La película de HBO sobre la masacre de Columbine que la recrea de la mejor manera

Querido, lector: mi opinión vertida en La Cinemágora no representa la perspectiva del medio. La crítica de esta película sobre Columbine NO TIENE SPOILERS
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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Lo terrible de sucesos como la masacre de Columbine es que aún hay personas que sostienen que el bullying es necesario para forjar el carácter de los estudiantes; sin embargo, la película Elephant (2003), del cineasta estadounidense Gus Van Sant, es uno de los muchos argumentos sinceros contra ese tipo de ideas.

Hay que recordar que los dos jóvenes, Eric y Dylan, que perpetraron la matanza contra sus compañeros sufrieron bullying y acumularon una rabia que fue liberada durante el ataque. “Ya veremos cómo se ríen cuando les volemos la tapa de los sesos”, amenazó Dylan Klebold a sus compañeros de clase.

Es muy cierto que recrear la masacre de Columbine es morboso; pero, a Gus Van Sant le interesaba realizar un ejercicio fílmico en el cual vaciar la intimidad de dicho ambiente para comprender a los adolescentes desde una mirada objetiva y como un argumento contra quienes piensan que el bullying es indispensable.

Por esa razón es que el título de la cinta alude a la frase inglesa elephant in the room (es decir ‘elefante en la habitación’) como una forma de advertir los problemas que viven los adolescentes y que los demás ignoran a propósito.

Van Sant se llevaría la Palma de Oro y el Premio a la Mejor Dirección en el Festival de Cannes de 2003 por Elephant y la película pasaría a la historia como una excelente experiencia cinematográfica.

¿DE QUÉ VA?:

Basada en la matanza ocurrida en el Instituto de Columbine, la película es una reconstrucción de la vida cotidiana de los alumnos desde diferentes ángulos que terminan enlazándose al estallar la tragedia.

LO BUENO: PERSPECTIVAS PROFUNDAS

Gus Van Sant sabía que para recrear y entender la masacre de Columbine debía dejar a un lado el morbo y concentrarse en la investigación de los hechos. Y así fue. El cineasta nacido en Kentucky se inspiró tanto en los testimonios de los estudiantes como los reportes de la policía.

Mientras que para rodar las escenas, Van Sant echó mano de las cámaras de seguridad de la Escuela Secundaria de Columbine y decenas de documentales que recrearon los acontecimientos de manera puntual.

Con este trabajo de por medio, Elephant es imponentemente real. Ya que toma la estética, los diálogos y la vida real de los alumnos que presenciaron el tiroteo y lo lleva a la pantalla sin jugar a la ficción. Se trata de la película más fiel jamás hecha de los sucesos ocurridos el 20 de abril de 1999.

No sería sorprendente que más de un espectador tenga la sensación de estar viendo un documental. Ya que la intimidad que Gus Van Sant le imprimió a su largometraje se refleja en la forma de haberla filmado. Específicamente los planos al hombro durante el noventa por ciento de la duración.

Sí, lectores, casi todo el filme está grabado con varios planos secuencias que nos sitúan en la espalda de varios estudiantes recreados a partir de los testimonios reales. Así, la intimidad que experimentamos al mirar la cinta es completa.

En conjunto, todos los testimonios se convierten en perspectivas profundas que nos colocan en una tipo encarnación de sentimientos. Es como si el espectador saltara del sillón a la Escuela Secundaria de Columbine y viviera un día normal dentro del instituto.

El efecto intimista es aniquilador, pues como espectadores ya conocemos el futuro de nuestros protagonistas. Y la impresión también es vomitiva, ya que Gus Van Sant dedica una parte de su obra a colocarnos las botas y los rifles de los jóvenes que cometieron la matanza.

Es probable que este efecto de encarnar los sentimientos de los adolescentes no hubiera sido tan real sino es por la minimalista banda sonora de la película. Es la bagatela para piano solo Para Elisa, del compositor alemán Ludwig van Beethoven, la pieza que da color a la experiencia junto con planos intercalados de cielos nubosos.

Las actuaciones, por otra parte, no representan un apartado destacado, pero sí forman una fracción significativa del objetivo del cineasta en la película: reflexionar en torno a los problemas de los adolescentes y cómo el bullying tiene un impacto en ellos.

Asimismo, Elephant también funciona como una notable fuente de información y meditación en torno al fenómeno que después se haría popular: el concepto de school shooting, en referencia a los asesinatos que se perpetran en el interior de edificios escolares.

LO MALO: SE QUEDA CORTA

Es casi forzoso que cuando termines de ver la película te quedes con la sensación de querer más información. Y es que Elephant mantiene un ritmo muy fuerte hacia su final que acaba de manera abrupta.

Con ello, el filme también nos evidencia y parece señalarnos como espectadores morbosos que terminan hambrientos por mirar sangre y violencia, un efecto que Quentin Tarantino realza a través del absurdo.

Por último, aunque a mí no me parece una debilidad, el largometraje de Gus Van Sant podría ser catalogado como un filme lento; no obstante, es claro que el cineasta se decantó por elaborar su discurso con paciencia y no rapidez.

*Recomendación: 5 estrellas de 5. Una excelente experiencia cinematográfica.

*Plataforma: HBO

*¿Y tú, qué película basada en hechos reales recomiendas?

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