En 1954, la diva del cine nacional Silvia Pinal cumplía uno de sus mayores sueños: tener un hogar propio. Y no era cualquier casa.
La casona, que fue su refugio y el de su familia desde entonces, fue diseñada en el Pedregal de San Ángel por el arquitecto Manuel Rosen, conocido por ser uno de los constructores del complejo de la alberca y el gimnasio olímpicos, así como la casa de Mario Moreno “Cantinflas”.
“Aquí está construida mi vida entera: vivencias, recuerdos… No me puedo ir de aquí”, declaró en entrevistas la reconocida actriz que confesó haber adquirido en abonos el terreno en esa zona que comenzó a poblarse de casonas funcionales que convivían con la naturaleza en los años 50.
Asentada sobre las distintas capas de lava que dejaron diversos volcanes, el hogar que la actriz habitó durante casi siete décadas no solo destaca por sus características arquitectónicas. Sus muros también resguardan la memoria familiar de una dinastía de personalidades del espectáculo mexicano y ha sido escenario de algunos capítulos esenciales del cine nacional.
La alberca más grande del Pedregal
En ese terreno de dos desniveles, un joven arquitecto Manuel Rosen proyectó una casa habitacional con jardín y una alberca, la cual fue la más grande en la zona en su momento. Mediante trabes de concreto armado y columnas de acero, echando mano de amplios ventanales, el arquitecto diseñó los espacios interiores, recámaras, cocina, comedor, estancia.
Rosen también aprovechó la piedra natural de la zona y la incluyó en la zona de bar y algunos muros de la casa.
Algunas de esos elementos se pueden ver en las imágenes y retratos que la actriz ha compartido desde ahí, en visitas que solía otorgar a medios para mostrar su hogar, incluso en películas que la usaron como set, como “María Isabel” (1967) y “El amor de María Isabel” (1968), ambas dirigidas por Federico Curiel y protagonizada por Pinal.
Es en esa casona donde también vivió con tres de sus cuatro esposos, el productor Gustavo Alatriste, el cantante Enrique Guzmán y el político Tulio Hernández. Ahí crecieron también sus cuatro hijos.
Pedro Infante y Juan Gabriel llegaban a comer tacos
En 2018, la actriz abrió las puertas de su casa al programa de televisión Hoy y ahí mencionó algunas de las personalidades que desfilaron por su casa, como Pedro Infante, quien amaba los tacos que preparaba la abuela de Pinal, así como Juan Gabriel, que siendo un joven todavía desconocido se colaba a la cocina con una de las hijas de la actriz para comer tacos.
En esa entrevista, la actriz de “Viridiana” recordó cuando posó para el cuadro que le realizó Diego Rivera en 1955, el cual resguarda celosamente en su hogar y se ha convertido en una especie de santuario de ese lugar.
El retrato que muestra a Silvia Pinal de pie, de espaldas a un espejo que también permite ver su silueta de espaldas, ha sido valuado en unos 3 millones de dólares y es uno de los pocos retratos de personalidades de la farándula que el genio mexicano realizó. Otra de las actrices retratadas por Rivera fue María Félix.