El mundo está siendo testigo de una época donde los avances tecnológicos y de la comunicación son prioridad, pero ello hace que la sociedad tenga que vivir bajo la inmediatez del momento, algo que para el tenor mexicano Javier Camarena ha afectado a la ópera, la cual, considera, se encuentra en un momento decisivo, pues las nuevas generaciones se están acostumbrando a tener soluciones rápidas y una inmediata satisfacción auditiva.
“La cuestión es que, a diferencia del tiempo de Enrico Caruso, incluso hace unos 50 años en los tiempos de juventud de Pavarotti, el maestro Domingo, hoy día la ópera no sólo se escucha, también se ve y, a veces, es demasiado inmediata por las transmisiones que se hacen por todo el mundo”, indica Camarena en entrevista con Reporte Índigo.
El tenor considera que el trabajo del cantante se ha vuelto más demandante en términos de presencia escénica y convencimiento en la parte actoral. Esto lo analiza al arrancar su gira internacional, que abarca lo que resta de 2021 y se prolongará hasta inicios de 2022.
“El esfuerzo se redobla porque ya no sólo se trata de llegar, entrar y cantar bonito y salir, ya es un trabajo mucho más completo. Termina la última función y al día siguiente, muchas veces sin dormir, te subes al avión, llegas a otra ciudad para empezar a ensayar otra obra que no tiene nada que ver con lo que estabas cantando. Este tipo de cosas han cambiado esta industria y creo que en la forma de consumirla también”, considera.
Y aunque el panorama se vea algo incierto, Javier Camarena continúa con su misión de llevar lo mejor del repertorio mexicano e internacional al mundo.
Sin embargo, el tenor también considera que la ópera no ha alcanzado un nivel más popular porque no cuenta con la suficiente publicidad y, por ende, no hay una inversión que permita que la nueva audiencia se entere y la escuche.
“Es adaptarse a las necesidades de las nuevas generaciones, apostar y trabajar por ellas, en el sentido que hay que antojarlos, venderles este espectáculo como lo que es, el gran formato musical, más que los musicales, porque no hay truco. Tú ves una orquesta tocar en vivo, cantantes actuando y cantándote enfrentándose a escenarios tan grandes como la Arena de Verona, que es para 18 mil personas, sin micrófono, ahí es real”, acota Camarena.
Un sueño cumplido para Javier Camarena
Como parte de su gira internacional, Javier Camarena tendrá su esperado debut operístico en Italia, durante el Festival Donizetti de Bérgamo, donde participará, con la orquestación original, en el papel del emblemático Nemorino de El Elixir de Amor.
Esta presentación, confiesa, lo tiene muy motivado y con muchas emociones, porque se trata de la primera ópera que se aprendió cuando era estudiante; además, este evento será el primero con el que el teatro reabrirá sus puertas tras el confinamiento.
“Me han venido imágenes de esos momentos donde estaba aprendiéndome la ópera, la estudié muchísimo, la conozco muy bien y, de verdad, renovar la ilusión de estar cantando una ópera, aunque fuera en el salón de clases, sin imaginar lo que depararía el futuro. Se ha prestado un poquito hacia la nostalgia, ver el camino recorrido y ver hacia dónde nos ha traído, ha sido muy lindo, entrañable”, expresa.
Finalmente, cerrará el año participando como solista en un homenaje al icónico tenor italiano Enrico Caruso, con motivo de su centenario luctuoso; el cual tendrá lugar el 22 de diciembre en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia en Roma.
Este programa se realizará gracias al extenso catálogo fonográfico que dejó Caruso y, el cual, quería abordar Camarena. De esta manera, apoyado por su equipo de trabajo descubrió afinidades para poder interpretarlo.
“Caruso era una voz mucho más oscura que la mía, cantaba otro tipo de ópera que no son de mi repertorio habitual, pero se conformó un programa muy completo con mucho hacia la parte romántica, llegando a arias como ‘El lamento de Federico’, de La Boheme”, explica.
El tenor italiano fue de los primeros artistas que realizó grabaciones fonográficas, hechas en cilindros de cera donde el micrófono captaba el sonido y lo iba marcando, algo que, destaca Javier Camarena, es digno de reconocer en Caruso, pues con él hubo un antes y un después en la ópera.
Esto, de acuerdo con el artista mexicano, podría ser equiparable a lo que está sucediendo en los conciertos con hologramas de María Callas.
“Caruso, en su momento, marcó un antes y después para la música. Hoy cantantes como Rolando Villazón han hecho grabaciones en este mismo aparato y te das una idea de cómo habría sido la voz de este señor, este registro y la importancia que tuvo en los artistas clásicos son su legado dentro de la historia de la industria musical”, destaca.
Si bien, son piezas que salen de su repertorio, confiesa que ha sido muy demandante porque no son canciones tan “light”, como La hija del regimiento o La cenicienta, las cuales, cree son “divertidas”. En cambio, las obras que estarán en el programa son más apasionadas.
Una carrera de largo aliento
Llegar hasta este punto, de poder realizar grandes homenajes, llevar la música mexicana a todo el mundo y expresar su amor por la ópera, ha sido un camino complejo, pero que le ha dejado muchos aprendizajes, pues considera que las cosas que más valen la pena son aquellas que más trabajo cuestan; no obstante, es lo que más valora.
“Esta carrera de inicio no fue fácil porque se va contracorriente, en muchos aspectos, incluso, a veces, en el familiar, mis papás no estuvieron muy felices cuando les dije que quería estudiar música, ahora ya es otra cosa, están muy felices, orgullosos y contentos”.
“De repente puede verse muy glamurosa, viajes a diferentes lugares y la verdad es que tiene su parte bonita, tienes la oportunidad de conocer otras culturas, gente, ciudades, historias, pero implica mucho sacrificio, estudio, disciplina de estar cuidándome porque cualquier cosa le afecta a tu voz, es todo ese esfuerzo, pero la recompensa es muy bella”, matiza Javier Camarena.
Lleva el orgullo mexicano a Dubái
Javier Camarena ofrecerá hoy, en la Expo Mundial de Dubái, un recital en conmemoración del Día de México. Estará acompañado al piano por Ángel Rodríguez, e interpretará temas de las y los compositores: Agustín Lara, María Grever, Consuelito Velázquez y José Alfredo Jiménez, entre otros.
“Es un honor representar a México porque nuestro país goza de riqueza artística, porque México es un lugar lleno de voces privilegiadas que aman la música. Si nuestra gente supiera la cantidad de artistas que están haciendo grandes papeles en ámbitos internacionales, en sus diferentes disciplinas, yo creo que hasta otra percepción como mexicanos tendríamos”, opina.
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