En el puerto de la isla de Lampedusa, Italia, impera la confusión, la mezcla de idiomas complica el diálogo, pero sólo es necesaria una imagen para entenderlo todo: el desplazamiento de más de 300 ataúdes causa duelo entre los presentes.
Mientras que los sobrevivientes del naufragio están desesperados por acompañar a sus familiares muertos, las autoridades hacen lo posible por desalojar el muelle, la peste es incontrolable y la descomposición peligra en germinar un problema sanitario.
Esa escena ocurrió días después del 3 de octubre de 2013, cuando un barco, proveniente de África, transportaba a más de 500 personas y a un kilómetro, antes de llegar a la costa italiana, el navío comenzó a sumergirse. Para intentar ser vistos, encendieron una tela, pero esto terminó por consumir a la embarcación.
Aregai, un hombre negro que venía escapando desde Eritrea, país inestable en África Oriental, logró sobrevivir gracias a que pescadores se enteraron de la tragedia y acudieron para auxiliar. Él fue una de las 18 personas rescatadas del océano con vida.
Con esas desgarradoras imágenes inicia It will be chaos, documental de HBO, que se adentra en el conflicto migratorio que ocurre al norte de África y Oriente Próximo.
Lorena Luciano y Filippo Piscopo, un matrimonio italiano que radica en Nueva York, tuvieron la inquietud, desde 2011, de hacer un proyecto audiovisual que contara esta crisis migratoria iniciada con la Primavera Árabe, por lo que regresaron a su país de origen para indagar más acerca del tema.
It will be chaos llega esta noche a HBO, a las 22 horas, y estará también disponible en su plataforma en streaming HBO GO.
De rescatados inocentes a migrantes intrusivos
Para que Aregai llegara a Italia tuvo que pasar por países como Sudán y Libia. La travesía la comenzó con sus tres primos, él fue el único de su familia que logró salir con vida de la desgracia.
Siguiendo la investigación del siniestro marítimo, el africano fue citado ante la corte para identificar al capitán del barco, pero una vez acabada su declaratoria, fue ingresado en un campo de refugiados, donde no se le permite salir.
El inmigrante explica a cuadro que viven hacinados, por lo que se dio a la fuga en el primer intento, para internarse en solitario al norte de Europa, teniendo en la mira arribar hasta Estocolmo, Suecia.
Dentro de los asilos para migrantes, se vive una violencia cada vez más fuerte, llegando hasta la agresividad. Personas reclaman volverse ciudadanos italianos, pero los nacidos en el país europeo, ya no están conformes con la situación.
“Esto dejó de ser una crisis de inmigración y se volvió una invasión, ya no queremos aceptar a más extranjeros”, exclaman los italianos en asambleas públicas registradas por los cineastas.
La familia siria con el sueño alemán
Los desplazados buscan una mejor vida en Europa escapando de la guerra civil de Siria, así como en el continente Americano la utopía es cruzar la frontera de Estados Unidos y México, en el Viejo Continente la mira está puesta en Alemania.
En 2015, Wael Orfahli logró salir del país de Oriente Próximo, junto con su esposa y cuatro hijos. Tiene la esperanza de llegar a la nación teutona porque allá está su hermano que logró partir antes que él.
La familia Orfahli se ha topado con pared en más de una ocasión, la policía turca los ha intervenido en varios intentos de escape, sobre todo por su propia seguridad, ya que pretenden llegar a las islas griegas en un bote con sobrecupo que podría volcarse.
“No me importa si voy a morir, lo único que quiero es ya irme de aquí”, expresa Wael, quien lleva el peso de toda su parentela. Cuando al fin logran subirse a la lancha, el agobio e incertidumbre son los únicos acompañantes de estos sirios sin papeles.
Afortunadamente, los seis miembros Orfahli llegan hasta Grecia, donde su éxodo continúa por la península de los Balcanes. En este punto, ya son siete los países que llevan recorridos para llegar a su destino final.
La permisividad del Estado
Italia se muestra al inicio caritativa, amigable y solidaria con los refugiados, que a toda costa evita llamar ilegales, al menos así lo dice la alcaldesa Giuseppina Maria Nicolini, de Lampedusa, en 2013.
Pero conforme pasa el tiempo, el gobierno se vuelve estricto, manteniendo a los migrantes en campamentos en los que apenas pueden vivir de manera salubre, los foráneos quieren aspirar a salarios igualitarios que los italianos, mientras que los ediles ya no saben cómo contenerlos.
En el viaje de los Orfahli se ve cómo el brinco entre las fronteras de Macedonia, Serbia y Croacia, es prácticamente inexistente, además son ayudados para aligerar su llegada hasta Alemania, porque ahí, el gobierno ya no es laxo como en el resto de las naciones.
Según cifras mostradas por el documental, más de 18 mil personas han desaparecido o muerto, desde 2011 hasta 2018, migrando desde Siria, mientras que 11 millones de sirios resultaron desplazados a varios países después de siete años del conflicto bélico.