“Siéntate un rato”, es lo que escuchamos con frecuencia como la solución al cansancio y/o la pesadez de un día laboral o del ajetreo diario… pero eso se acabó.
Haz un recuento del tiempo que pasas sentado en tu vida: mientras manejas, durante todo el día en el trabajo, a la hora de la comida y al llegar a casa, de nuevo al sillón o la cama. Lo hacemos por inercia.
Tampoco se trata de recomendar un estilo de vida “equino”; estar mucho tiempo de pie también puede perjudicar a la salud. Pero lo cierto es que estar sentado durante tiempo prolongado puede traducirse en más daños que beneficios para la salud.
De acuerdo a una nueva investigación, mantenerse sentado puede aumentar el riesgo de diabetes, obesidad y enfermedades cardíacas. De hecho, el estudio realizado por científicos de las universidades de Leicester y Loughborough indica que también aumenta el riesgo de muerte.
Si crees que por el hecho de que haces ejercicio diariamente estás a salvo, eso no tiene nada que ver. Ese riesgo no disminuye aunque estés físicamente activo, según señala la investigación que analizó 18 pruebas, en las que participaron 800 mil voluntarios.
Los expertos de este estudio, publicado recientemente en la revista Diabetologia, incluso recomendarían que hicieras una pausa de esta lectura y caminar un poco mientras repasas los ojos por este texto.
Emma Wilmot, del Grupo de Diabetes de la Universidad de Leicester, es la autora que dirigió el estudio, quién además señaló que “si un trabajador se sienta en su escritorio todo el día y luego va al gimnasio, mientras que su colega se dirige directamente a casa a ver la televisión, el que va al gimnasio tendrá mejores resultados de salud, pero todavía hay un riesgo para la salud debido a la cantidad de tiempo que pasa sentado”.
Por su parte, el profesor Stuart Biddle, de la Universidad de Loughborough, dice que “podemos tener juntas de pie, caminar durante la hora de comida o descanso, y podemos reducir el tiempo que vemos la televisión en las noches al buscar comportamientos menos sedentarios”.
Un estudio publicado en los Archives of Internal Medicine y que abarca un análisis de más de 200 mil personas, con una edad promedio de 45 años, reveló que de las personas analizadas que pasaban más de 11 horas al día sentados –o incluso más– tenían 40 por ciento más de riesgo a morir en los siguientes tres años, en comparación con los que estaban sentados durante cuatros horas diarias, según indica The Guardian.
Wilmot agregó “comparativamente, el riesgo de un camarero que está parado todo el día va a ser mucho más bajo. Las personas se convencen de que están llevando un estilo de vida saludable, al hacer sus 30 minutos de ejercicio al día, pero tienen que pensar en las otras 23 horas y media”.
Y no solo eso, la investigación liderada por Wilmot dice que permanecer sentado por mucho tiempo o bien, llevar una vida sedentaria, afecta negativamente a los niveles de glucosa, aumentando la resistencia de insulina en el cuerpo. La ciencia aún no sabe cómo es que esto sucede y no hay relación de esto con la circulación, como muchos podrían pensarlo.
La investigación indica que un adulto promedio pasa entre el 50 y el 70 por ciento de su tiempo sentado.
Matthew Hobbs, director de investigación de Diabetes UK, dijo que “hacer más actividad física es una excelente manera de ayudar a mantener un peso saludable, que es la mejor manera de reducir al mínimo el riesgo de diabetes”.
Las actividades sedentarias o que implican estar sentado mucho tiempo, utilizan un equivalente metabólico poco balanceado con el gasto de energía.
En cambio, al caminar se utiliza cuatro veces más energía que cuando estamos sentados, enfatiza la investigación.
Otro estudio, publicado en The British Journal of Sports Medicine, indica que cada hora que se pasa frente a la televisión, después de los 25 años, ¡reduce la esperanza de vida por 21.8 minutos!
Biddle concluyó que “hay muchas maneras en las que podemos reducir nuestro tiempo sentados, al romper largos lapsos de periodos de tiempo frente a una computadora en el trabajo al ‘guardar’ la computadora en un archivero”.
Trabajar de pie
Jacquie Clermont, probadora de software de Liaison International en Watertown, dijo a Kathleen Pierce de The Boston Globe, que solía ponerse de pie “e inclinarme diciendo ‘ouch, ouch, ouch’”.
Hasta que decidió, junto con un grupo de compañeros, unirse al grupo de colegas que tienen mesas altas (con cajas de cartón y algunos tablones de madera) para de esa forma trabajar de pie.
Increíblemente el dolor que Clermont tenía de espalda, desapareció, después de poco más de un mes. Además, su concentración y “enfoque es mucho mejor”. Jacquie añadió que incluso tiene más energía y está más alerta.
Y es que los llamados “sit-stand desks”, “han pasado de una categoría de productos de nicho a una que es estándar en los minoristas de muebles comerciales superiores”, según Ann Hall, especialista en marketing para Grupo Linak, un fabricante danés de sillas que “elevan” escritorios. De hecho, Hall asegura que las ventas se han incrementado notablemente desde el año 2000.
Staples Inc., ofrece distintos tipos de escritorio “sit to stand” y estaciones de trabajo en las que se puede ajustar la altura.
“Mientras estar de pie en el trabajo fue muy popular en Escandinavia durante décadas (…) comenzó a aumentar en los 90, con el surgimiento de centros de llamadas, en donde los trabajadores que estaban sentados durante largos lapsos se quejaron y reportaron tener el Síndrome del Túnel Carpiano, dolencias de la espalda y otros problemas”, añade Pierce, de The Boston Globe.
Además, investigadores de estudios realizados por la Clínica Mayo y la Universidad de Missouri dijeron que las personas que trabajan en escritorios de pie, tienen menores niveles de ansiedad y estrés, al aumentar su flujo de sangre y oxígeno al cerebro y mayor liberación de endorfinas.
Cindy Roche, vicepresidenta de las oficinas de TripAdvisor en Newton, dice que el 11 por ciento de sus empleados, unos 310 trabajadores, optó por trabajar de pie.
Si no puedes trabajar de pie por espacio o alguna otra razón de peso, trata de pararte y caminar cada cierto tiempo en la oficina, hacer ejercicio y reducir tu vida sedentaria para contrarrestar el tiempo que pasas sentado durante el día.
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