Suelto, de mirada noble y amigable en las palabras, José Hernández compartió la experiencia de haber realizado la novela gráfica “Che. Una vida revolucionaria”, la cual toma el texto homónimo del periodista Jon Lee Anderson, publicado en 1997.
La concepción de realizar en formato gráfico el libro de Lee Anderson no fue una idea original de Hernández. De hecho, admite que el sello editorial Sexto Piso fue quien se acercó a él para desarrollar el proyecto.
Además, se tejió una relación de compromiso con el reportero estadounidense, con el fin de coincidir con la veracidad en tiempo y espacio. Y se decidió adaptar la investigación de Ernesto Guevara en tres tomos.
Pero aparte del trabajo de llevar esta biografía al trazo dibujado, Hernández suelta su mano para crear cartones políticos en La Jornada, Proceso y El Chamuco, labor que desempeña desde 1995.
En entrevista para Reporte Indigo, el también cineasta egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) narró la experiencia que le dejó hacer esta primera entrega gráfica, sus mayores influencias para hacer dibujo, así como su opinión de El Che Guevara, quien es considerado un antihéroe de la historia mundial.
Ser o no hacer al Che
El verdor inconfundible de Coyoacán funge como escenario, quietud matutina, un café acompañado de un muffin de queso con zarzamora y la plática amena da inicio fuera de las formalidades de una entrevista común.
Al cuestionar el cómo llegó esta idea a sus manos, Hernández afirma que Eduardo Rabasa –editor de Sexto Piso– tenía la concepción original de llevar el libro de Lee Anderson a la novela gráfica, “cuando Eduardo me propuso esto de entrada dije ‘¡wow!’ es un proyecto muy grande”, señala.
En palabras del monero, el libro del también corresponsal de guerra es la “biografía mejor documentada que ha habido” del Che Guevara, por lo que Hernández se cuestionó si es que se debía trasvasar el trabajo de Lee Anderson al dibujo.
Por ello, el ilustrador releyó el trabajo del reportero y se dijo: “si vale la pena, por el libro, es un libro muy bien escrito”, pues Hernández considera que a pesar de ser una biografía se lee como una novela.
Libro 2 para iniciar
Al tener en las manos una copia de “Che. Una vida revolucionaria”, lo primero que llama la atención es que en la portada se aprecia el subtítulo “Libro 2: Cuba”, lo que deja en duda al lector de cuándo salió el primer tomo.
La obra de Lee Anderson será dividida en tres volúmenes, Hernández decidió empezar por la piedra angular de la historia y tomó la parte central de la biografía, ilustrando a Ernesto Guevara en La Habana.
Sin la intención de emular al cineasta George Lucas –ya que comenzó la trilogía literaria desde un episodio que no es el primero– Hernández comentó que eligió iniciar con la historia de Guevara en Cuba porque “es obviamente la parte más relevante en la vida del Che y es el momento en que Ernesto Guevara se convierte en ‘El Che’”.
Completar el trazo a lápiz le tomó a Hernández todo el 2015 y el resultado se percibe en el empastado de tapa dura de 168 páginas.
El siguiente tomo será el “Libro 1”, que abarcará el paso de Guevara por México y Centroamérica. Este volumen serán publicado a finales del 2016, y después llegará el “Libro 3”, que enmarca el periodo de El Che en el Congo y Bolivia, hasta su muerte.
Sexto Piso lanzará el último ejemplar en octubre del 2017, año en que se cumplirán 50 años del fallecimiento del guerrillero.
Las atmósferas silentes
En las páginas hay un eco presente impregnado en el papel, la textura hacia un tono frío que resulta clave en la vida de Guevara.
El “Libro 2: Cuba” tiene una atmósfera verde, el color de la selva es el suave matiz que acompaña la travesía de Guevara desde que llega a la Isla del Caribe, en 1965.
“Este es el libro verde, no solo la portada es verde, tu lo hojeas y hay un verde de Sierra Maestra, un verde olivo”, expresa Hernández.
Para el primer tomo que transcurrirá principalmente en México y Centroamérica, el ilustrador decidió irse a los tonos cálidos, donde utilizó un sepia para crear un ambiente de foto antigua. Y para el paso de Guevara por el Congo y Bolivia, cerró con una gama en rojo.
El carboncillo se dejó correr por el papel Fabriano para dar vida a Guevara con su característica boina, su barba espesa y el puro que le acompañaba en sus triunfos, soledades y decisiones de estratega.
“Me decidí por hacerlo a lápiz y muy realista, para hacerlo muy verosímil, para atrapar al lector”, dice Hernández, quien una vez teniendo su trazo definido manipuló de manera digital para lograr las texturas hoy impresas.
La relación con Lee Anderson
Una vez establecido el proyecto de novela gráfica, la comunicación entre el dibujante y el periodista se volvió estrecha, discutiendo las propuestas del tipo de ilustración.
Hernández le enviaba las páginas que iba realizando a Lee Anderson y él comentaba acerca del avance en el dibujo siendo objetivo, dando observaciones precisas del trazo del caricaturista.
El mexicano se sincera al contar que en una ocasión intentó hacerle trampa al estadounidense, y en una secuencia donde los padres de Guevara le visitan en Cuba, usó “fotos de él (Che) de cómo dos años después y él (Lee Anderson) se dio cuenta inmediatamente”, obteniendo el reclamo del escritor, quien le hizo ver que físicamente el revolucionario no correspondía a ese tiempo.
Al reportero le preocupaba la naturaleza de los personajes y para que se respetara la historia, “yo tenía que dramatizar e inventar diálogos y me decía ‘¿cuál es tu fuente para este diálogo?’ ‘Pues no hay fuente, yo me lo inventé’”, responde entre risas.
¿Quién es José Hernández?
El caricaturista inició a rayar en 1995 en la revista El Chahuistle, bajo la tutela de Eduardo del Río “Rius”, ahora desaparecida.
A partir de 1996 empezó a usar el pincel y la tinta china para la publicación El Chamuco, donde aún sigue dibujando sus cartones políticos.
Del 2000 al 2005 hizo caricatura política diaria para el periódico Milenio y después pasó a hacer monos en La Jornada y Proceso.
Estudió cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), donde se especializó en realización y guión. Hernández dice que “cuando uno se titulaba, se jubilaba con todo éxito, porque no volvía a hacer cine”.
Más allá del Che
José Hernández opina de sus gustos de manera aleatoria, donde también expone su juicio sobre la vida de Ernesto Guevara.
> Diarios de Motocicleta (2004)
“Yo creo que la mejor (película) que se ha hecho sobre la figura de El Che es ‘Diarios de motocicleta’, es tan buena que no importa que salga Gael García Bernal”.
> Bill Watterson – Creador de Calvin y Hobbes
“Es uno de mis ídolos (risas), me encanta, me gusta su actitud, incluso esto de decir ‘hasta aquí llego’ y esto de no permitir que se comercialicen sus personajes”.
> Ernesto Guevara
“La mayoría de la gente tanto que lo odia, como el que lo idolatra, básicamente es porque no están bien informados (…), si leyeran una biografía hasta cierto punto objetiva como lo es la de Jon Lee (Anderson), creo que entenderían muchas cosas”.
Caricaturistas favoritos
> Eduardo del Río “Rius
> Rogelio Naranjo
> Helio Flores
> Ralph Steadman
> Gerald Scarfe
> Historietistas preferidos
> Carlos Giménez
> Luis García Mozos
> Nicolas de Crécy