La obsesión por el asesino

La serie documental Conversaciones con asesinos: las cintas de Ted Bundy, en Netflix, pone en la mesa la discusión sobre cómo es que este criminal serial está generando nuevamente empatía en el público femenino, ya que en redes sociales hay comentarios a favor del homicida
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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“Soy un tipo común y corriente”, así se presentó en 1980 Ted Bundy al periodista Stephen Michaud en su confinamiento, a pesar de que perpetuó decenas de asesinatos contra mujeres entre 1974 y 1978.

El homicida se sabía como un hombre encantador con aspiraciones profesionales, y a pesar de que se encontraba en el corredor de la muerte, su espíritu era inquebrantable al punto que logró fugarse de prisión tras ser capturado por primera vez en 1975, para seguir alimentando su gusto por la sangre.

Este enigmático hombre tenía un modo particular de escoger a sus víctimas, iba tras mujeres jóvenes, quienes lo encontraban atractivo. Él, por su parte, tomaba ventaja de eso y simulaba alguna discapacidad, pero imponía respeto por mostrarse como una figura de autoridad.

“La personalidad de Ted Bundy fue reconocida como manipuladora, además de que hacía uso de su apariencia física para acercarse a sus víctimas. Un clásico seductor que controlaba al punto del dominio y sumisión”, asegura Enciso Isicahua, psicóloga forense, en entrevista con Reporte Índigo

Luego de que Bundy conseguía la confianza de sus “parejas”, las estrangulaba, y cuando estaban inconscientes o muertas, abusaba de ellas; llegó a decapitar al menos a 12 mujeres y su pesquisa se complicó porque cuidaba al máximo los rastros de sus asesinatos.

La peligrosidad de Bundy era clara, su meticulosidad por no dejar pistas lo mantuvo lejos del radar de la justicia en siete estados de la Unión Americana; estudiaba leyes y su primer asesinato fue en 1971, cuando tenía 25 años de edad.

Bundy fue condenado por los crímenes imputados de secuestro agravado, intento de asesinato, robo, violación y homicidio, y fue ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989, a los 42 años.

Antes de su muerte, el agresor recibió amplia cobertura mediática en los años 70, desde entonces se tenía la percepción social de que él era bien parecido, lo que jugaba a su favor cuando daba entrevistas o se le tomaban fotografías en juicio.

El reciente estreno de la serie documental Conversaciones con asesinos: las cintas de Ted Bundy, en Netflix, ha traído la discusión de cómo es que este ser depravado está generando nuevamente empatía por parte del público femenino, ya que en redes sociales se muestran comentarios a favor del homicida.

“Ted Bundy me habría matado seguramente, si él me hubiera dicho ‘entra en mi camioneta’, yo le hubiera dicho ‘esta bien, papi’”, publicó Kate (@darden_katie) en Twitter.

En respuesta a esta polémica suscitada en Internet, Netflix anunció en la red social que debía recordarse, ante todo, que Bundy fue un asesino serial.

“Hemos visto muchas conversaciones sobre la supuesta sensualidad de Ted Bundy y nos gustaría recordarles a todos que hay, literalmente, MILES de hombres candentes en el servicio, casi todos los cuales no están condenados por asesinos en serie”, indicó el equipo de la plataforma de videos.

Además de Conversaciones con asesinos: las cintas de Ted Bundy, en el festival de cine de Sundance se estrenó Retrato De Un Asesino (2019), película en la que se presenta al criminal encarnado por Zac Efron, y las críticas no se hicieron esperar, ya que el joven actor representa la sensualidad para una mayoría femenina actual.

“La tendencia de fascinación por parte de espectadoras responde a las estrategias de publicidad y mercadotecnia que hoy día manejan nuestros medios de comunicación (…) Desde el punto profesional diría que refleja la vulnerabilidad de nuestra sociedad a ser influenciada fácilmente.

“Los hombres desean la apariencia y facilidad de establecer contacto como Ted Bundy, mientras que las mujeres, la idealización romántica de que por amor el agresor puede cambiar”
Ilse Enciso IsicahuaPsicóloga forense

Sexualizar al criminal

Con el avance de Retrato De Un Asesino, Efron aparece como un conquistador que encanta a las mujeres por su aspecto físico, se muestra a un Bundy galán y que maneja a su antojo a la opinión pública, ¿esto es sexualizar al homicida? Para Enciso Isicahua, es una percepción subjetiva y que sólo responde a una mayoría generacional.

“El atractivo físico de Zac Efron responde a las características fisiológicas contemporáneas de una mayoría; sin embargo, sexualizar en términos psicológicos a Ted Bundy tendría que ver más con las propias patologías que pudiésemos tener como espectadores”, indica la psicóloga.

Los comentarios en redes sociales son polarizados por ver a Zac Efron como Bundy, hay quienes se sienten emocionados por observar al histrión encarnando a un criminal, y quienes cuestionan si se debe glorificar su interpretación a cuadro.

Víctima de Bundy aprueba a Efron

Cuando el sitio TMZ. com le mostró el corto de la cinta de Efron a Kathy Kleiner Rubin, quien fue una de las víctimas sobrevivientes de Bundy, la mujer dio el visto bueno al actor y expresó que ojalá el público entendiera que ese era el modus operandi del criminal, aprovechar su carisma para matar a las mujeres.

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