Entre los más de 20 mil refugiados españoles que llegaron a México ante el ascenso del franquismo, académicos, intelectuales y artistas contribuyeron a fortalecer la ciencia y la educación del país.
Sus aportaciones enriquecieron centros de enseñanza de nivel superior y de investigación científica y humanística como la UNAM, el IPN y el Colmex. Enrique Villa, exdirector general del IPN, subrayó la importancia que tuvo la incorporación de 53 especialistas españoles a tan solo 3 años de la fundación de ese instituto.
“En el Politécnico se dio una feliz confluencia entre la naciente institución, llena de ideales y compromisos con los más desfavorecidos, y la llegada de esa pléyade de científicos y humanistas españoles que enriquecieron su proceso de conformación y desarrollo”, explicó durante su participación en la mesa de discusión “La influencia del exilio español en la educación mexicana” que tuvo lugar en El Colegio Nacional (Colnal).
La inserción de los académicos refugiados españoles en el Politécnico Nacional marcó un “eje señero”, fundamentalmente en las ciencias médico-biológicas, ya que formaron un sinnúmero de generaciones de profesionistas que aún reconocen el valor de sus enseñanzas.
Para Silvia Giorguli, presidenta del Colmex, el legado de los exiliados españoles es visible en tres aspectos: internacionalización de la educación superior, estilo de docencia y profesionalización del oficio académico.
Para la educación superior en México, el exilio español solidificó las bases de la academia que ya existía y la enriqueció. La llegada de los refugiados habría de convertirse en una gran iniciativa cultural y científica, un legado visible al día de hoy, que fue posible debido a que había una visión y un diseño institucional que permitió la conformación de instituciones como El Colegio de México
José Sarukhán enfatizó en que la mayoría de los exiliados acogidos por la UNAM pertenecían a las áreas de las humanidades, ciencias sociales y de algunas ciencias duras como las matemáticas y la física, en contraste con el Politécnico que se quedó con el mayor número de científicos dedicados a las áreas de las ciencias naturales y la Biología.
“Lamento mucho que haya pasado eso, porque la biología de México se hubiera beneficiado mucho si un buen número de estos científicos hubiera estado en la UNAM, porque creo que nos habrían dado una visión diferente”, afirmó Sarukhán.
La mesa de discusión formó parte del ciclo Legado del exilio español, del Colnal.
