Al transitar por las calles de la Ciudad de México o de otras metrópolis del país, pocas veces o casi nunca, la ciudadanía se cuestiona sobre la flora y fauna que ve a su alrededor; la realidad es que cada vez menos se tienen especies nativas de árboles o plantas, por los cambios que ha habido a por crear una estética o complacer el gusto de alguien en la vía pública.
Desde 2004, Tiziana Ulian, investigadora del Real Jardín Botánico de Kew, se encuentra en México haciendo conciencia sobre la importancia de tener flora endémica y de las regiones propias de la nación para que se propaguen a futuro y haya una reforestación propia y sin especies invasoras.
“En México, como en muchos países del mundo, la reforestación en el pasado se hacía con especies exóticas, esto es un problema global; lo positivo es que ya hay muchas organizaciones o los gobiernos mismos están interesados en la reforestación con especies nativas, solamente que, a veces, falta la información, la semilla o el material genético”, describe Tiziana Ulian.
A la investigadora le ha tomado décadas el indagar a fondo y tener un informe sobre las especies endémicas que son de México. Comenta que son alrededor de tres mil especies las que hay que seguir reinsertando en el ecosistema del país.
“Pienso que todos tenemos la responsabilidad y nosotros como investigadores tenemos que divulgar la información, no solo en revistas científicas, sino también llevarla a la gente de manera práctica, por ejemplo, desde Pronatura estamos preparando unos folletos que son técnicos para saber qué especies utilizar en los diferentes hábitats y también especificar las que pueden mitigar el cambio climático”, comenta la investigadora.
Tiziana Ulian revela que la UNAM y Pronatura se encuentran trabajando en conjunto para reinsertar especies endémicas en Veracruz; este proyecto apenas comienza y sería para que a futuro haya más árboles que, específicamente, tengan una mayor capacidad de captación de emisiones de carbono y así ayudar al calentamiento global.
“Es importante que las comunidades también tengan estas herramientas para tomar decisiones y ver qué especies utilizar, porque no sólo hay que reforestar los bosques, hay que plantar en los jardines, y que los ciudadanos pueden hacerlo desde lo privado, todos podemos contribuir para el cambio climático”, subraya.
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