le pone en el punto de mira de algunos de los mandatarios más acomodados y peligrosos de la ciudad. Por lo que la vida del detective cambiará al descubrir que no se trata de una simple desaparición, sino de toda una red en la cual se volverá testigo.

Uno de los principales retos fue, precisamente, encarnar a Marlowe, un personaje duro y con agilidad mental, que fue inspirado a partir de la generación sumergida en la Guerra Fría, y de la decepción del socialismo y la cruda realidad de Estados Unidos; sin embargo, y a pesar del extenso currículum de Neeson, y ser la película 100 de su filmografía, su actuación se siente un poco perdida y poco realista.

De acuerdo con declaraciones de Neeson a medios internacionales, siempre había deseado interpretar a Marlowe. Durante su adolescencia era un gran admirador de Robert Mitchum, quien encarnó a Marlowe dos veces

A pesar de que todo apuntaba a ser un éxito de la mano de Neil Jordan, escritor, productor y director irlandés conocido por su variada filmografía, como su película ganadora del Oscar Juego de lágrimas y Entrevista con el vampiro, de 1994,  la cinta carece de fuerza.

Si bien la película extrae los temas habituales del cine noir, los visita con los mismos clichés y sin ofrecer nada nuevo al espectador.

Por momentos, Marlowe aporta a los diálogos humor y sarcasmo, los cuales pueden resultar divertidos, aunque algunos podrían ser calificados de machistas. Tanto el director como Neeson explicaron que, a pesar de ser un clásico de los años 40, la trama retratará ciertos paralelismos con la sociedad actual: la avaricia, el poder y el deseo.

Aunque al inicio Sombras de un crimen resulta un poco lenta, poco a poco, va revelando los secretos. Lo que parece un problema meramente familiar, se complica, sale a la luz un negocio ilegal, varios asesinatos y chantajes.

El elenco brilla en conjunto, la actuación de la veterana Lange lo hace por sí sola, demostrando que el misterio es uno de sus fuertes, aunque, por desgracia, es uno de los personajes que salen pocas veces a escena.

Sombras de un crimen también está protagonizada por Adewale Akinnuoye-Agbaje, Colm Meaney, Alan Cumming y Danny Huston

La fotografía, a cargo de Xavi Giménez, resulta ser espléndida y con un buen manejo de las escenas, se vuelve un factor importante y uno de los elementos de la cinta que brillan por sí solos. Otro gran protagonista es el soundtrack, en donde en una escena que cambiará por completo el ritmo de la cinta es al ritmo de “Coubanakan”, de Lecuona Cuban Boys.

La cinta, en general, puede resultar buena, pero deja mucho que desear en cuanto al ritmo y el tratamiento de sus personajes, por lo que da a pensar: ¿estamos viendo “el fin” del género noir y policial hollywoodense?

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