Monumento a la Revolución en CDMX: ¿Cuál es su historia y cómo se vería si no fuera museo?

Antes de consolidarse como museo y mausoleo, el Monumento a la Revolución ambicionó con hacerle frente al Capitolio de EU
José Andrés Velázquez José Andrés Velázquez Publicado el
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El Monumento a la Revolución es sin duda, uno de los mejores lugares para admirar la Ciudad de México; desde su mirador, a 52 metros de altura es posible disfrutar de una vista panorámica. Aquí te contamos la historia de este emblemático lugar.

Originalmente no fue pensado como un mirador o un monumento. En realidad se trataba de un proyecto mucho más ambicioso que ansiaba competir con el Capitolio de Estados Unidos.

¿Cuál es la historia del Monumento a la Revolución?

El Monumento a la Revolución es un monumento histórico ubicado en el centro de la Ciudad de México.

La historia cuenta que es un gran edificio de piedra con cuatro pilares que representan los ideales de la Revolución Mexicana: la Independencia, las leyes de Reforma, Agrarias y Obreras.

El expresidente Porfirio Díaz lanzó en 1897 una convocatoria internacional para construir la nueva sede que albergaría a la Cámara de Diputados y de Senadores en México. Al mismo tiempo serviría para conmemorar el Día de la Independencia, del que se cumplirían 100 años.

Según información del Gobierno de México, fue el reconocido arquitecto francés Émile Bénard, quien ganó la realización del proyecto Palacio Legislativo Federal.

El inicio del movimiento revolucionario en contra del gobierno de Díaz hizo que la obra del Palacio Legislativo Federal quedara sin recursos. En consecuencia, la construcción fue suspendida en 1912, por lo que su estructura metálica quedó en el abandono y estuvo expuesta por dos décadas.

Transformación en mausoleo

Al término de la revolución, entre 1912 y 1932 Émile Bénard quiso rescatar su proyecto y presentó al gobierno de Álvaro Obregón la adaptación de la estructura en abandono para convertirla en un panteón para los héroes de la guerra. No obstante, su intento quedó frustrado con las muertes de Obregón y Bénard.

Finalmente, el arquitecto Carlos Obregón Santacilia rescató la obra inconclusa de Émile Bénard que tenía un gran valor arquitectónico.

De esta maneral Monumento se constituyó como mausoleo en 1936 y figuras importantes que representan los ideales revolucionarios yacen en las criptas colocadas en la base de los cuatro pilares:

  • Venustiano Carranza
  • Francisco I Madero
  • Plutarco Elías Calles
  • Francisco Villa
  • Lázaro Cárdenas.

En este sentido, el Monumento a la Revolución es un importante símbolo de la historia de México. Actualmente es un lugar de memoria y reflexión sobre los ideales de la Revolución Mexicana.

Además de ser un mausoleo, esta estructura es también una atracción turística popular. Los visitantes pueden subir a la cima del monumento para disfrutar de las vistas de la Ciudad de México. Incluso, ¿por qué no? Beber un café mientras se reflexiona sobre cómo amigos y enemigos revolucionarios terminaron juntos en un solo lugar.

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