Resulta interesante que entre más utilizamos nuestro correo electrónico, menos correos personales recibimos. De seguro te pasa que cuando tu bandeja marca 10 mensajes sin leer, siete pueden ser de cualquier cosa (entre publicidad y páginas a las que no nos suscribimos) y solo tres tienen que ver realmente contigo.
Las compañías proveedoras de correo electrónico incrementan cada cierto tiempo sus niveles de seguridad para evitar que te llegue ese tipo de correo; los filtros son cada vez más sofisticados, pero al parecer el spam también.
En Estados Unidos es muy común que las empresas destinen una parte de su presupuesto a enviar correo (tradicional) a las casas para promocionar sus productos.
Según Joel Schectman, de The Wall Street Journal, hasta hace 10 años, estas compañías encargadas de repartir la publicidad tenían 10 datos acerca de cada casa. Un nuevo enfoque permite a los vendedores directos buscar inmediatamente entre cientos de fuentes de datos públicas y privadas y reunir datos demográficos más específicos como: “familias jóvenes de clase media alta con hijos adolescentes a quienes les gusten los gadgets”.
“En lugar de tomar un mes, estamos hablando de segundos, en algunos casos” para ejecutar una consulta sobre datos, afirma Christian Ward, oficial en jefe sobre datos en Infogroup Inc., empresa dedicada a vender listas sobre consumidores específicos a los minoristas que realizan campañas de correo directo.
Jennifer Elwood, directora ejecutiva de mercadotecnia de consumo de la Cruz Roja estadounidense, dice que la fusión entre los perfiles en línea de las personas y las direcciones de sus casas se ha convertido en el “santo grial” de la publicidad directa, ya que esos perfiles proporcionan pistas sobre sus gustos y preferencias.
Si estas compañías de publicidad por correo tradicional pueden hacer uso de estos datos, ¿qué no podrán hacer las empresas que hacen lo mismo pero a través de Internet?
¿Qué consideras como spam?
Según The Messaging Anti-Abuse Working Group (MAAWG), organización que trabaja contra todos los mensajes virtuales que podrían considerarse abusivos (spam, correos fraudulentos, etc.), en su encuesta “¿Qué piensa la gente del spam?”, 69 por ciento de los encuestados definieron este tipo de emails como cualquier correo que ellos no solicitaron.
Los emails de publicidad de pastillas para bajar de peso, casinos online, fraudulentos, y hasta las cadenas también aparecieron en las respuestas más comunes.
Entre los factores que le ayudan a las personas a decidir qué es spam, el 73 por ciento contestó que lo saben al ver el nombre del remitente o la dirección de correo electrónico, mientras que otros se basan en el título, el lenguaje o hasta ver el contenido.
Al recibir este tipo de correo no todos lo marcan como spam, 60 por ciento de los encuestados dijeron que lo borraban sin abrirlo, solo 39 por ciento lo reportan.
Instalar un filtro contra el correo no deseado es la acción más común (63 por ciento) cuando se trata de mantener “limpia” la bandeja de entrada.
Es interesante que, según los datos de esta encuesta, 77 por ciento de los participantes creen que son las compañías de Internet y los proveedores de correo electrónico los responsables de detener el envío masivo de estos emails.
Pero mientras esto pasa, nadie mejor que tú mismo para evitar hundirte en una bandeja llena de “basura”.
¿Qué es para ti el spam?
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