Para que el cuerpo se mantenga fuerte y saludable es importante brindarle las herramientas necesarias, como las vitaminas, nutrientes esenciales para el metabolismo. Las vitaminas ayudan a que las personas tengan una visión óptima, huesos fuertes y un crecimiento adecuado del cabello. Una de las más importantes es la vitamina D (VD), porque se sabe que tiene una importante participación en el sistema inmune y en la disminución de la inflamación, además de la fijación del calcio.
También puede ser un factor protector contra el asma, especialmente durante esta temporada de fríos. Debido a todo esto, la vitamina D ha cobrado gran relevancia, sobre todo frente al escenario de emergencia sanitaria que se vive en la actualidad a nivel mundial.
A pesar de eso, Yamamoto aclara que la suplementación no es un escudo protector ante la posibilidad de un contagio de infecciones bacterianas o virales, como en el caso de COVID-19.
“Hablando de vitaminas es importante tratar de obtenerlas de forma natural y en caso de recurrir a la suplementación siempre hacerlo de forma responsable y de la mano de un experto profesional de la salud, quien determinará las necesidades de cada persona”, afirma el experto.
Para Yamamoto, lo más importante para mantener el cuerpo sano es lograr un equilibrio adecuado entre la alimentación y el estilo de vida, llevándolos hacia lo saludable.
Investigación de la Vitamina D en curso
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), en España, publicó un estudio en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, de la Endocrine Society, que generó mucho revuelo y confusión.
Si bien, el 80 por ciento de un total de 216 pacientes ingresados por COVID-19 durante la primera ola de la pandemia en el país ibérico tenía una deficiencia de vitamina D, comparada con el 47 por ciento en un grupo de individuos de similar edad y sexo de la población general de Cantabria, el número de participantes en el estudio es muy bajo para poder sacar conclusiones profundas sobre la enfermedad por coronavirus.
Por lo que los investigadores señalan que se debe esperar a tener los resultados de los ensayos clínicos que están en marcha, con un amplio número de participantes, para saber definitivamente si el tratamiento con vitamina D puede prevenir la infección por coronavirus o reducir su gravedad.