La obra de teatro “Necesitamos representación” sobre la asexualidad y sus prejuicios

Por mucho tiempo, la actriz Jimena Eme Vázquez tuvo que fingir que estaba enamorada de los chicos de la secundaria con tal de tener conversaciones con sus amigas, hasta que escribió una carta de renuncia al amor romántico para identificarse como asexual y arromántica, es decir, que no necesitaba de un vinculo sexual con nadie.

Esto se volvió un manifiesto para su vida y de nombrar quién es realmente. La actriz Minah Cerviño también se declaró asexual a través de Twitter, por lo que ambas artistas, junto con Mar Aroko, decidieron unir sus experiencias para escribir una obra, el resultado es Humana y tradescantia, la cual se llevará a cabo en el Teatro El Milagro.

“Nunca nos presentan la asexualidad como una opción, siempre es heterosexual, homosexual o  bisexual, esas son las opciones, si es que se nos dan clases de educación sexual, no hay más”, platica Cerviño.

En entrevista con Reporte Índigo, explica que gracias al Internet, podcast, artículos y a algunos libros entendió que lo que ella sentía sí tenía nombre. Pudo aclarar sus preguntas, la confusión y el dolor que, por un momento, sintió cuando vio que no “encajaba en un mundo normativo con la sexualidad”.

Incluso, de vivir en una cultura, donde las películas y las series, aunque sean ficción, dan cierta información de cómo funciona la sociedad.

“Es importante empecezar a nombrar la asexualidad a los chavos, porque muchas veces, las series y las películas sobre adolescentes nos muestran a chicos que salen de fiesta, se besan, tienen sexo y uno piensa que así se tienen que vivir y en realidad, no.

“Por eso nos obligamos a hacer cosas que no queremos, un poco por presión social, por esta sensación de deber ser, porque es lo único que conocemos, porque creemos que así deben ser las cosas y eso es fuerte”, detalla.

Humana y tradescantia narra la historia de dos mujeres jóvenes que comienzan a frecuentarse mientras se envuelven en un vínculo emocional que va más allá del sexo.

Todo esto enmarcado por distintos ejemplos y canciones que muestran el amplio espectro en el que las relaciones humanas pueden surgir.

“Tenemos un espacio de reflexión entre las actrices donde hablamos de nuestras experiencias de vida. También tomamos ciertas canciones para hacer nuestra propia versión asexual, porque todas siempre tienen algo sexual, físico y romántico”, añade.

La actriz comparte que necesitaban crear una historia que las representara, cuyo amor no se centra alrededor del sexo. Fue una necesidad para sentirse validadas, pues, declara que existe mucho prejuicio.

“Hay gente que no cree en la asexualidad, piensan que es una desviación derivada del trauma, y no, solamente es una manera diferente de relacionarse.

“He escuchado a personas que dicen que no posible no sentir atracción sexual, les pregunto, entonces ¿tú cómo ves el consentimiento si crees que la asexualidad de alguien no es válida, si te topas con alguien asexual y te dice que no, qué onda?”, cuestiona Minah.

Para Minah, además de hablar sobre estos temas tan pertinentes, la pieza se desarrolla desde un lugar gentil y de amor, donde no hay quejas, ni enojo. Ellas sólo buscan la representación de su propia comedia romántica.

“Es nuestro manifiesto para decir que existimos y que también podemos encontrar el amor en nuestras amigas, familia y parejas de una forma diversa”, puntualiza.

Sobre el título

La actriz Minah explica que la tradescantia es una planta que se reproduce sola sin necesidad de una semilla.

“Si le cortas un cachito a la planta y la pones en agua saca raíz y solita se reproduce, entonces, es una alegoría que nos gustó mucho”, detalla.