La historia del francotirador de Washington, el asesino serial que sembró el terror ayudado por su hijo

John Allen Williams, más tarde Muhammad, careció de alguna figura materna o paterna, pues a sus cinco años su madre falleció
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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La historia de John Allen Muhammad, alias El francotirador de Washington, quien sembró el terror a la distancia, con un arma en el 2002, no es como la de cualquier otro asesino serial pues contó con la ayuda de su propio hijo, Lee Boyd Malvo.

Se trata de un hombre quien tenía la costumbre de dejar como firma una carta del tarot que representaba la muerte en cada asesinato que cometía, razón por la que algunos medios de comunicación lo apodaron como El francotirador del tarot.

¿Quién era El francotirador de Washington?

John Allen Williams, más tarde Muhammad, careció de alguna figura materna o paterna, pues a sus cinco años su madre falleció a consecuencia del cáncer de mama.

Mientras que su padre lo abandonó, por lo que su abuelo y una tía lo educaron.

A sus 19 años, John se enlistó en la Guardia Nacional del Ejército y tras siete años de servicio se ofreció como voluntario para el servicio activo en 1986. Un año después se convertiría al Islam.

Se volvió un experto en rifle

Fue en su paso por el Ejército que John aprendió todo acerca de las armas, principalmente el fusil M16 del que se volvería todo un experto.

De hecho, el manejo de esta arma es el más alto de los tres niveles de puntería del ejército para un soldado ordinario.

Para calificar como experto, Muhammad habría tenido que acertar al menos 36 de 40 objetivos a distancias que oscilaban entre los 50 y los 300 metros.

Sin embargo, tanto familiares como amigos comenzaron a notar ciertas actitudes extrañas en John por lo que algunos decidieron distanciarse.

Y pese a que Muhammad también ayudaba a proporcionar la seguridad para el evento islámico “Marcha de un millón de hombres”, en 1995, el líder de la organización, Louis Farrakhan, se había distanciado públicamente de él.

Primeros delitos del francotirador

Los primeros problemas que Muhammad comenzaron cuando su relación con Mildred Muhammad se deterioró y secuestró a sus hijos y los llevó a la isla caribeña de Antigua, alrededor de 1999.

Fue durante este tiempo que John Allen Muhammad conoció a Lee Boyd Malvo, un chico que al que adoptó y que más tarde actuó como su socio en los asesinatos.

Williams cambió su nombre por el de John Allen Muhammad en octubre de 2001.

El inicio de los asesinatos de Muhammad

Fue el 2 de octubre de 2002 cuando se produjo el primero de los asesinatos cometidos por el ahora John Allen Muhammad.

Cinco personas murieron después de recibir disparos a larga distancia durante un lapso de 15 horas en los suburbios del condado de Montgomery, Maryland.

Los tiroteos estilo francotirador continuaron durante las siguientes tres semanas, en estaciones de servicio y en estacionamientos dentro del área de Beltway de Washington, DC y a lo largo de la Interestatal 95 en Virginia.

Los residentes locales, asustados por la naturaleza aparentemente aleatoria de los tiroteos, que cruzaron las líneas raciales, de género y socioeconómicas, se protegían detrás de sus autos mientras cargaban gasolina y evitaban las actividades al aire libre.

Las escuelas realizaron recesos en el interior y los equipos deportivos cancelaron las prácticas al aire libre.

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¿Eran más francotiradores?

En un principio, la policía creía que se trataba de varios francotiradores, pues existían ataques aleatorios de los cuales no se tenía alguna relación.

Los “probables asesinos” dejaron una serie de pistas crípticas en las escenas del crimen, incluidas cartas y notas del tarot, e incluso llamaron a la línea directa de la policía, aparentemente tratando de entablar un diálogo con los investigadores.

Su captura

Los ataques terminaron cuando la policía arrestó a John Allen Muhammad y a su hijo Lee Boyd Malvo en un área de descanso junto a una carretera de Maryland.

Su automóvil, un Chevrolet Caprice azul oscuro, tenía un agujero en el maletero a través del cual el tirador podía disparar un arma sin ser visto.

Muhammad, de 41 años en el momento de los disparos, era padre de cuatro hijos y se había divorciado dos veces.

Aunque tenía antecedentes penales limpios, Mildred Mohammad, una de sus exesposas, había presentado una orden de restricción en su contra.

Después de su arresto, la policía afirmó que Muhammad había expresado cierta simpatía por los ataques del 11 de septiembre y que podría haber estado actuando por un sentimiento antiestadounidense.

¿Por qué mataba el francotirador?

Informes posteriores, que coinciden con una carta que dejó en la escena de uno de los asesinatos, alegaron que la ola de asesinatos era parte de un intento de extorsionar al gobierno con 10 millones de dólares.

En el juicio de seis semanas, la fiscalía presentó más de 130 testigos y 400 pruebas.

Aunque su caso fue en gran medida circunstancial (no hubo testigos presenciales que probaran que realmente había apretado el gatillo), Muhammad fue condenado por los cuatro cargos en su contra: el asesinato de Dean Meyers, asesinato con la intención de aterrorizar al gobierno o al público, conspiración para cometer asesinato y el uso ilegal de un arma de fuego.

Condenado a muerte

John Muhammad fue condenado a muerte el 9 de marzo de 2004. Fue ejecutado el 10 de noviembre de 2009.

Tras un juicio por separado, su hijo Lee Boyd Malvo, que era menor de edad en el momento de los disparos, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

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