El dramaturgo Tony Corrales considera que, tras pasar dos años muy fuertes debido a la pandemia, llega a este año como un sobreviviente, pues fue un periodo donde el arte fue muy afectado.
Poder llevar montajes presenciales lo motiva y le da esperanza. Ahora regresa a escena para hablar sobre las infancias trans con la obra Transbordador Zel, apoyado en la dirección de Alejandro Cervantes, y con las actuaciones de la compañía Quarto Acto, integrada por Patricia Rosmir, Leonardo Yee, Tony Corrales y Omar B. Betancourt.
La pieza se presenta del 4 al 26 de junio en el Teatro Benito Juárez como parte del ciclo Entre lenchas, vestidas y musculocas.
El dramaturgo sabía que se necesita hablar sobre la identidad de género, para ello realizó mucha investigación de datos, así como de las experiencias de su gente cercana, y que forman parte de la comunidad LGBTIQ+ y trans.
Esto fue una brújula que le dio sentido a su texto, pues quería abordarlo de una forma muy honesta y humana.
“Uno los ejes principales de la obra es la alianza que se forma entre padres y sus hijos, hijas trans, cuando empiezan a nombrarlos por su verdadero nombre y no el que tenían en el acta de nacimiento, eso me resonó mucho, pensar que ahí se puede empezar a formarse un puente y vínculo mucho más sano y verdadero que es el nombre”, indica.
De acuerdo con Tony Corrales, desde el momento en que se nace se carga con normas de vida y de socialización que son dados por hechos, algo que no se les pregunta a las infancias.
Con Transbordador Zel busca empoderar a las infancias y que haya una conversación sobre sus deseos. Y aunque considera que actualmente hay un avance, todavía queda mucho por recorrer.
En esta aventura intergaláctica, Zel descubrirá que las palabras tienen poder. Acompáñalo en su increíble recorrido para ser piloto del #TransbordadorZel 🚀, sábado y domingo 13 horas en el #TeatroBenitoJuárez.
Boletos 👉 https://t.co/cQLDvZaYQU#SomosNiños pic.twitter.com/BzGMaQ9L9I— Teatros Ciudad de México (@TeatrosCdMexico) June 8, 2022
A través de esta puesta en escena se conocerá a Zel, un niño que vive junto a su mamá en una estación espacial, él se enfrentará a malvados enemigos que quieren terminar con su hogar, por lo que se embarcará en una aventura por intentar detener a este asteroide.
“Lo situé en el espacio para comprender la esencia humana, para hablar de la humanidad creo que tenemos que salir un poco de ella. Sumando eso, se tiene que enfrentar al mismo rechazo de su madre, ella no ve al niño, ve a la hija que ella creó en sus expectativas.
“Es algo muy fuerte para la comunidad, entender que, muchas veces, salir de casa puede ser algo bueno, sanador, distanciarse cuando el núcleo no nos da el apoyo que necesitamos”, precisa.
Si bien, el dramaturgo considera que es un mensaje controversial, desea que las familias y la gente decida siempre por su bienestar y seguridad, aun cuando eso signifique alejarse de algún núcleo.
“Sobre todo por la cultura latina en la que vivimos, la familia es un nido que se va haciendo más grande y pensar que alguien se salga lo vemos como muy grave, pero en realidad hay que entender que el núcleo nos puede hacer daño y no adrede, pero debemos ponernos como prioridad”, aclara.
Por último, el dramaturgo celebra que se puedan hacer estas apuestas escénicas en la actualidad, y que se promuevan mensajes sobre la libre aceptación.
“Me ha dejado el encuentro, juntarnos un grupo de locos que queremos o pretendemos hacer arte, investigar, averiguar los vínculos humanos, las relaciones y crearnos más preguntas a través de la investigación. Lo que más me ha dejado es no tener ninguna respuesta acerca de nada, sino intuiciones y curiosidad por diferentes puntos de vista”, considera Tony Corrales.
Toma Nota
Transbordador Zel se presenta del 4 al 26 de junio, los sábados y domingos, a las 13:00 horas, en el Teatro Benito Juárez.