“La mentira es más contagiosa que la verdad”, Jorge Carrión
Jorge Carrión, doctor en Humanidades, expresa que en la actualidad las series y los podcasts son herramientas para divulgar el conocimiento científico, pues son más accesibles para el público en general
Karina Corona“El conocimiento tiene que circular para divulgarse y transmitirse” fueron las palabras que pronunció el escritor y conferencista Jorge Carrión, doctor en Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, al presentarse en el segundo Diplomado de Divulgación en Humanidades y Ciencias Sociales.
En la conferencia “Humanidades, ciencia y tecnología: una experiencia de divulgación transmedia”, Carrión recordó a Carl Sagan y James Lovelock como los grandes divulgadores científicos, quienes combinaron lo clásico y lo viral, y utilizaron herramientas propias para alcanzar sus metas.
Por ello, afirmó que un buen académico o investigador tiene que ser un gran divulgador para “traducir, adaptar y hacer accesible” el conocimiento.
Lejos de las antiguas creencias, el escritor expresó que la manera más adecuada y afianzada para divulgar el conocimiento científico está en algunas series televisivas y los podcasts porque lo difunden de manera horizontal en el ecosistema digital, pues estos instrumentos pueden tener un tráfico infinito.
“Hallamos la transferencia de conocimiento clásico en un eje vertical en el siglo XX y sus precedentes, eso ha cambiado drásticamente en los últimos 30 años con la transmisión horizontal y viralización a través de las redes sociales”, aseveró.
De acuerdo con Carrión, hoy en día se utilizan nuevas métricas y fórmulas para evaluar al profesorado, como empezar a contar cuántas veces es citado en Google Académico, incluso su número de seguidores en redes sociales, porque se considera que su labor debe influir no sólo en el aula física.
Ante la transferencia de conocimiento debe elegirse una frase corta, de rápida identificación, para que una idea se haga “viral”.
El autor ibérico consideró que otros medios de divulgación pueden ser los hilos de Twitter, las listas de reproducción en YouTube, las exposiciones digitales que se robustecieron durante la pandemia, algunos influencers, así como el cómic y la animación.
“Deben hacer su propio laboratorio de experimentación para saber y encontrar algún canal inesperado de divulgación, quizá mejor a los ya mencionados”, añadió.
Jorge Carrión mencionó que los gamers y ejecutores de bromas son quienes más seguidores tienen en YouTube; si esto se considerara una “guerra cultural” contra la divulgación científica, se está perdiendo.
“Estos territorios deben ser ganados y conquistados por la creatividad, por quienes creen en otros contenidos”, concluyó.