Cuando alguien menciona el nombre de David Bowie suelen aparecer de manera inmediata calificativos como “genio”, “maestro” y “leyenda”; sin embargo, la canción con la que se abrió paso en el mundo de la música difícilmente podría ser ubicada en estas categorías.
Claro que todo mundo recuerda al músico británico por obras maestras como “Starman”, “Heroes”, “Rebel Rebel”, “Space Oddity” o “Life on Mars”, pero pocas personas saben que antes de esos grandes temas existió “The Laughing Gnome”.
Y es que durante la segunda mitad de la década de los 60, el artista intentaba por todos los medios hacerse de un nombre en la escena del rock, aunque sencillo tras sencillo pasaba sin pena ni gloria por los oídos del público, la crítica y las disqueras.
Por aquel entonces, Bowie trataba de hallar un estilo que lo hiciera sobresalir del resto de artistas y bandas que simplemente se dedicaban a copiar a The Beatles; fue entonces que en 1967 creó una nueva canción, de la que décadas después sentiría algo de vergüenza.
“The Laughing Gnome”, la canción que avergonzaba a David Bowie
El tema es básicamente la conversación del músico con un risueño e ingenioso gnomo; la idea en sí ya era bastante particular, pero se puso aún más extraña cuando para la voz del duende se utilizó un estilo que en México identificaríamos como el de las “ardillitas”.
Además que la música que se usó para la canción se asemejaba más a la de un espectáculo circense que a la del rock y la psicodelia de aquella época; en pocas palabras, la pieza parecía más un tema pensado para el público infantil.
Si bien “The Laughing Gnome” no fue un éxito comercial, tampoco representó el último clavo para su carrera. De hecho, logró llamar la atención de Deram Records, quienes ya habían visto con buenos ojos un tema previo llamado “Rubber Band” de 1966.
De esta manera, la disquera firmó a David Bowie para que pudiera grabar su primer disco. La relación con Deram no duró mucho y el álbum fue un fracaso comercial, pero el músico ya había logrado entrar a las grandes ligas y dos años después lanzó el icónico Space Oddity.
Tras haber logrado la consolidación, el artista pudo olvidarse de “The Laughing Gnome”; sin embargo, la canción volvió a él como una maldición en 1990, cuando anunció que la lista de canciones para su gira de grandes éxitos se decidiría por votación telefónica.
Al saber esto y a manera de broma, la revista NME pidió a todos sus lectores que votaran por “The Laughing Gnome” para que Bowie volviera a interpretarla en vivo. Ante esta situación, la votación fue anulada y la canción no fue incluida en la lista.
Sin embargo, el músico se tomó la situación con humor y en una de las conferencias de la gira cantó un par de líneas del tema; mostrando que, aunque sentía algo de vergüenza, no olvidaba del todo sus raíces y que era un hombre capaz de reírse de sí mismo.
El último guiño a este tema apareció en 1999 cuando el músico participó en una especie de teletón, donde presentó un tema llamado “Requiem for a Laughing Gnome”, el cual era un horrible arreglo de flauta con una supuesta duración de cuatro horas.
Y se le pedía a la gente que llamara para donar o Bowie tocaría la canción completa, la cual poseía un tono bastante chillón y básicamente sólo tenía cuatro acordes. Esa fue su manera de sumarse con humor a aquella causa.
Si bien de “The Laughing Gnome” no tiene mucho que rescatar, musicalmente hablando, la canción deja ver el ingenio de Bowie para crear icónicos personajes como lo serían el Mayor Tom, Starman y el legendario Ziggy Stardust.
La historia de “Heroes” de David Bowie
Llama la atención cómo fue la evolución lírica y musical de David Bowie, pues 10 años después de la publicación de “The Laughing Gnome”, el músico británico lanzó uno de sus temas más memorables e influyentes: “Heroes”.
Esta pieza es probablemente la más representativa de su periodo en Berlín y cuenta la historia de dos amantes divididos por el muro que separaba a la República Federal de Alemania de la República Democrática Alemana.
La canción nos muestra dos fuerzas antagónicas en acción, la del amor de la pareja y la separación que se vivía en Berlín tras el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el territorio alemán quedó en manos de capitalistas y comunistas al mismo tiempo.
El tema invita a ser héroes al menos por un día; es decir, que la pareja se arriesgara a vencer todas las divisiones y finalmente pudiera unirse en un beso mientras las balas pasaban sobre sus cabezas.
David Bowie compuso la letra de “Heroes” en su estudio de Berlín, desde el cual pudo ver cómo su amigo y productor, Tony Visconti, se besaba con la cantante Antonia Maass junto al Muro de Berlín.
Otro detalle es que, para ese entonces, Visconti era un hombre casado, por lo que David Bowie solía negar la versión antes mencionada, pero tras el divorcio de su productor, el músico confirmó la historia en 2003.
Respecto a la grabación, el detalle que más llama la atención es cómo se logró un sistema de micrófonos para que David Bowie tuviese que cantar cada vez más alto, aunque el volumen era prácticamente el mismo en toda la canción.
La creación de “Heroes” y el álbum homónimo es probablemente el punto más alto en la carrera del artista británico, quien apenas una década atrás luchaba para no morir en el intento de volverse un músico de rock.
Starman, otro gran clásico de David Bowie
Cinco años antes de “Heroes” y cinco después de “The Laughing Gnome”, Bowie había lanzado al mercado otro de sus grandes éxitos: el archipopular “Starman” de su quinto álbum de estudio, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.
Para este tema, Ziggy Stardust, el personaje principal en la carrera de Bowie, trae un mensaje de esperanza a la juventud de la Tierra a través de la radio, pues teme hacerse presente en el planeta y causar una gran conmoción.
A diferencia del gnomo del que ya hemos hablado anteriormente, este extraterrestre posee un mensaje profundo de amor y paz; incluso algunos analistas musicales han señalado que podría tratarse de una analogía a la segunda venida de Jesucristo.
Esta canción también suele ser considerada una continuación de “Space Oddity”, lanzada en 1973, pero esto no es necesariamente así; la única coincidencia es que ambos hablan del tema de viajes por el espacio.
Musicalmente tiene predominantemente una guitarra acústica de 12 cuerdas y un coro que se ha vuelto en una pieza indiscutible de la cultura popular; que bien puede aparecer en una cinta de cine independiente o el comercial de algún perfume de lujo.
‘Moonage Daydream’, la película sobre David Bowie
Recuerda que esta y otras historias las puedes encontrar en Moonage Daydream, la película documental autorizada por la familia de David Bowie; su mayor plus es que muestra imágenes inéditas del artista, tomadas de sus archivos personales.
La cinta fue estrenada a nivel mundial en el Festival Internacional de Cine de Cannes de 2022, donde obtuvo críticas bastante positivas, principalmente por su construcción narrativa y la guía de los efectos visuales.
“David Bowie es uno de los artistas más prolíficos e influyentes de nuestros tiempos. Con la aprobación de sus herederos, el director Brett Morgen se sumerge en la vida y genio, el arte y la música de Bowie a través de una película inclasificable.
“Narrada a través de imágenes sublimes y caleidoscópicas, grabaciones, películas, diarios, performances hasta ahora desconocidos y material de archivo inédito, ‘Moonage Daydream’ es un viaje inmersivo por el lado creativo, musical y espiritual de Bowie, cuya propia voz guía un especie de mapa onírico sobre su obra, legado e influencia”, se lee en la sinopsis del documental.
Desafortunadamente, este material tuvo un breve periodo de exhibición durante el mes de septiembre en Cinépolis México y su última exhibición fue el 11 de noviembre en la Cineteca Nacional; por lo que habrá que esperar a que llegue a alguna de las múltiples plataformas de streaming.
Cabe recordar que David Bowie estaría cumpliendo 76 años este 8 de enero de no haber sido porque el 10 de enero de 2016 falleció a causa de un agresivo cáncer de hígado; no sin antes publicar en 2015 su último material, llamado Blackstar.