La música siempre ha sido la fiel acompañante de todo ser humano, ha estado en las buenas, en las malas y en las peores. Y así como cada persona ha evolucionado con el paso de los años, sus ritmos también lo han hecho, como el reguetón.
Este género, que comenzó a resonar en América Latina a partir de los años 90, fue ganándose un lugar en la industria musical a pesar de que gran parte de sus intérpretes utilizaban frases sexuales y denigrantes para las mujeres.
En 2015, el ahora cuatro veces ganador del Latin Grammy, J Balvin, lanzó la canción “Ginza”, en la que se le oye decir frases como “Si necesitas reguetón, dale, sigue bailando, mami, no pares. Acércate a mi pantalón, dale. Vamos a pegarnos como animales”.
En el ensayo El género musical reggaetón. Aproximación al discurso sexual y a la cosificación de las jóvenes (Universidad Pablo de Olavide, 2018), las historiadoras Rocío Cruz Díaz y María del Carmen Guerrero Moreno coinciden en que el reguetón ha sido fuertemente criticado por el grado de violencia que se manifiesta en sus letras, principalmente hacia las mujeres.
“Este género ofrece una visión de la mujer desvalorada y cosificada, como un objeto de deseo sexual incapacitado para tomar decisiones propias”, se lee en el escrito.
Y aunque con el tiempo han sido diversas las piezas de este género que han seguido desvalorizando al género femenino, como “Fanática Sensual”, de Plan B; “Rómpelo”, de DJ Pedro Fuentes y “Tra Tra Tra Remix”, de Ghetto Kids y Guaynaa, las letras de algunos otros intérpretes han ido modificándose a lo que les pide el público.
“¿Cuándo saldremos de nuevo? Eso nadie lo sabe. Mejor nos damos un beso antes de que el mundo se acabe. Ni la pandemia más fuerte que anda matando personas me separa de ti”, menciona René, mejor conocido como Residente, en su más reciente sencillo “Antes Que el Mundo se Acabe”, lanzado en mayo pasado, en referencia a la pandemia mundial que se vive.
Tania Lizbeth Meléndez Elizalde, maestra en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que la nueva faceta de algunos intérpretes urbanos se ha debido a que la sociedad así se los ha exigido, ya que se han concientizando de las protestas en favor de las mujeres y su autonomía.
“En la medida en que la sociedad les diga (a los cantantes de reguetón) ‘no aceptamos un chiste homofóbico, racista o sexual’, ellos van a ir cambiando sus letras y comenzará a haber menos discriminación en la música”, dice Meléndez Elizalde.
Diego Londoño, periodista musical de origen colombiano, coincide con la maestra y detalla que los artistas urbanos han cambiado un poco su temática en las canciones porque la industria y el público así lo han pedido, además de que se percataron de que la mayoría de sus seguidores eran niños y adolescentes.
Para el especialista, estos músicos modificaron sus letras como una manera de no morir, de no ser excluidos, como pasó con el punk y el metal en algún momento.
Otro de los cantantes que se ha sumado al cambio es Bad Bunny, quien en uno de sus nuevos materiales decidió interpretar a una chica trans para cantar “Yo perreo sola”. En la lista de las 100 canciones más populares de Billboard, aparece en el número 66.
“Que ningún baboso se le pegue. La disco se prende cuando ella llegue. A los hombres los tiene de hobby. Una malcriada como Nairobi. Ella está soltera antes que se pusiera de moda. No cree en amor desde Amorfoda. El DJ la pone y se las sabe todas. Se trepa en la mesa y que se jodan”, dice la letra que muestra a una mujer que se divierte sin la necesidad de un hombre.
El éxito del reguetón continúa
Aunque después de las manifestaciones y luchas en favor de los derechos femeninos ya han aparecido intérpretes urbanos que han optado por cambiar sus melodías, aún hay reguetoneros que siguen difundiendo canciones agresivas, las cuales reciben el apoyo de diferentes personas.
De acuerdo con la socióloga Meléndez Elizalde, este apoyo se ha seguido dando porque, aunque una parte de la sociedad se dio cuenta que lo escuchado estaba socialmente mal, algunas otras personas no tienen todavía el conocimiento para entenderlo.
En El género musical reggaetón. Aproximación al discurso sexual y a la cosificación de las jóvenes, se explica también que la gente sigue apoyando canciones denigrantes porque “la juventud consumidora de reguetón le gusta el ritmo de la música. Al bailar o cantar, no reflexiona sobre el contenido, si es sexista o cosifica a la mujer”.
Por otra parte, en el texto se menciona que son muy pocas las mujeres artistas que abordan estas canciones o se acercan a este sector; sin embargo, las hay, como Ms Nina, intérprete argentina que canta canciones como “Tu sicaria”, en la que dice “Bajo hasta el suelo y no pido perdón, quítame el short. Soy tu sicaria, me pongo fina”.
Para la académica Tania Lizbeth, el que una mujer se acerque a un sitio que generalmente ofende su persona es algo aún estudiado y analizado. Sin embargo, sostiene que el que ellas decidan estar ahí no es por cuenta propia, sino por el impulso del patriarcado.
“Si el contexto social está diciendo ‘qué bueno, qué bonita se ve’, y ella cumple todos los patrones de una mujer guapa, hasta por gusto lo asumen”, señala.