Los derechos de autor en un rubro como la música y el entretenimiento siempre van a ser motivo para debates interminables.
Por un lado están las víctimas (artistas independientes) que publican su contenido en espacios digitales, pero por otro están los grandes verdugos (compañías discográficas) que se enriquecen a costa del contenido.
Pero cuando se habla de Internet y los sitios web en los que se puede distribuir música, lo cierto es que las versiones varían y el contenido es la única víctima.
Las regulaciones solamente favorecen a los sitios que pueden tener ventaja a la hora de pelear –y negociar– por el contenido musical. Ante ello, artistas y disqueras se unieron para firmar una carta que pide la reforma de la Digital Millennium Copyright Act (DMCA).
Y es que según los artistas y las compañías discográficas que firmaron la petición para la reforma, la DMCA enriquece a las compañías de tecnología a costa de los autores de contenido. Esto debido a que se permite almacenar material ilícito.
Para los solicitantes de la reforma, la mencionada ley inclusive es obsoleta, pues artistas pierden millones de dólares en publicidad cuando se surten los procedimientos de retirar el contenido infractor, mientras que los sitios pueden seguir facturando sin tapujos.
Por su parte, YouTube aseguró que la mayoría de los sellos y editores musicales tienen acuerdos de licencia con su compañía para que al usuario se le permita subir videos que contienen canciones de esos artistas y disqueras.
Entonces, si la petición se escucha y se reforma la DMCA, ya ni los internautas podrán usar ese material con libertad en la Red, en donde –supuestamente– el contenido es libre (mientras no se violen los derechos de autor, claro).
Y, de esa manera, solo los artistas y los sellos discográficos podrán hacer uso del material. Tal como sucede en el contenido que se distribuye en formato físico o disco (CD).
Irónicamente, eso tampoco resuelve el problema de regalías para los artistas, pues las ganancias principales pasarían directamente a las disqueras, como ha sucedido a lo largo de los años.
Sin embargo, para los artistas que firmaron esta petición, la DMCA está “rota” y ya no funciona para los creadores, de acuerdo a su misiva dirigida al Congreso de Estados Unidos.
Tanto los artistas como los sellos discográficos e incluso los usuarios deberían tener en mente que lo importante es evitar que se distribuya el material a través de un enemigo que no se puede controlar con leyes o reformas de las mismas: la piratería.
La DMCA a detalle
La Digital Millennium Copyright Act (DMCA), fue promulgada en 1998, antes de que existieran los servicios de reproducción en línea, fue un intento por actualizar la legislación sobre los derechos de autor a las nuevas tecnologías, pero permite que servicios y plataformas digitales como YouTube “sean un ‘puerto seguro’ para la violación de los mismos derechos que buscaba proteger debido a las acciones de sus usuarios”.
Y es que “la DMCA ha permitido que las corporaciones tecnológicas crezcan y generen enormes beneficios al facilitar que los consumidores puedan llevar casi cualquier canción grabada en la historia en su pequeño bolsillo, a través de un teléfono inteligente, mientras los ingresos de los compositores y los artistas continúan disminuyendo”, menciona el escrito firmado, el cual es promovido por el reconocido manager musical Irving Azoff.
¿Quién ya firmó?
Taylor Swift, Paul Mc Cartney, Kings of Leon, Christina Aguilera, Katy Perry y Bon Jovi, son sólo algunos de los músicos que ya plasmaron su sello en la petición para que la Oficina de Copyright de Estados Unidos impulse una reforma a la Digital Millennium Copyright Act (DMCA).